El conflicto en Europa, que parecía colocado en la autopista de la solución, se entrampó. Por acuerdo de los 27 países miembros de la Unión, el banco central Europeo se refinanciaría con una aportación súper fuerte de todos los países a fin de que pudiera hacer frente a las contingencias financieras  de los miembros de la Unión y/o Comunidad Europea – prestar, fondear y solventar financieramente a sus países miembros – y, en forma inmediata ´prestarle a Grecia el dinero que está requiriendo con urgencia para que no caiga en el NO PAGO. Claro, con las consabidas medidas anticrisis: más impuestos, reducciones de empleos, rebajas en los salarios de los burócratas y rigidez presupuestaria.

Así las cosas,  parecía que todo estaba ya casi resuelto y los famosos mercados – puros especuladores internacionales – hicieron de las suyas, vendieron y compraron según sus intereses, pero el primer ministro griego cambió las cosas y no cayó bien a los especuladores: propuso llevar a una consulta pública la propuesta de solución a su crisis: solamente contestar a la pregunta: aceptan o no el préstamos y las medidas anticrisis del Banco Central Europeo: SÍ o NO.

Esto sirvió para que las cosas financieras internacionales se agitaran y como esta consulta será hasta enero del 2012, se desataron los perros de la incertidumbre financiera y hasta política  y ya existen algunos que piden que renuncie el primer ministro, quien hizo muy bien el proponer llevar a la sociedad griega la decisión, que muy posiblemente sea negativa, pero finalmente serán ellos lo que pagarán los préstamos.

Ahora bien, es un hecho que todos los países de la Unión Europea deben dinero, pero no todos tiene la suficiencias financiera  ni el control presupuestal para pagar  sus obligaciones y los países en crisis de pago tiene una característica: carecen de control de sus egresos, tiene muy altos impuestos y su plantilla administrativa crece y crece y así jamás podrán pagar sus pasivos.

Por otro lado, la Unión Europea tiene  un grave problema existencia: el  33% de sus miembros no tiene como moneda común al Euro y eso muestra una debilidad  y una de las economías más fuertes y sanas, Suiza, no forma parte de la Unión Europea  e Inglaterra continúa usando su moneda, la libra, para todas sus transacciones comerciales y financieras.

En tanto los países con problemas de pago – Grecia, España, Irlanda, Portugal, Italia -  no resuelvan sus conflictos presupuestales y político-financiero y sus efectos sociales los  problemas financieros internacionales seguirán a la orden del día y todo es simple y sencillo: Orden y control presupuestal y planear  el presupuesto de las naciones en función de los ingresos reales.

Nuestro país no entiende y caminamos hacia un escenario griego: el ritmo de endeudamiento nacional es mayor a la captación de ingresos y divisas y en un futuro muy cercano Grecia y sus amigos nos acompañarán  en los escenarios financieros internacionales, porque no existe para que nuestras autoridades políticas y financieras  cambien de política de endeudamiento nacional: SE ESTÁ EMPEÑANDO EL FUTURO.  Â