Como ya es bastante conocido, sobre todo por sus adictos consumidores, el estado de Colorado de los Estados Unidos, legalizó la producción y venta de mariguana con fines recreativos y a partir del primero de enero del inminente 2014 iniciará su venta pública; por otro lado y en la misma frecuencia, Uruguay, la nación oriental del río De la Palta, en su Diario Oficial ya publicó la ley que legaliza la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo de la mariguana y sus derivados bajo el control del Estado, que de acuerdo con su legislación, el Estado tiene 120 días para que se publique el reglamento que la regule, para que finalmente entre en vigor en abril del año próximo. (Aunque al Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos no le agrade y le exprese enérgicamente que Uruguay está obligado a cumplir sus compromisos y tratados internacionales sobre este tipo de asuntos).
Posiblemente las dos entidades lo hagan por razones económicas: En Colorado, por los dólares que dejarán, no sólo al Estado, vía impuestos, sino como como ganancia los empresarios que están autorizados para venderla – ¡Hasta Fox quiere sembrarla, cosecharla, exportarla y comercializarla! – Vivillo el Chente Fox…¡No tiene un pelo de tonto, pa’los negocios!
Y en Uruguay… ¡Por los recursos que ya no se canalizarán a las entidades de la administración pública, de seguridad y combate al narcotráfico!
Por lo pronto, el estado de Colorado, U.S.A. (que en noviembre de este año sus votantes apoyaron aplicar impuestos a la mariguana consumida con fines recreativos y antes, en el 2012, en las urnas votaron la legalización de su consumo y producción de mariguana, lo mismo que en el estado de Washington) ya expidió las primeras 136 licencias a establecimientos de venta y consumo de cannabis; otras 178 a instalaciones para su cultivo, 31, a empresas fabricantes de productos con infusión de esta droga y 3 a laboratorios de prueba. EL proceso para obtener la licencia incluye revisión de huellas digitales y de antecedentes “financieros” de los interesados y debe ser autorizado por las autoridades estatales. Los autorizados inician operaciones este miércoles 1° de enero de 2014.
Los opositores – en Colorado, U.S.A. – dicen que es injusto que la mariguana tenga un impuesto más alto que la cerveza, pero la medida logró más apoyo cuando se conoció que el gravamen dejará a las finanzas del estado 70 millones de dólares extras, por año, en el presupuesto anual de la entidad.
El gobernador del estado de Colorado, John Hickenlooper, quien en un principio se oponía a su legalización, apoyó esta política fiscal y prometió la aplicación de un reglamento de venta estricto y afirmó: “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurar que los menores no fumen mariguana y que la gente no conduzca bajo sus efectos”.
En nuestro país, todo está en paz. Muy seguramente por la presión político-económica de los Estados Unidos no hay cambios aunque sean miles los muertos, los heridos, los elementos canalizados para combatir este actividad ilegal, que podía ser todo lo contrario, si se legalizara y estuviera bajo control y supervisión del Estado, como en Turquía, Bolivia, Uruguay o como empresa particular con licencias autorizadas proe l Estado.
El montón de dinero que se ahorraría y que ganaría fiscalmente, en forma extra y anual, pero no.
El Estado mexicano va contra la corriente y permanece en una guerra con una derrota anunciada.