El 1 de abril del 2014, a la hora 20.46, un fuerte terremoto sacudió la región norte de Chile, el epicentro profundidades adentro del mar pacífico frente a la ciudad de Iquique, una zona de fractura de 200 km. Este último terremoto que estremece el territorio chileno con una extrema magnitud de 8.2 en escala Richter. Se notifica una alarma con la posibilidad del arribo de un maremoto a estas localidades del norte grande: Parinacota, Tarapacá, Iquique, Arica. Los chilenos se preguntan ¿Habrá liberado toda su energía con este gran estremecimiento? Esperamos todos que sí. Ya que Chile es activo desde siempre con frecuentes movimientos telúricos, ya había sido anunciado, se le esperaba, habiendo organizado y preparado a la población, algo que se enseña desde la escuela.
Chile, una nación telúrica, desde tiempos coloniales ha convivido, convive y convivirá no se llegará jamás a precisar por cuánto tiempo, aquél termino de tregua, es solo la naturaleza que programa su acción, imposible prever estas terribles oscilaciones sísmicas que sobresaltan el calmo espíritu , en la vida apacible de los valientes chilenos. Así a lo largo del territorio nacional, se desplazan silenciosamente minuto a minuto desde norte a sur, en una geografía conformada por la cordillera de la costa, la joven cordillera de los andes, un intranquilo mar pacifico con la gran placa del pacifico aquella tectonica, parte del cinturón de fuego del pacifico, miles de temblores sin hacer diferencia donde se manifestará y acaderá el próximo sismo, y que magnitud podría haber. Los más impactantes como devastadores quedará en la memoria , un 22 de mayo 1960 en la austral ciudad de Valdivia el más grande terremoto registrado en la historia mundial con la altisima magnitud 9,5 Richter. Proseguirá, el acaduto, no olvidando un plácido domingo 24 de enero 1939, que estremeció la ciudad de Chillán, magnitud 7,8. Posteriormente el 3 de marzo 1985 localizado en Algarrobo, región Valparaiso (Laguna Verde), no habiendo pasado más de un mes, el 8 de abril, vibrará la tierra nuevamente, habiendo de epicentro el Lago Rapel, cuya magnitud será 7.5. Proseguirá otro de alta intensidad el 27 de febrero 2010 situado mar adentro, localizado en Curanipe, a 150 km de Concepción, una evocación terrible total devastadora 8.8 escala Richter, con el seguimiento de un tsunami, inesperado, encontrándose imprevenidos los pobladores, sin la alerta que se debía dar a cargo del gobierno de la presidenta Bachelet en esa época. El actual terremoto, registrado en Iquique, 8.2 Richter, otro siguiente 7,6 a pocas horas. Son los chilenos que han creado una relación singular con la naturaleza y sus oscilaciones geográficos, más que frecuentes, resisten con mucha sabiduría como también tanta resignación . Así, las manos a la obra son rápidas porque la existencia continua, ellos aprenden a organizarse en todo porsupuesto en la edificación de construcciones asismica, protección de las personas, salvataje, socorro. Gente que ama a su tierra, y a su propia gente… eso es Chile, estas tragedias hacen unir el corazón de los chilenos, apoyándose unos a otros, es un país que no olvida el sentimiento de humanidad. Segundo mandato de presidenta de Chile, la señora Bachelet, 2014 que le tocará otra vez poner las medidas de emergencias para la seguridad de sus ciudadanos ante los daños de terremoto, o maremoto. El territorio chileno es largo, estrecho, con sus grandes montañas nevadas que se esconden y reaparecen hasta la antártica, con el nombre de Antartandes, serán elementos que estarían en continua evolución dentro de una geografía abrupta, viva en movimiento como en renacer. El temperamento chileno es amar a su tierra como es, así estas oscilaciones mantienen siempre atentos y en alerta al ciudadano, programados para proseguir la vida después de las catástrofes.¡ Viva! Chile, Vivan los chilenos por su gran espíritu.