Etelberto Cruz Loeza.
Entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre, la nación estuvo invadida por aludes, avalanchas de sonidos, tintas y pixeles: por circunstancias no deseadas se reunieron dos aniversarios de sucesos bestiales sufridos en el seno de la sociedad nacional.
El más reciente – 26 de septiembre de 2014 – el cuarto aniversario de los sucesos terribles sufridos por la comunidad estudiantil de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, establecida en Ayotzinapa, Guerrero.(El otro, hace 50 años – el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las 3 Culturas. Lo trataré en mi próxima colaboración).
Estos hechos no debieron pasar, pero la codicia de poder de todos los involucrados en esta dramática noche – líderes estudiantiles y omisos directivos de la escuela normal y de la SEE de Guerrero; del presidente municipal de Iguala, de su esposa, de los funcionarios municipales, de los mandos superiores de seguridad municipal y la tropa, así como diputados, etc., más la ambición de conservar, aun más, poder, colocó las circunstancias y sucedieron.
Es evidente y lógico suponerlo que todo fue una red de complicidades de codicia de poder: es imposible que el titular del Ejecutivo estatal no supiera como estaban los escenarios de seguridad, de delincuencia, de corrupción, de XYZ… de esa región. Es imposible que lo ignoraran los secretarios de gobierno, el secretario de seguridad pública, los fiscales de la región y hasta del estado, incluso, es imposible de aceptar que hasta los presidentes municipales de ese distrito político no supieran como estaba el horno social. Todos se hicieron omisos, cómplices, complacientes: tenemos el poder y así como están las cosas, lo conservamos – como ejemplo: Abarca deseaba buscar la candidatura a Senador de la República y de ahí, buscar la candidatura a titular de Ejecutivo estatal, por el PRD.
Olvidaron que el poder es finito, temporal y que ningún príncipe tiene éxito si no tiene el
respaldo de su pueblo. Y ellos lo perdieron. Perdieron el poder, el partido, y algunos, la libertad.
En estos 4 años en diversos momentos escribí sobre estos sangrientos hechos.
Llama mi atención la cargada que se manifiesta en todos los Medios informativos – incluyendo las llamadas redes sociales – para hacerla monumental, pantagruélica y aun más, si se considera que matiza ese hecho, ese pasado, la auto llamada izquierda – que ninguno de ellos son de la verdadera Izquierda.
Y los lemas y consignas no cesan. Y las sirenas cantan y hay miles que las escuchan.
En este trimestre se creará una llamada Comisión de la Verdad que llegará a la verdad – que muchos interesados desean, por intereses fuera totalmente del hecho en sí y de la buscada y deseada justicia.
Mas, en este caso y a cuatro años de los hechos…
1° Los futuros integrantes de esta comisión – que no se sabe quiénes la conformarán ni de qué visión y percepción son -, carecen de un túnel del tiempo para regresarse al 26 de septiembre de 2014 y ser testigos presenciales de los hechos.
2° Tampoco tienen una máquina del tiempo para regresarse a ese día, tarde noche-madrugada del 27 – y ese lugar y recorrer todos los escenarios. (
3° Pago doble contra sencillo que llegarán a SU verdad que será el ariete para golpear a la administración que ya se fue, de hecho, aunque legalmente aun está en el poder, como lo han hecho desde ese lúgubre noche.
4° Me detengo en dos lemas: Crimen de Estado. Vivos se los Llevaron. Vivos los queremos.
Únicamente a los de esa autollamada izquierda les recuerdo:
A. El Estado mexicano – la administración federal – atrajo DESPUÉS DE LOS SUCESOS, EL CASO. Los directamente responsables fueron el presidente municipal de Iguala – Abarca y su primera dama, que están detenidos y confesos y señalados por múltiples protagonistas de los hechos como autores intelectuales – dieron las órdenes -.
B. Abarca fue propuesto como candidato por el PRD – en el reinado de los Chuchos – a la presidencia de Iguala, hecho que fue respaldado-apoyado por Andrés Manuel López Obrador como perredista – cuando aun no cambiaba de piel ni fundaba MoReNa -. ¿Por qué creen que el PRD, de ser un huracán, ahora es vientecillo que ni a brisa llega? El pueblo lo castigó: lo olvidó.
C. El titular del Ejecutivo estatal era Ángel Heladio Aguirre Rivero, gobernador perredista, quien, en el colmo del cinismo y de la soberbia, pensó que todo estaba olvidado y buscó la candidatura a representante popular Federal, mas el pueblo lo destituyó gritándole asesin , calificativo muy bien ganado.
D. ¿En dónde, en qué escenarios, buscará hechos, datos comprobados, pruebas, esta comisión de la verdad? Únicamente existe un documento con verdad jurídica: el expediente de más de 10 mil fojas, pruebas, informes de laboratorio – el del laboratorio de la universidad de Innsbruck -, testimonios, declaraciones, confesiones y demás. ¿A quién le harán caso?
E. Es deducible que todos los cubiertos con el membrete Padres de los 43 Desaparecidos de Ayotzinapa, y quienes medran con su dolor, buscan y desean inculpar al Ejército Nacional, que nada tuvo que ver. Ya visitaron todos los cuarteles de Guerrero. Y nada.
Todos, los de la auto llamada izquierda, están ufanos con el poder que, finalmente, a partir del 1° de diciembre, tendrán y por demencial furia=vesania, rencor, coraje, quieren vengarse, vengarse y vengarse…pero ¿de qué? Una fracción de ellos es, tangencialmente responsable y causante de estos hechos y únicamente para lavarse las manos – como lady Macbeth – se rasgan las vestiduras, colocan ceniza en el pelo y pretenden reescribir la Historia.
Este hecho será herencia para la administración de Andrés Manuel López Obrador que como la Chimoltrufia, dice una cosa y, más tarde, otra: después de su reunión en privado con los llamados padres de los 43 estudiantes desaparecidos – realizada el 26 del pasado septiembre en el museo Memoria y Tolerancia, en la ciudad de México -, les dijo: Voy a cumplir los compromisos que hice en campaña, de aclarar la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa; no les voy a fallar a las madres y padres y no vamos a fallar al pueblo de México, no vamos a traicionar la confianza; sabremos dónde están los jóvenes y se castigará a los culpables. Se conocerá la verdad, pero no debemos de temer si se conoce la verdad…las instituciones se fortalecen con la verdad y se debilitan con la mentira…creo que se va a hacer justicia cuando todos conozcamos lo que realmente sucedió y se sepa el paradero de los jóvenes.
Ahora MoReNa pide al titular del Ejecutivo Federal desaparecer la verdad histórica…¡por Dios! Caen como plomo las palabras del ahora senador Osorio Chong: Lo que defiendo es a las instituciones y esas instituciones nos dieron estas pruebas, estos resultados y estas conclusiones. No veo por qué tendría que dudar de estas instituciones.
Lo que ocultan las palabras y acciones de toda la futura dinastía imperial es su afán por destruir las instituciones y sus obras. En ninguna parte, y en ningún tiempo, un país se crea, inicia, comienza, de cero y los ansiosos de poder no saben, no conocen nada de Historia: buscan destruirlo, al país.
Para terminar tomo de un diario local, en su edición del 3 del presente, juicios de Jesús Silva-Herzog Márquez: MoReNa nació también del pragmatismo más atrevido, tal vez el más cínico. Todos los ambiciosos tendrían un espacio ahí. Todas las agendas serían incorporadas. Derecha e izquierda; probidad y pillería bienvenidas. Si se atienden sus documentos básicos, no es fácil ubicarlo en las coordenadas de las ideologías tradicionales. MoReNa se describe como un partido de izquierda que sueña con la refundación nacional y, al mismo tiempo, es una organización nostálgica que anhela el retorno a los bellos tiempos del preliberalismo.