Darle vida a Carolina, mujer que, tras 20 años de casada le es infiel a su marido, es descubierta y, por ende, queda como la malvada en La Ta­xista, le ha venido como anillo al dedo a Cecilia Galliano.

La argentina aseguró en entrevista con Ex­célsior que muchas veces la gente se guía por las apariencias y no por lo que hay detrás, situación que en la vida real ha vivido muy seguido.

“Siempre se juzga a la mujer y a la villana, pero en realidad, ¿qué es una villana?, en lo per­sonal, como Cecilia Galliano siempre me pasa, porque como soy una mujer fuerte, muy gran­dota, de carácter independiente, la gente piensa: ‘Ésta ha de ser terrible, ha de ser la que lo enga­ñó, la que hizo, la perra’, pero no siempre es la verdad.

“Las personas que tenemos este carácter es un caparazón para que no nos lastimen. Y siem­pre he dicho que las mustias son las terribles, cuídate de ellas, no de quien te dice las cosas de frente”, comentó.

Galliano expresó que, si bien su personaje comente adulterio dentro de la trama de la te­leserie de Imagen Televisión, es más castigada que su marido, quien también se enamora, pero que a él no se le juzga tan duramente.

“Cuando una relación se rompe siempre es culpa de dos, es más, no creo que sea del tercero que entra, es la falta de algo que está pasando en esta pareja y bueno, uno puede decidir que entre la otra persona o no, y en ese caso Carolina falló.

“Pero, peleo mucho que la protagonista está con mi marido, él está casado, ¡le guste o no está casado! y se justifica con que ‘se enamoraron’ y entonces ¿yo qué, no puedo? La mujer siempre es más castigada que el hombre”, dijo.

En ese sentido, la argentina ha vivido en car­ne propia el que la gente se forme ideas erróneas de su persona, simplemente porque se guían por la imagen.

“Cuando conducía un programa los sábados, muchos pensaron que era fiestera, que como madre era terrible y la verdad es que no, si me conocieran sabrían que soy una mujer que estoy todo el día en mi casa, mientras no tengo traba­jo no tomo alcohol, no me gusta salir, soy mu­cho más sensible de lo que mucha gente cree, pero es parte de verme tan grandota y sociable. Es juzgar antes de conocer o de saber la historia que hay detrás”, compartió.

Por supuesto que todo esto le afectó, pero ha sabido revertir la situación.

“Al principio me dolía, por mis hijos, después, cuando Valentina creció (ahora tiene 18 años), me decía: ‘Mamá ¿qué te importa? Mientras no­sotros, que estamos contigo, sepamos la verdad, lo demás no importa’, ahí comenzó a caerme el ‘veinte’, ahora me río, entiendo que a veces el ser humano tiene que criticar, ofender, cuando tie­ne algo que te supera enfrente, pues ofendes, a veces la inseguridad te hace actuar así y con eso aprendí a salir adelante”, explicó.

Esa experiencia la ha capitalizado y se ha convertido en materia prima para que pueda compartir con otras mujeres, vía una serie de conferencias que ya tiene programadas.

“Ahora estoy terminando de escri­bir la conferencia que va a salir en noviembre, con la que haré una pequeña gira. Entre todas las cosas que me han pasado en mi vida, surgió la idea de darle esa au­toestima que necesitamos las mujeres, que no es el empode­ramiento como tal, es más bien por el lado de que los sueños se cumplen.

“Nada es fácil, si supieran todo lo que tuve que pasar, todo el llanto que vertí, pero es ese ‘no dejar de luchar’, no permitir que nadie baje tu autoestima porque te tiran, todas esas cosas que he vi­vido como casarme, divorciarme, tener un hijo, un aborto, ser madre soltera tan joven, vi­vir fuera de mi país, sin mis padres, hasta que el propio padre de mi hijo me demande, muchas cosas muy fuertes como persona, emocional­mente y sentimentalmente, pero eso te hace fuerte y me ha enseñado a sacar esas cargas, para que mi mochila no sea tan pesada y seguir andando, y eso es lo que quiero compartir, ten­go claro lo que quiero, lo que decreto”, ahondó.

Mientras tanto, Galliano disfruta al máxi­mo su participación en La Taxista y con formar parte de las filas de Imagen Televisión.

“Estoy bien contenta de estar aquí. Los ejecutivos de Imagen Televisión me llama­ron para hacer el personaje, lo que agradez­co, y con toda la humildad y profesionalismo traté de sacar adelante este rol. La verdad es que desde que llegué sentí una energía increí­ble, de paz y armonía, fue lindo trabajar así”, concluyó.