A los 17 huertos urbanos comunitarios que ya funcionan en Madrid, se sumarán otros 30 a lo largo de 2016, de los que 9 han sido ya acondicionados. El Gobierno municipal contempla la agricultura urbana desde la perspectiva de los beneficios ambientales, sociales y educativos, y valora su transcendencia en la consolidación de Madrid como una ciudad más sostenible. En coordinación con la Red de Huertos Urbanos de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales, el Ayuntamiento ha articulado un Programa Municipal de Huertos Urbanos Comunitarios. Su objetivo es apoyar las iniciativas ciudadanas para desarrollar proyectos comunitarios de agricultura urbana sostenible, siguiendo las premisas de la agroecología.

Con palabras de los responsables del Huerto Adelfas: “La Red de Huertos ha sido durante de años una fabulosa herramienta para organizarnos, en ella nos hemos encontrado una pluralidad de gentes que hemos sabido construir un espacio donde aprender e intercambiar conocimientos, apoyarnos unas iniciativas a otras y coordinar nuestras acciones. Hemos conseguido muchas cosas que parecían sueños si miramos hacia atrás, entre ellas la regularización de decenas de huertos comunitarios. De forma acelerada ha ido cambiando la realidad de la agricultura urbana en nuestra ciudad”.

En otros muchos lugares, como en las 150 hectáreas verdes del campus de la Universidad Complutense de Madrid, desde hace años funcionan huertos, como el Huerto Aula Comunitaria de Agroecología de Cantarranas, lleno de actividad, imaginación y eficacia, obra de voluntarios profesores y estudiantes, que desarrollan una labor formativa y medio ambiental de gran prestigio. Así como el Centro de Colaboraciones Solidarias de la UCM, en su área de reforestación y medioambiente, mantiene la producción de compostaje a partir del material orgánico de hojas verdes y secas del campus además del reciclaje de la materia orgánica verde de las cocinas de comedores de varias Facultades e Institutos. También hay ya otros huertos en los campus de Moncloa y de Somosaguas. El Delegado del Rector, Javier Garrido, anunció un amplio programa de huertos en los antiguos viveros de la universidad en colaboración con ciudadanos vecinos al campus. Y una próxima reforestación en el campus.

Los primeros huertos comunitarios empezaron a funcionar en 2014. A finales de este año ya serán unos 50 los huertos en todos los distritos de la capital. Más allá de la actividad puramente agrícola, los huertos se constituyen en una herramienta para educar en la sostenibilidad, tejen relaciones entre los vecinos y desarrollan proyectos inclusivos y de convivencia. El Ayuntamiento se ocupa de acondicionar las parcelas y moviliza recursos municipales, como formación y asesoramiento en las prácticas agroecológicas a través del equipo del Centro de Educación Ambiental del Huerto del Retiro, o de la producción de plantones hortícolas, frutales o aromáticos en los Viveros Municipales, destinados a estos huertos comunitarios.

También destaca el proyecto piloto sobre agro compostaje a través del reciclaje de la fracción orgánica de los residuos domésticos, que se desarrolla desde el pasado mes de marzo en Madrid. Este proyecto, en el que participan huertos urbanos comunitarios, supone una interesante experiencia de economía circular y de proyecto a favor de la sostenibilidad en nuestra ciudad. Y como no hay mejor siembra que el ejemplo y la posibilidad de participación, desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento se coordina la Red de Huertos Escolares Ecológicos, en la que participan ya 134 centros de educación infantil, primaria, secundaria y educación especial, educando en la sostenibilidad a través de los huertos ecológicos.

Todos estos programas se integran en el marco de la iniciativa “Madrid Más Natural”, en el que los huertos urbanos se suman a otras iniciativas de adaptación al cambio climático basadas en la naturaleza: fachadas verdes, terrazas ajardinadas, cubiertas sostenibles e infraestructuras verdes, constituyéndose la agricultura urbana en una herramienta básica para la naturalización de nuestra ciudad.

«El que avanza creando algo nuevo lo hace como un remero, avanzando hacia delante, pero rema de espaldas, mirando hacia atrás, hacia el pasado, hacia lo existente para poder reinventar sus claves», decía Jorge Oteiza . Así que consideramos que eso nos toca ahora, mirar hacia atrás para inspirarnos de cara al futuro. Necesitamos reinventar la red de forma que responda a la nueva realidad a su nueva composición y a los nuevos retos.

Quién dijo que todo está perdido, la ciudadanía se mueve en la conservación del medioambiente porque nos compete a todos y en ella podemos participar personalmente.