Donald Trump es el 45° presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, nuestro vecino y en nuestras relaciones bilaterales como países tenemos varios puntos de desencuentro; básicamente los siguientes: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte  – NAFTA, para ellos-,  la cuestión del muro fronterizo y la reforma migratoria.

                Las noticias – reales, posverdad o fake news – entre ambos países se llenan todos los días con el efecto inmediato de los tuits Trumpianos, generalmente descontrolados y sumamente agresivos, diplomáticamente hablando y generan respuestas inmediatas de nuestros funcionarios  de las áreas económicas, políticas, economía y relaciones exteriores.

                Dentro de la avalancha de noticias generadas en la Casa Blanca se muestra una confusión, un desorden, una anarquía y la carencia de una línea sólida consistente que sugiera, indique o señale la política pública a  trabajar. Donald Trump como presidente de la República norteamericana más parece un púgil, un boxeador de barrio o un vendedor de autos usados o un presentador en un reality show: habla, vocifera, blofea, chantajea, amenaza, agrede, juega y se le olvida que es el  titular del poder Ejecutivo del país más poderoso de la tierra.

                Realmente es un peligro.

                En relación con nuestra país, todas las semanas  agrede cuando no se con el muro, es con la reforma migratoria, con la terminación del programa DACA o la detención>deportación de los llamados soñadores y, curiosamente mostrando que NO EXISTE UNA LÍNEA CONGRUENTE DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA REAFIRMA LAS PALABRAS DE QUE MÉXICO PAGARÁ EL MURO, DE UNA U OTRA FORMA Y EL JEFE DE SU GABINETE JOHN KELLY, ADMITIÓ ANTE UN GRUPO DE LEGISLADORES DEMÓCRATAS DE ORIGEN HISPANO QUE MÉXICO NO VA A PAGAR POR EL MURO: NO HABRÁ MURO POR EL QUE MÉXICO VAYA A PAGAR…UNA COSA ES HACER CAMPAÑA Y OTRA ES GOBERNAR. ES REALMENTE DURO. (ESTO ÚLTIMO, LA DIFERENCIA ENTRE CAPAÑA POLÍTICA Y ACCIÓN DE EJERCER EL GOBIERNO, ES TOTALMENTE CIERTO.

El pasado jueves 25 del pasado enero, para negociar y obtener recursos para su muro, Donald Trump propuso  una esquema de negociación: PROPONER UNA REFORMA MIGRATORIA – LA FAMOSA ENCHILADA COMPLETA  – QUE PERMITIRÍA LEGALIZAR A 1.8 MILLONES DE INKIGRANTES INDOCUMENTADOS QUE LLEGARON A EU NIÑOS – CONOCIDOS COMO dreamers -, A CAMBIO DE 25 MIL MILLONES DE DÓLARES PARA LEVANTAR EL MURO Y OTROS 5 MIL MIILLOONES PARA SEGURIDA FRONTERIZA. DIJO: SI NO TIENES MURO, NO TIENES DACA…ESTAMOS HABLANDO DE 800 MILLAS DE MURO.

Lo malo para él es que el Ejecutivo norteamericano olvida lo siguiente: 1°. No es vendedor ni jugador profesional de cartas, ni presentador de un  reality show, que es el titular del poder Ejecutivo y que está sujeto a leyes y acciones de los otros dos poderes que le sirven de contrapesos  para equilibrar las funciones de la República y hacerla que avance. 2° Aun teniendo las mayorías naturales en ambas cámaras, carece de la capacidad de controlarlas. NO TIENE GOBERNABILIDAD.