Como ya es costumbre, por considera interesante su punto de vista, TOTALMENTE transcribo colaboración de Juan Federico Arriola, publicada en EL FINANCIERO, en la edición del jueves 31 de enero del presente año:
¿QUÉ PASA CON LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS EN MÉXICO?
La democracia mexicana se derrumba. Son muy pocas las instituciones públicas que hoy gozan de buena fama ética y técnica, es decir, hace las cosas bien.
El IFE hoy no tiene – para mí y seguramente para muchos ciudadanos mexicanos más – credibilidad por la decisión de exculpar a Enrique Peña Nieto y al PRI de haber rebasado los topes de campaña. No hay que ser auditor para percatarse del lujo con el que se desplegaron el mexiquense y su equipo. Es muy probable que los otros tres ex candidatos también se excedieron del tope máximo. ¿Para quién trabaja el señor Valdés?
La Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene a un titular despistado que goza de mal genio y no le gustan las críticas ni los disensos, que está más preocupado en buscar la reelección con el apoyo de los senadores priístas, y por lo tanto no toca ni con el pétalo de una rosa, al gobierno de Peña. Su distracción en el tema Cassez es de llamar la atención. ¿Dónde está el problema? ¿En la legislación, en las pésimas prácticas policiacas que se dieron antes, durante y después del terrible García Luna, en la interpretación de las leyes, en los defensores de los derechos humanos o en los políticos en su conjunto?
La Presidencia de la República se devalúa cada vez más. A peña se le viene el enrome problema de no resolver el tema de la inseguridad pública aun con el apoyo de los gobernadores, en su mayoría priístas y en su mayoría ineptos para gobernar sus entidades. En Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Michoacán, Tamaulipas, Jalisco, estado de México y Coahuila. Por citar los más desastrosos: secuestros, extorsiones, ejecuciones y un largo etcétera. Peña se ufana en decir que en su sexenio no habrá otro caso como el Cassez, y olvida el desastre de procuración de justicia mexiquense cuando él fue el gobernador de Televisa con sede en Toluca. El hombre nacido en Atlacomulco ha puesto a sus exprocuradores de justicia en el Estado de México en cargos donde no darán golpe, porque no tienen talento para servir al país. Le recordaré puntualmente a Peña su vaga promesa de dar vales de medicamentos a TODOS. Espero con paciencia.
En el Senado no se ve con claridad dónde circunda el patriotismo y la eficiencia. La senadora Luisa María Calderón, conocida como Cocoa, está más preocupada en defender a su senadora suplente que ha visitado constantemente al procesado señor Neder, acusado de violación sexual y muy probablemente involucrado en el manejo perverso de casinos. ¿Por qué ahora está tan calladito Gil Zuarth? Debería renunciar para ser investigado a fondo.
López Obrador, adicto al presupuesto, inventa un nuevo partido, divide a la izquierda y se convierte en el hombre eterno en la política. ¿No tiene una migo que le diga que no se repetirá en él la historia de Lula da Silva y Salvador Allende? López Obrador se hundirá cada vez más en el olvido.
¿Qué hace la Robles en la Secretaría de Desarrollo Social? Con vestimenta y joyas caras anuncia la cruzada contra el hambre.
Pemex está entre que se abre y no al capital privado, pero mientras tanto el senador Romero Deschamps se mantiene como dueño del subsuelo mexicano con el permiso de Enrique Peña Nieto, César Camacho – el nuevo vicepresidente del PRI – el sonorense y experimentado Beltrones y el eterno y nunca eficiente Emilio Gamboa. Por fin, ¿De quién es el petróleo?
En educación seguimos en el pantano. La señora Gordillo – me rehúso siempre a llamarla maestra, por mil razones – no es tocada en sus intereses. Esta mujer le gritó a Ugalde, expresidente del IFE, presionó al impresentable Yunes, entonces director del ISSSTE, para que le entregase millones de pesos para su partido, y el yerno, Fernando González, hizo gala de su ineptitud como subsecretario y no ha sido investigado en temas de asignación de presupuesto y gasto público.
El país sigue padeciendo violencia, hambre, injusticia, con su compañera inseparable, la impunidad, y por supuesto, corrupción.
Lo reitero, México no es una república para que vivamos dignamente sus habitantes nacionales y extranjeros, es un botín, donde cada sexenio aparece nueva camarilla y donde hay otros personajes transexenales para expoliar a nuestra patria. A los hechos históricos y presentes me remito”.