Los momentos en que sientes una intensa inquietud que se combina con la dificultad de tener ideas claras en tu mente, no se limitan solamente a situaciones en extremo complicadas, también mientras circulas entre el tráfico, esperas la llegada de una noticia o de una persona e incluso, sin darte cuenta, puedes estar preso de la ansiedad y si algo es imprescindible es aprender a controlarla para así poder responder efectivamente en cada situación.

Aunque es común pensar que no hay manera de controlarla mientras no desaparezca el motivo que te causa sobresalto, la realidad es que existen varias técnicas que ayudan a hacer que la calma vuelva a ti, una de ellas es la respiración.

Si has experimentado sensaciones como boca seca, dolor de cabeza, de pecho, estremecimientos, hasta manifestaciones más delicadas y que te afectan a nivel físico tales como tensión muscular, trastornos gastrointestinales, zumbido de oídos o hipertensión, debes saber que pueden estar ligadas a la ansiedad y es recomendable que de inicio, detectes ante qué tipo de situaciones las experimentas, pues es un primer paso para darle solución al problema.

¡Busca la relajación!

Víctor M. Flores, autor del libro Yoga una puerta a la salud, editorial Arcopress, explica que un problema muy común entre las personas que sufren de ansiedad, es la incapacidad para respirar con facilidad y llenar de oxígeno su organismo, y a pesar de que la actividad física podría ser una respuesta adecuada a esta necesidad, el beneficio perdura solamente durante la práctica, mientras que disciplinas como el yoga cuentan además con una herramienta que pone especial énfasis en la respiración y que va más allá de este momento, se realiza de forma adecuada en la vida diaria, se refiere al pranayama, una serie de técnicas que tienen como objetivo mantener durante todo el tiempo una respiración propicia para controlar las emociones.

Cuando hablamos de ansiedad, lo que se logra a partir de la respiración es bajar la presión sanguínea y el ritmo cardiaco para así reencontrarte con tu equilibrio. A continuación te decimos cómo ponerla en práctica:

• Empieza por respirar lenta y uniformemente por la nariz; cuando inhales expande el abdomen y al exhalar contráelo, procura que tanto la inhalación como la exhalación duren exactamente el mismo tiempo.

• Cierra tus ojos e intenta identificar a lo largo de tu cuerpo las zonas en donde sientes más tensión, mientras lo haces, aspira como si trataras de llevar el aire a esa zona, detén unos segundos la respiración y después exhala hasta vaciar tus pulmones. Haz 5 repeticiones.

• Abre tus ojos busca mantener ese ritmo de respiración, hasta sentirte completamente relajado.

Si piensas que hay muchas cosas que no está en tus manos resolver, y entre ellas se encuentra el hecho de mantenerte en calma, es momento de eliminar esta posibilidad, ya que de ti depende por completo, darle justo valor a esos eventos que te generan inquietud para poder tener la mente clara y encontrar soluciones que sean positivas para ti y quienes te rodean.

Para leer

La luz sobre el pranayama

B.K.S. Iyengar

Editorial Kairos

Colaboración de Fundación Teletón México.

“Los sueños se cristalizan con esfuerzo”.

[email protected]