En Europa se vive de manera intensa la defensa de los derechos de los animales, en Madrid existe el denominado “Partido Animalista PACMA” que denuncia la cruel realidad que sufren estos, realizan además propuestas legales que los tengan en cuenta; en Holanda y Portugal hay partidos homólogos que han logrado que algunos de sus integrantes sean diputados y senadores bajo el lema de defender la justicia social frente a la falta de ética actual, teniendo posibilidades de obtener representación en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.

Aunado a lo anterior, existen campañas en pro de los animales, ya que consideran (y es cierto) que tienen capacidad para sentir, por tanto, experimentan sufrimiento y placer, teniendo intereses propios tanto a nivel físico como emocional. Bajo el concepto del especismo, argumentan la desconsideración de los seres humanos hacia los deseos y necesidades de los animales por el hecho de no ser humanos, el especismo entonces, no respeta intereses de otros animales que sí se respetaría en el caso de que pertenecieran a la especie humana.

Parten de la idea, de que si el derecho de un ser humano a no ser esclavizado es algo objetivamente más importante que el deseo de nuestra diversión, no se justifica entonces la diversión a costa de la esclavitud de los animales; en este caso se refieren específicamente a los animales en cautiverio (esclavizados según ellos) en los circos.

En México, desde la Constitución de la entonces República Mexicana en 1857, se estableció dentro de los derechos del hombre (con la reforma de 1917 pasó a ser “de las garantías individuales” y a partir del 10 de junio de 2011 “de los derechos humanos y sus garantías) el derecho de nacer libre, previendo que los esclavos del extranjero que pisen o entren al territorio nacional, recobran o alcanzan, por ese solo hecho, su libertad, y tienen derecho a la protección de las leyes.

De alguna manera su sentir es loable, desde occidente y en muchas partes del mundo, podemos analizar su entorno y el especismo se da en casi todos los aspectos de nuestra vida: nos alimentamos de otros animales, nos vestimos con sus pieles, los utilizamos para entretenernos; lo anterior esta tan arraigado en nuestra cultura y en nuestros hábitos, que muchas veces no vemos o no queremos ver la injusticia que se esconde tras el.

Es oportuno reflexionar hoy sobre este tema, partiendo de que efectivamente la técnica de entrenamiento puede ser muchas veces de dominación o sometimiento, y este solo hecho de la dominación que un individuo ejerce sobre otro, ya es cruel y humillante.