Las cosas del fut bol están de la patada – y no porque ese deporte se juegue con los pies, si no por lo revuelto, el perfil y el nauseabundo olor – como porqueriza – que rodea casi todos los asuntos que se relacionan con esta actividad deportiva y profesional.
No soy brasileño para convertirme en técnico de tribuna, pero sí tengo el derecho de echar mi as de espadas.
He visto y disfrutado muchos juegos de eso que llaman finales y ha habido muchas sumamente desequilibradas y otras, las pocas, muy empatadas, justas, equilibradas=balanceadas; una de estas últimas fue la Final Navideña, la pasada.
Tan lo fue, que en ambos juegos – ida y vuelta – se registró el mismo marcador: empate a un gol; que ambos goles no fueron anotados por los delanteros y sí por las contenciones o defensas. Los delanteros estaban muy estudiados y marcados.
Estratégica y tácticamente, los juegos los ganaron los técnicos que cubrían rol de visitantes, tan fue así que los empates a uno fueron meras distracciones.
En el segundo juego Lavolpe y el América tenían ganado el juego y el campeonato, pero, el conato de bronca – que nadie supo por qué fue – y la expulsión de dos jugadores americanistas – uno de ellos un defensa central ( que ni siquiera entró en la pelea – y así lo reconoció la Comisión de Arbitraje de la FEMEXFUT – y el cluch del equipo – Sambueza – le rompieron el esquema, hasta ese momento, exitoso: una distracción por el hueco dejado por el central expulsado y el espíritu americanista se desinfló. Si no se hubiera- tiempo Pendejativo – presentado la gresca-bronca, el América habría ganado: no se hubiera llegado a la serie de penas máximas – no habrían sido necesarias -, pero el juego – como dijo el legendario Yoghi Berra…”esto no se acaba… ¡hasta que se acaba!” y/o Fernando Marcos: el último minuto también tiene 60 segundos y termina hasta que el árbitro pita el final. Y a otra cosa, Mariposa y a otra cosa, Rosa.
Está en el ambiente la formación de un sindicato de futbolistas, lo que es necesario, recomendable, positivo y útil para TODOS, hasta para los dueños de los equipos y NADIE debe tener ni MIEDO, ni TWEMOR, ni TERROR, ni PÄNICO. Actividades deportivas profesionales en Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, España, Argentina. Alemania, Canadá, Uruguay, Japón, Corea del Sur, y varios más tiene esas organizaciones gremiales y no se les ha acabo el mundo ni el negocio. En esta acción todos deben participar en beneficio del deporte mismo – y de su afición -, visto como una actividad profesional y de espectáculo.
En nuestro país ha habido experiencias no gratas y se han matado – deportivamente – a varias nacientes figuras. Ya hay modelos de organizaciones gremiales y de contratos de varios deportes profesionales en otros países. Todo es cuestión de querer, saber vender la idea, profesionales asesores jurídicos y ¡Listo! Todos saldrían – saldríamos – ganando.
Para terminar: la dichosa regla 10/8 atenta contra el futbolista nacional, aunque no contra la actividad deportiva, ni contra la empresa; atenta porque al futbolista mexicano lo coloca en una situación de desventaja deportiva, legal y salarial.
Esa relación cuantitativa y cualitativa debe cambiar y ser algo parecido a un 8/4: registrar hasta un máximo de 8 extranjeros, pero los encuentros jugar-alinear a tres-cuatro extranjeros, quedando la dichosa regla-correlación así: 8/3=8/4.
De esta forma el futbolista nacional tendría 8 espacios para buscar ser titular y para pujar y sobresalir.
Pero como esto del fut bol es una cuestión de la patada, hasta acá se oyen los golpes.