Ser papá no es fácil. Pero ser papá y monstruo es todavía más complicado. Eso es lo que descubre, a la mala, Drácula, el señor de las tinieblas más respetado, famoso y temido por todo el mundo. Pero dichos atributos se vuelven insignificantes cuando se trata de controlar a su “pequeña bebé”, Mavis, una “adolescente” de 117 años que se comienza a preguntar por qué debe seguir las rígidas tradiciones de la familia.
Lo que más teme Drácula no es el crecimiento de su hija, sino que ella esté en contacto con los temibles seres humanos, a quienes el vampiro aborrece por su estilo de vida banal y descuidado. Es por eso que construye el Hotel Transylvania, un recinto donde todas las bestias del mal encuentran refugio, paz y tranquilidad del mundo moderno. El lugar se convierte en el destino turístico por excelencia para personajes como El Hombre Lobo, Frankenstein, La Momia, El Hombre Invisible y los zombies, entre otros peculiares entes sacados de historias de terror.
El problema es que a Mavis no le hace gracia convivir todos los días con estos seres paranormales, pasados de años, de peso y con un sentido del humor caduco. Ella quiere explorar el mundo, volar libre y entrar en contacto con aventuras, además de encontrar el amor. Y un inquilino muy especial podría ser quien le abra una vía de escape… además de llegar directo a su corazón.
Esa es la premisa básica de Hotel Transylvania, película de animación que se estrena en los cines del país y que si bien está dirigida a los más pequeños del hogar, también busca conquistar a sus adultos con un humor inteligente y cargado de ironía.
Un monstruo con alma de niño
“No quería hacer una película con personajes muy realistas. ¡No! ¡Quiero llevar la realidad a sus límites!, para eso es el cine”. Quien habla es Genndy Tartakovsky, director de la película y bien conocido en el mundo de la animación por su trabajo en Las chicas superpoderosas, Star Wars: La guerra de los clones y Samurai Jack.
“Lo más difícil de la película, bueno, de cualquier película y de cualquier proyecto audiovisual, es decidir a dónde quieres llevar la historia. Eso es como el 90% del trabajo. El otro 10 ya es más fácil: convencer a los demás de que te sigan en ese camino”, explica Tartakovsky, quien desde un inicio tuvo claro que la clave en la cinta era no caer en una montaña rusa de chistes que terminaran por diluir la trama. “Intentamos ofrecerle al público algo un poco más complejo”.
El director decidió meter todo el cliché de los personajes atemorizantes en una licuadora. Su versión de los clásicos de la literatura y el cine de horror tiene un poco de lo tradicional y un poco de elementos novedosos. No les restó todo su aspecto atemorizante, pero tampoco los convirtió en unos payasos absolutos. “Traté de tener un equilibrio en todos los personajes que intervienen en la película”.
“Por ejemplo, creo que los papás se van a sentir identificados con Drácula”, anota el animador, en declaraciones que recoge la página collider.com. “Cuando está administrando el hotel, es el tipo más controlado y agradable del mundo. Pero si alguien se aproxima a Mavis ¡cuidado! Se convierte en el padre más protector y atemorizante con el que te puedes cruzar. Creo que todo aquel que tenga una hija adolescente puede empatizar con ese sentimiento, sin necesidad de tener colmillos o una capa negra”.
EL DATO
La que se fue a la villa
Originalmente, Miley Cyrus sería la encargada de poner la voz de Mavis en la película. Sin embargo, problemas en su agenda y cambios en las fechas de doblaje hicieron que la joven cantante abandonara el proyecto.
En su lugar llegó una chica salida de la casa Disney, cuya popularidad está en pleno auge: Selena Gómez.
Drácula (Adam Sandler): Es el dueño del Hotel Transylvania, líder moral de los monstruos y (muy) preocupado papá de Mavis. Trata de preservar las tradiciones, y de paso, mantener alejados a los humanos de su hotel.
Jonathan (Andy Samberg): Un tipo común y corriente que llega por accidente al Hotel Transylvania, y peor aun: Osa hospedarse, sin mostrar jamás miedo ante el resto de los inquilinos. Cae flechado por la particular belleza de Mavis.
Mavis (Selena Gómez): Hija “adolescente” de Drácula. Es poco apegada a las costumbres de los monstruos, para desgracia de la familia. Crecer sobreprotegida por su padre la hace querer descubrir el mundo lejos de la sombra de su padre.
Frank (Kevin James): El legendario monstruo de la literatura aparece en la película haciendo gala de un físico que impone. Desafortunadamente su cerebro no hace juego con el resto del cuerpo.
Murray (Cee Lo Green): La momia faraónica enfrenta un enemigo más peligroso que el paso del tiempo: El sobrepeso. ¡Hay demasiadas tentaciones culinarias para un hombre vendado!