Está de moda hablar de nuestro estado; en todos los medios hablan de Michoacán; todas las variables e indicadores económicos afirman que estamos muy fregados, jodidos y amolados; en política se rompió la soberanía; en economía y cuestiones laborales- empleo, somos el único estado en donde se desplomó el empleo y no existe la creación de plazas laborales suficientes; vamos somos el estado con menos capacidad para generar empleos; en educación – estamos para el arrastre -; en procuración, administración e impartición de justicia – lo que se ve, no necesita explicación; en comunicaciones y transportes, – somos el estado con menos desarrollo e inversión carretera; acaso en asistencia médica –hospitalaria, ahí la llevamos, pero el ´parea de servicios de salud estatal está bastante cuestionada y estigmatizada por la falta de equipos y medicamentos, así como malos manejos; etc., y etc.
Como está de moda, Luis Carlos Ugalde afirma, en su columna DEMOCRACIA EFICAZ: “” Si el Estado mexicano no resuelve pronto el creciente problema de violencia en Michoacán donde…se desafía diariamente al Estado, sin respuesta de éste, el reformismo mexicano muy exitoso en el 2013 puede naufragar y ser opacado por un asunto real e inocultable: Michoacán y otras regiones del país enfrentan ya una situación de ingobernabilidad que de no contenerse puede llegar a detonar en efecto dominó que lleve a México a un problema de balcanización y violencia regional en pocos años, (- y que fue detenido, encapsulado, congelado en Chiapas). El si las instituciones del Estado mexicano – no sólo su gobierno federal, sino además los poderes legislativos y judiciales, los órganos autónomos, los partidos políticos y la propia sociedad – son incapaces de poner alto al desbordamiento social en Michoacán, será imposible conducir con éxito el proceso reformista que tanto necesita México…Imagines que la violencia regionales acrecienta. ¿Cómo garantizar a los nuevos inversionistas que estos grupos tanto del crimen organizado como los presuntos guardias comunitarios, no son capaces de atacar instalaciones estratégicas de PEMEX para ganar notoriedad o simplemente para sembrar confusión? ¿Cómo evitar que grupos radicales e ideologizados vean en esta guerra en Michoacán una oportunidad para ir más allá y sembrar acciones terroristas como parte de una guerra donde cada vez se confunden las motivaciones y los actores, donde ya no se sabe quiénes son los buenos y los malos? ¿Cómo prevenir que los opositores radicales a la reforma energética vean en la violencia un instrumento para cancelar en los hechos las inversiones foráneas que tanto se necesitan?
El Estado mexicano debe actuar con la mayor eficacia. ¿La presencia policial federal, ejercicio de músculo del ejército tendrá efecto para desactivar los posibles estallamientos, deseos de “ir más allá”?
Es muy cierto: Actuar es costoso, pero no hacerlo será mucho más caro y sería lastimoso castigar y condenar a varias regiones del país, principalmente a nuestro estado – a una guerra inacabable, costosa, desgastante, cierto, de Baja Intensidad, pero guerra al fin y al cabo.
En este guerrita local hay mucho en juego. Si el Estado la pierde, ya no hay más allá.