“Soy afortunada. La elección de una vida creativa y tener la oportunidad de hacer un trabajo satisfactorio que a veces es significativo, es una bendita existencia y vale la pena el precio que se paga en los desafíos posteriores de la vida pública”, son las líneas con las que empieza la carta que escribió la actriz Renée Zellweger, y que fue publicada por el diario The Huffington Post.

¿Por qué escribir una carta? Pronto será estrenada la tercera entrega de la saga de Bridget Jones, que protagoniza Zellweger. Mucha gente criticó el físico de la actriz porque aseguraban que en el trailer de la película se veía distinta, lo cual despertó rumores de que se había sometido a alguna cirugía estética.

Pero estos rumores no son nuevos, hace dos años, la también productora, fue material de los tabloides que aseguraban que había sido intervenida quirúrgicamente para alterar su fisionomía.

Todo lo anterior motivo a Zellwerger a defenderse y mostrar una postura contundente ante las críticas y acusaciones, a hacer uso de la réplica. El título de la carta es “Podemos hacerlo mejor”. Aquí algunos de los fragmentos:

“Hoy no escribo porque fui públicamente criticada, o porque el valor de mi trabajo fue cuestionado por una crítica cuya representación física de un personaje ficticio originado hace 16 años (Bridget Jones) no coincide con mi imagen actual”.

“Escribo porque para ser fiel a mi misma necesito hacer algunas declaraciones sobre las verdades de mi vida, y porque soy testigo de cómo alteran las noticias los tabloides a través de presunciones de verdad que son realmente problemáticas”.

“No es un secreto que el valor de una mujer fue históricamente mesurado en función de su apariencia. Aunque hemos evolucionado hasta entender la importancia de la participación femenina en determinados momentos de la sociedad”.

“Este mensaje es problemático para las generaciones más jóvenes e influenciables e indudablemente provoca problemas posteriores con respecto a una mirada de conformidad, prejuicio, igualdad, aceptación, bullying y salud”.

La carta finaliza diciendo: “Quizás podríamos hablar más sobre nuestros verdaderos desafíos como sociedad y de cómo podríamos hacer mejor las cosas”.