Vamos ni las guerras de Putin y de Netanyahu espantan al turismo mundial que este año volverá a cerrar con un récord en viajeros internacionales y en ingresos por dicha actividad.

Los datos son tan buenos que de continuar dicha tendencia, a final de 2024, podrán recuperarse los flujos del turismo internacional alcanzados previos a la pandemia.

El georgiano, Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT) aventura que la tendencia es muy favorable a pesar de las guerras, de la inflación y de la situación económica de desaceleración global.

A la recuperación del turismo mundial, no la está frenando ni las guerras, la incertidumbre y tampoco la inflación. Una parte de la población mundial ha decidido viajar a como dé lugar a tal punto que en 2023, un total de 1 mil 300 millones de personas, salieron de sus países para visitar otros destinos.

El año pasado, el ritmo del gasto en el renglón del turismo mundial ha gozado igualmente de muy buena salud: 1.4 billones de dólares y 1.6 billones de dólares si se incluye al transporte.

La evolución está resultando increíble, sostiene Pololikashvili, en una industria que se había mantenido bastante dependiente de los ciclos de la economía o bien de factores como la inflación.

Tras la pandemia, ha sido la geopolítica la que está condicionando en buena medida el devenir de la economía internacional porque a la guerra arancelaria que ya venía desde antes entre Estados Unidos y China se han sumado una serie de sanciones contra Rusia por su invasión a Ucrania con las consecuentes alteraciones en los mercados de las materias primas.

A lo largo de año pasado, el precio del petróleo se mantuvo oscilante y casi siempre con una carrera alcista, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señala un incremento promedio del 30% en los precios de los hidrocarburos.

El propio Willie Walsh, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), reconoció que mientras sigan subiendo los petroprecios, el carburante será más caro y las aerolíneas seguirán reajustando el costo de los billetes de avión.

Aún así la gente ha decidido viajar aprovechando la proliferación de las aerolíneas low cost y la creación de varias opciones de hospedaje económico que prescinde de los hoteles y hostales y que ha puesto a las viviendas como nueva opción de hospedaje vacacional.

Y hasta avanza la moda del intercambio de viviendas. A través de las aplicaciones y de las redes sociales se ha creado una amplia oferta que permite que viaje gente que antes no tenía las posibilidades de hacerlo.

Pololikashvili habla de esta llamada industria sin chimeneas como el nuevo boom de cara a 2030 en el que se seguirán rompiendo récord de viajeros y surgirán nuevos intereses.

El Consejo Mundial de Viajes y de Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) apunta que antes de la pandemia, los viajes y el turismo (incluidos sus impactos directos e indirectos) representaban uno de cada cinco nuevos puestos de trabajo creados en todo el mundo durante 2014 a 2019. Un total de 334 millones de puestos de trabajo en 2019 y con una capacidad para generar el 10.4% del PIB mundial. Un año antes de la pandemia, el gasto de los visitantes internacionales fue por 1.9 billones de dólares.

En 2023, el WTTC señala que volvieron a recuperarse dichos niveles de empleo y espera sigan incorporándose nuevos trabajadores en 2024 a la hostelería.

“Para que el sector de viajes y turismo genere 421 millones de puestos de trabajo para 2029, el sector debe ser capaz de atraer, mejorar y retener con éxito el talento cualificado. La evolución en el espacio de viajes y turismo, junto con los cambios que se están produciendo en la fuerza laboral global, requerirá que tanto las empresas, como los gobiernos, presten especial atención a los modelos de talento”, de acuerdo con el WTTC.

A COLACIÓN

En un nuevo informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el turismo ha vuelto a ser identificado como un motor clave de la recuperación económica y el crecimiento; y que, gracias a esta dinámica, de alguna manera ha amortiguado que varios países no resientan con mayor intensidad las tensiones geopolíticas con sus consecuencias en la geoeconomía.

Las últimas perspectivas del FMI se basan en el análisis más reciente de la OMT sobre el futuro del turismo a nivel mundial y regional: “El turismo internacional está en camino de alcanzar entre un 80% a un 95% de los niveles anteriores a la pandemia en 2023. Las perspectivas apuntan a una recuperación continuada favorecida por el aumento de la conectividad aérea”.