POR LA ESPIRAL
El capitalismo ha educado a una masa de consumidores fanatizados por las mercancÃas al ritmo del avance de la tecnologÃa, tendencias, modas; una serie de clichés absurdos que nos han penetrado hasta convertirnos en máquinas de poseer.
Somos felices en la medida en que más compramos. Es la fórmula de la acumulación del capitalismo: poseer riquezas, dinero, bienes, mercancÃas. Tanto tenemos, tanto valemos.
Pero, se ha fijado amigo lector, ¿cuánto desperdicia en su casa? Observe durante una semana el número de bolsas de basura que salen del hogar; revise el interior de las bolsas, generalmente con latas, papeles, periódicos, plásticos, cartones, envases, medias, pilas, hojas de computadora, navajas para rasurar, pasadores de pelo, empaques brick; incluso hay quien tira ropa mezclada con todo.
Una vez que reflexione en la basura, por favor, déle un vistazo al interior del hogar, cuente el número de aparatos eléctricos, casi todos conectados a la vez sean televisores, computadoras, radios, etc. Piense en la Edad Media o no quizá no tan lejos recuerde el siglo XIX e imagine casas alumbradas con velas o lámparas de aceite.
Después, abra su garaje, mire los vehÃculos que tiene. Después haga lo mismo con la despensa en la cocina, cuente el número de latas. Por último mire los armarios o el ropero muchas veces con ropa acumulada un buen número utilizada una sola vez.
Asà es, vivimos para poseer, el problema es que tarde o temprano todo eso será basura o chatarra, basta con abrir una lata y tirarla o desechar una camisa porque finalmente no le gustó.
El desperdicio genera un cÃrculo de contaminación y de ello somos culpables cada uno de nosotros, es verdad que no estamos capacitados para el uso racional de los recursos, nadie nos ha enseñado a maximizar-optimizar y evitar el despilfarro.
Recuerde también que en finanzas personales el que desperdicia, malgasta el dinero.
A COLACIÓN
Necesitamos incidir favorablemente provocando un cambio en nuestros patrones como consumidores y ese esfuerzo requiere disciplina en la conducta.
Una polÃtica de cero desperdicios tiene que partir de un firme compromiso ejemplo en la familia, en el trabajo y en la comunidad con la que se involucra.
De esta forma requerimos de varias erres: reciclar, reinventar, reutilizar, renovar, replantar y reducir.
Por ejemplo, en la vivienda, aparato no utilizado debe desconectarse directamente de la toma de luz, créame con el tiempo su recibo de luz lo reflejará y a su vez permitirá ahorrar energÃa. Piense en sus hijos, en la convivencia, cada quien aislados viendo la televisión. Establezca una sola televisión en el salón o en una determinada área de la casa.
En luz, los mayores desperdicios en una vivienda están relacionados con refrigeradores en mal estado, varias televisiones encendidas al mismo tiempo en distintas habitaciones y lavadoras funcionando a media carga además de todo desperdiciando agua.
Hay gente que le gusta escuchar radio todo el dÃa, una sugerencia es el radio de baterÃas, pueden adquirir un aparato para recargar las pilas para su reutilización.
Con la computadora intente trabajar con la baterÃa no la deje encendida todo el tiempo solamente para revisar mensajes pida a sus amigos y conocidos que le manden un mensaje a su teléfono celular.
Otro tema con la vivienda y los desperdicios es el de la comida: aprenda a planificar la compra del fin de semana, en el supermercado no caiga en las tentaciones de todo lo que le rodea al menos el 35% de lo que adquiera no se lo comerá y terminará olvidado, finalmente caducado y después al contenedor de la basura.
Sustituya las latas por productos frescos es la mejor forma de reducir las cantidades de basura que salen del domicilio. Dé el ejemplo del cero desperdicio no tirando la comida, trate de poner en su plato cantidades óptimas; en los restaurantes, no olvide pedir para llevar aquella comida del platillo que pidió y no terminó. En Estados Unidos y Europa va siendo más frecuente observar a personas decididas en no dejar al restaurante restos que finalmente tirará a la basura.
Otro punto no mezcle cartones, tetrapacks, botellas de agua con deshechos orgánicos. No compre una botella de agua cada vez que salga a la calle, reutilice una botella de agua y llénela directamente del garrafón.
Alargue la vida de limpiadores de pisos, jabones lÃquidos, añadiendo una o dos tazas con agua; los productos concentrados son susceptibles de poder rebajarse con agua. No pasa nada, recuerde además que los olores que contienen son sustancias quÃmicas relacionadas con asmas y cánceres.
Recicle cartuchos de tinta, reutilice sus zapatos pintados de color quedan casi nuevos. En ropa, los arreglos ayudan, si no la quiere regálela o véndala en tiendas de segunda mano. No la tira en la basura.
Además reinvente: guarde los frascos de las conservas y déles una utilidad práctica en el hogar; los moldes de los productos congelados pueden servir para guardar alimentos en el frigorÃfico; junte los plásticos, cartones y bricks y llévelos mensualmente a Ecose, llame primeramente para que le den indicaciones al 52815318; en Monterrey la empresa Promotora Ambiental recicla plástico.
El papel periódico, las latas de los refrescos y cervezas, el vidrio y el cartón pueden venderse por kilo y aunque no son paguen enormes cantidades de dinero pues aunque 100 o 200 pesos son bienvenidos en vez de mandar todo a seguir contaminando contribuimos separando. Yo al menos acostumbro hacer lo propio con el periódico y las latas.
Por último subrayar que, como sociedad, no podemos culpar de todo lo malo al gobierno hay muchos aspectos en que nosotros mismos tenemos que empoderarnos, lo que significa tomar el poder con acciones para propiciar el cambio.
La ecologÃa, el medio ambiente es parte de nuestra responsabilidad, como consumidores tenemos un gran poder de por medio. Seamos participes.
Simplemente este mes con el Mundial, aunque Sudáfrica está a miles de kilómetros, en otro continente, estamos inmersos en la ola de fútbol y hay mucha gente que incrementó sus gastos propiciando además más basura.