Desde que se estrenó el pasado mes de noviembre, la película de animación “Frozen”, producida por Disney, se ha convertido en un enorme éxito de taquilla, al recaudar más de mil millones en todo el mundo.
Además, la cinta -basada en un cuento de Hans Christian Andersen- recibió hace unos días el Oscar a la mejor canción y al mejor filme animado.
La película cuenta la historia de una princesa Anna, quien se lanza a la aventura junto a Kristoff, un joven que vive en las montañas, su leal reno y un muñeco de nieve para encontrar a su querida hermana Elsa, quien al no poder controlar su poderes sobrenaturales dejó el reino sumido en un eterno invierno y huyó de él.
Pero la buena acogida que “Frozen” ha tenido entre el público y la crítica no ha sentado bien a todo el mundo en Estados Unidos, particularmente a algunos comentaristas conservadores, que aseguran que la película “tiene una agenda gay”.
En unas declaraciones que han corrido como la pólvora por internet, el pastor Kevin Swanson, de la Iglesia de la Reforma, denunció a través de su programa de radio que se emite en Colorado que el filme es “maléfico” y que Disney “es una de la organizaciones más progay del país”.
“A veces uno se pregunta si aquí está ocurriendo algo maléfico… Me pregunto si la gente está pensando: ‘Creo que esta preciosa pequeña película va a adoctrinar a mi hija de 5 años para que sea lesbiana o para que la homosexualidad o el bestialismo sean vistos de manera positiva'”, aseguró Swanson.
“Si yo fuera el diablo, ¿qué haría para estropear todo un sistema social y hacer algo muy, muy, muy malvado a los niños de 5, 6 o 7 años de familias cristianas estadounidenses? Si fuera el diablo, hubiera comprado Disney”, dijo el pastor, quien no dio ejemplos concretos de esa supuesta agenda gay de la película.