Muy probablemente la presidencia de la República está utilizando otro cohete de su almacén de distractores; el disparador de éste es el Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Dr. Hugo López Gatell.

                A medio mes de agosto se refirió a lo perjudicial y propicios al lucro de los co9nsultorios médicos anexos a las farmacias, dos buenas razones para no autorizar ni permitir el ofrecimiento de sus servicios al público, pues lo único que hacen es vincular el servicio médico-facultativo a la compra de medicamentos en esas farmacias a las cuales están anexos, en comunicación, incluso física, a un lado.

                Se desconocen los “otros datos” que posee presidencia de la República, pero lo que, simplemente, y perversamente, olvida es que los consultorios médicos anexos a las farmacias fueron la tabla de salvación de la población en lo general, ante el comportamiento-política pública del poder Ejecutivo Federal: cesar el funcionamiento del Seguro Popular y la ineficiencia del llamado INSABI – que muy pocas personas saben en dónde ofrecen sus servicios -.

                Si no hubiera sido por estos consultorios médicos, el sistema de salud nacional, con todo y el IMSS, ISSSTE, SSA se hubiera colapsado mucho más de lo que fue.

                Estos consultorios médicos sirvieron de tabla de flotación ante la demanda de servicio de la población no únicamente clase mediera.

                Gracias a sus disponibilidades – siete días a la semana y a sus promociones de días específicos de descuento y el monto del mismo o el 3 x 2, la pandemia COVID_19 y las enfermedades crónico degenerativas no fueron catastróficas, y si a lo anterior le sumamos el desabasto de medicamentos, al desplome de los servicios médico asistenciales hubiera sido catastrófico.

                Tanto el doctor Hugo López Gatell como Jorge Alcocer deberían ser más realistas y hasta reconocer el valioso servicio que prestaron, prestan y muy seguramente continuarán prestando a todas las clases sociales, desde los servicios más simples como toma de signos vitales, aplicación de inyecciones, toma de presión, curaciones, revisión diagnóstica médica, hasta laboratorios de análisis. 

                Hugo López Gatell y Jorge Alcocer deberían no ser guiñoles o títeres, pero ya van a cumplir cuatro años de representar ese papel, y qué bueno que por lo menos sirven de distractores ante la inseguridad pública y carestía de la vida.