LA RIFA DEL TIGRE…
Por: Etelberto Cruz Loeza
Enrique Peña Nieto se encamina hacia la presidencia de la República, más en el tiempo que resta por venir, enfrentará muchos conflictos y serán días complejos … que deberá enfrentar y resolver sin el poder presidencial y se verá cómo los atiende y resuelve … Uno de ellos y acaso el más evidente, aunque no el principal, es la cuestión de la impugnación presentada por partida doble, tanto por el grupo de las auto llamadas izquierdas y el PAN y unido a estos y a esto, la marejada constante del grupo opositor #Soy 132, que desde el punto de vista legal tiene el derecho de manifestarse como lo deseen; lo que deben respetar, y es lo que seguramente no harán, por la inercia del momento, por las recomendaciones, por los financiamientos – de haberlos y seguro que los hay, porque nada se sostiene nada más con el entusiasmo, ni por generación espontánea – es enfrentar a la sociedad, general el mayor conflicto y llegar hasta la violencia y a lo que hace cerca de 40 años vivió el país: La guerra sucia, la guerrilla.
Evidentemente ese es el problema del momento, constante y se resolverán con la calificación de la elección pro el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Su fallo será inatacable y todos, incluyendo a la Presidencia de la República y los partidos – particularmente el PAN, en el poder, y el PRD, en permanente disputa por el poder – deberán respetar y aceptar. El primer conflicto lleva al segundo: Acatamiento de las decisiones de los órganos electorales, lo que le concederá a Enrique Peña Nieto legalidad y legitimidad jurídicas. La electoral ya la tiene: La ganó en las urnas.
Uno más es la transición y gobernabilidad. Está obligado a encontrarse con Felipe Calderón Hinojosa para, en el marco de la ley, acordar los carriles para la alternancia administrativa del Poder Político y visualizar y precisar los acuerdos y construcciones políticas necesarias para que la gobernabilidad política sea una realidad y el avance de un modo-formato sea terso, sin mayores ondulaciones ni confrontaciones partidistas y humanas. Es determinado por los anteriores.
Todo lo anterior y los compromisos de campaña nos llevan a la estructuración del Plan de Gobierno: Convertir las promesas de campaña en realidad, en el eje del Plan de Gobierno y centro de las políticas públicas.
En estas debe estar presente el cambio político partidista electoral para la nueva forma de gobierno ya planteada: Inicio de las nuevas formas políticas: La Segunda Vuelta Electoral, los candidatos independientes y la consulta pública, el referéndum, plebiscito y ratificación del mandato, así como la reducción del número de los integrantes del Poder Legislativo. Estas innovaciones – que no lo son tantos – son demandas de la sociedad que vitalizarán nuestras prácticas políticas y renovará su credibilidad y confiabilidad en la política y en los partidos políticos. Se comprometió con esas reformas y debe cumplirlas. Por eso, mayoritariamente, la sociedad volvió a creer en el partido revolucionario institucional y el concedió su voto.
Uno más, pero no el último, es la conformación del equipo de trabajo, recordando, siempre a Maquiavelo: Es la primera impresión que se formarán de él será determinada por la designación de quienes conformarán su equipo de trabajo.
Parecen fáciles, pero no lo son.