El cantante y compositor Joan Sebastian dijo a los medios de comunicación que no tiene relación ni es narcotraficante, en referencia a la muerte de su hijo Juan Sebastián Figueroa González, quien fue asesinado el sábado pasado.

“No soy narcotraficante, me resulta irrisorio y doloroso esto que está sucediendo”, señaló visiblemente afectado el cantautor en conferencia de prensa ofrecida en su rancho “Cruz de la Sierra”, ubicado en la carretera federal Cuernavaca-Taxco.

En un primer encuentro con los medios de comunicación después de la muerte de Juan Sebastián, quien murió baleado a las afueras de una discoteca en Cuernavaca, Morelos, Joan aclaró lo sucedido con su hijo.

Dijo que el intento de involucrarlo con el narcotráfico ha sido en tres ocasiones: “Es un caso muy largo, tengo muchos años de lucha, llegue a Cuernavaca, Morelos, a los 13 años, en huaraches y a bolear zapatos por necesidad, es una ciudad a la que le tengo respeto.

“Tengo que subrayar que soy un artista con 30 años de éxito, soy el cantautor más premiado por los Grammys, con más de 12 mil versiones de mis canciones”, señaló.

Joan recordó que “en Estados Unidos he pagado muchos millones de dólares en impuestos de igual cantidad que he ganado, y que no les sorprenda que tenga muchos ranchos; lo que he cosechado es el cariño de mi pueblo, su respeto ante mi éxito y el triunfo”.

Joan dijo que la primera vez que lo calumniaron fue cuando un grupo de amigos le propuso postularse a la gobernatura de Guerrero.

“Les dije que sí y pedí que se hiciera una encuesta para conocer la reacción de la gente; sin embargo, a uno de mis amigos se le ocurrió invitar a más gente al proyecto, en esa parte invitó a un militante de otro partido, y fue cuando se hicieron públicas mis aspiraciones”.

Mencionó que al mes de conocerse sus intenciones políticas, una persona apodada “El Jarocho” declaró que Joan Sebastian y Sergio Estrada Cajigal pasaban aviones con droga para almacenarla en su rancho de Juliantla.

“Para los que no conocen mi rancho, los caminos son tan angostos que por ahí no cabe un tráiler, son empedrados”, dijo el cantautor, al señalar que las revistas amarillistas tomaron la noticia para vender más, “pero afronté con honor las acusaciones”.

El creador de “Tatuajes” indicó que todo se lo dejó a las autoridades, pero lamentó que los medios de comunicación no hayan difundido más, sólo Joaquín López Dóriga quien informó que “El Jarocho” había declarado por segunda ocasión cambiando su dicho.

“Seguí mi vida, di mi lucha, trabajando como un hombre de bien. Y el segundo intento de vincularme con el narcotráfico surgió cuando asesinaron a mi hijo Trigo Figueroa, a quien tuve por 50 largos minutos agonizante en mis brazos.

“No hubo nadie, ni policía alguno que me auxiliara por los rumores de que era algo turbio; me quedé con la frustración de mi hijo muerto”, expresó.
El creador de temas como “Secreto de amor” y “25 rosas” destacó que ésta es la tercera vez que lo vinculan al narcotráfico: “Sólo estoy esperando la sorpresa ante la confusión de las autoridades”, puntualizó.

Subrayó que nunca ha tenido necesidad de un guardaespaldas, e incluso cuenta con un jeep descapotado porque le gustas sentirse libre como el viento.
“No le temo a la justicia sino a la injusticia, aunque me apoyo más en la justicia divina, y les reitero que no tengo miedo”.

El cantautor confió a los medios de comunicación que lo único que le da un poco de tranquilidad es que pudo hablar con sus dos hijos horas antes de que perdieran la vida.

Dijo que Juan recordó a Trigo: “Esa noche estuvimos platicando José Manuel, Juan Sebastián y yo, y nada me consuela más de estas dos pérdidas que las palabras de Juan al invitarnos a ser felices y sacar de nuestros corazones cualquier odio o sentimiento de venganza”.

Por último, dijo que su forma de apoyar en la lucha contra el narcotráfico es generando empleos.

“Sí, es verdad, traigo 500 tipos armados, pero con picos, machetes y herramientas para labrar la tierra. Tengo muchas propiedades porque he ganado dinero y no tengo vocación de narco ni tampoco pretendo la santidad”.

Joan concluyó la conferencia al señalar que no sólo quiere conocer a los asesinos de sus hijos sino a todos los asesinos que han dado muerte a tantas personas inocentes.