SIN MAQUILLAJE Por Etelberto Cruz Loeza.

De continuar la política de deslizamiento (elegante forma de calificar los miniaumentos semanales) de los precios de los combustibles para eliminar  subsidios e igualar su  costo con los de  de Estados Unidos, cada litro de gasolina  pasará de un promedio de 9.07 pesos por litro, en junio, a 10.20, en diciembre, mientras que el del diesel crecerá de 8.64 a 11.04 pesos en el mismo periodo.

Solo si el gobierno decide reducir estos deslizamientos, estos artículos no se encarecerán más, ni tanto para el cierre del año; se dice – eso afirman los tecnócratas – que los precios y sus alzas están bien sustentados, pero que en estos momentos una reducción o suspensión están socialmente justificados. Lo anterior considerando la proyección de la administración de Información Energética de los Estados Unidos, que indica que el precio del promedio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación sería superior hasta en 15 dólares por barril a lo estimado por el Congreso de la Unión.

Lo anterior generaría ingresos excedentes petroleros suficientemente significativos como para reducir el ritmo de los deslizamientos.

En junio, en México, el precio de la gasolina Premium fue de 0.19 pesos más cara  que en la cota del golfo de los Estados Unidos; en el primer semestre de 2010 su peso promedio ha sido superior en 0.04 pesos por litro que en los Estados Unidos. Sin embargo  de enero a junio del 2010,  el gobierno autorizó 6 deslizamientos de la gasolina Premium, equivalentes al .29 pesos por litro, reflejando un incremento del 3.03% respecto al precio al 31 de diciembre de 2009, que no se justifica porque el precio de este combustibles ha sido más alto en México que en los Estados Unidos.

 Lo cierto es que el Estado=gobierno=grupo en el poder jamás detendrá los deslizamientos-miniaumentos de costos de las gasolinas, no importa que haya excedentes y más excedentes petroleros; seguirá creado más plazas administrativa, ofreciendo más altos salarios, más prestaciones y gratificaciones a la alta burocracia de los tres poderes y seguirá persiguiendo a los causantes fiscales y continuará con tasas cero, preferenciales, exenciones y siendo omiso con el contrabando y evasión fiscal, por la simple y sencilla razón: tiene hambre de poder  y necesita más dinero para conservarlo.

 ¿Importa que el mexicano promedio medio viva, medio sobreviva y este medio muerto de hambre?

 NO, EN ABSOLUTO.   

 Se le dirá con todo el poder del Estado-gobierno que estamos en crisis y que debe apretarse el cinturón y que el país necesita tapar un boquete de miles y millones de pesos, necesarios para combatir la pobreza … y listo … justificación y dinero, constante y sonante, a  borbotones.

¡NADA MÁS FÁCIL QUE MANIPULAR A UNA SOCIEDAD, A UN PUEBLO SIN EDUCACIÓN Y SIN  CULTURA!

Alguien afirmó que una sociedad y un  pueblo sin Educación y sin cultura son fácilmente manipulable y gobernables. Y que una sociedad y pueblo, con Educación y Cultura son fácilmente gobernables, difícilmente manipulables. Y eso es cierto y comprobable,  y como todo está en venta, se  complementa con la expresión socarrona de Álvaro Obregón: ¡NADIE AGUANTA UN CAÑONAZO DE 50 MIL PESOS ORO!