Todos hacen pactos; por una cosa o por la otra. Es el tiempo de ellos y si no es su tiempo, es la moda, dé o no resultado.

Lo  que  no  se  dice  es  que  este  formato  político  es  la  presentación  de    una propuesta por el deseo de resolver una situación – bélica, crisis social económica, política conflicto social, etc. También se olvida que en política un pacto es la propuesta de aliar fuerzas porque no se tiene el poder de la mayoría  y/ o se convoca a todas las fuerzas  político sociales para aportar una idea, una visión y ser protagonista en las fases para la planeación y solución de un conflicto, pero guiadas  por el común acuerdo con la finalidad de conseguir el Bien Común.

Y  como este pacto es un compromiso de todas las fuerzas todos deben jalar parejo, porque no existe – en el ideal de las cosas – mala intención, ni perversidad.

Mas hay de pactos a pactos y de intenciones a intenciones; dígalo si no el  siguiente pacto propuesto por el gobernador en turno,  Leonel Godoy Rangel, como resultante de la Sesión Extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad pública del estado de Michoacán de Ocampo, celebrada  el 28 de agosto de 2008, aunque él les llamó Compromisos – que en otras palabras es un pacto, pues todo pacto implica compromisos-obligaciones – sus compromisos, que en materia de seguridad  y procuración de justicia, fue bonito cuento y mito genial, como todas sus cosas de administración.

Trayéndolos a este momento, a cinco años y días de distancia, uno se da cuenta de la manera en qué jugo con las circunstancias, necesidades, credibilidad y confianza de todos los michoacanos.

Leonel Godoy  Rangel sabía que la seguridad pública y procuración de justicia era el eje base de la credibilidad en su administración y doró la píldora. Y nos la tragamos.

Todos sus 10 artículos, 43  objetivos y sus incisos, propósitos  y acciones fueron una Gran Mentira. Apoyándose en leyes de la propaganda política de Joseph Goebbels mintió, mintió y mintió repetidamente, hasta que se aceptó como verdad que vivíamos dentro de una sociedad sin inseguridad, con inversión y desarrollo.

Y fue todo lo contrario.

La realidad fue, y es otra: desde la cúpula del poder, parece que bajaron líneas de acción para los delincuentes organizados, y de cuello blanco, y así…nos fue; todo parece indicar que desde arriba se marcara, se guiará, se tuviera un plan de acción para la acción concertada para subvertir el orden y la seguridad pública y la inseguridad fuera una constante.

Esas propuestas, surgidas de cesa sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad Pública de nuestro  estado fue todo lo contrario: una propuesta, un plan para construir la inseguridad institucionalizada para la sociedad michoacana. ¡Dios nos bendijo!