SIN MAQUILLAJE POR ETELBERTO CRUZ LOEZA.

El titular del día 27 del presente,  a seis columnas, de uno de los periódicos con mayor presencia en  la sociedad michoacana  fue muy específica: el H. Congreso del estado ordenará a la secretaria de educación estatal “no regalarle dinero al sindicato”.

Se puede empezar a pensar: 
 
¿Entonces le regalaban, le regalan,  dinero al sindicato de trabajadores de la educación?
 
¿Cuánto y con qué periodicidad?

¿A cuál sindicato?

 ¿Cuántos sindicatos hay con reconocimiento del patrón? De acuerdo con la ley – que no ha cambiado -, debe existir nada más uno y con ese es con quién el patrón – en este caso el gobierno del estado de Michoacán – es con quien se entiende en todos los asuntos de la representación laboral; se dice que en nuestro muy democrático estado están reconocidos  ¡Nueve!  Desde muy arriba están violando la ley, y nadie hace algo, ni hará.

 ¿Y las nueve recibirán su dotación de dinero?

 ¿Y por qué se les regala dinero? A todos los trabajadores del sistema educativo nacional – y estatal – el sistema de pagos establecido por el patrón,  quincenalmente les descuenta una cantidad por concepto de cuotas sindicales y, en este caso, la suma total, quincenal o mensual, es entregada a su central nacional sindical, en este caso al Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación, el de la maestra Elba Esther Gordillo Morales y ella, de conformidad con sus propios reglamentos hace la distribución a las respectivas secciones estatales.

 Luego, entonces, ¿Por qué el estado, el gobierno de Michoacán, le da dinero  a los sindicatos, a todos los sindicatos reconocidos en Michoacán?

 Es lógico deducir que a la sección XVIII del SNTE su  CEN  le sitúa determinada cantidad de dinero, entonces, ¿a la Coordinadora Nacional de trabajadores de la Educación, sección Michoacán, quién le da dinero para todos sus gastos y cuánto y cada cuándo, y por qué?

 Ahora, ¿la secretaria de Educación, Graciela Carmina Andrade y Peláez, acatará la disposición, orden o indicación del H. Congreso?

 El H. Congreso no la puso. No es su patrón. Seguramente no la acatará. Lo seguirá haciendo, luego entonces, ¿el H. Congreso qué hará? ¿El titular del Ejecutivo que hará?

 Entonces, ¿Qué pasará?

¿Finalmente, a quien le interesará esta cuestión de deshonestos e indebidos usos de los recursos públicos?Â