El alcohol además de dañar gravemente la salud afecta todo tipo de entorno, principalmente el familiar dónde los hijos y la pareja sufren en ocasiones más que el mismo adicto. Pero ¿cómo repercute esta enfermedad en los hijos? y ¿cuáles son las consecuencias?

De acuerdo con un estudio internacional, los hijos de alcohólicos tienen una probabilidad cuatro veces mayor que otros niños de convertirse en alcohólicos, además son afectados emocional y psicológicamente.


Sin duda toda adicción presente en el hogar y en cualquier miembro de la familia, se convierte en un problema que afecta a todos. Afortunadamente existen terapias que ayudan a combatir el problema pero lo principal es reconocer la gravedad.

En entrevista para yoinfluyo.com Martha Vallecillo Robledo de Todo Psicólogos precisó que el alcoholismo es un problema que se hereda,” lamentablemente la mayoría de niños que viven en un mundo de alcohólicos tienden a crecer como alcohólicos, bajo un problema emocional creen que es tomar en exceso no es tan malo”.

La especialista aclaró que no todos los casos son iguales, “el alcoholismo trae una serie de problemas sociales, laborales y familiares, la violencia es uno de ellos y quien la sufren son los hijos y al pareja quienes por consecuencia se muestran agresivos, confundidos, culpables entre otros problemas emocionales como sentirse fracasados”.

Vallecillo Robledo recomendó no dudar y asistir a terapia familiar,” no hay que esperar a los golpes o algo peor, la terapia previene y ayuda a todos los miembros a salir adelante. Los hijos son el espejo de los padres e imitan el mismo comportamiento desde pequeños, sin duda son los que más sufren, no dudes en pedir ayuda”.

Por otro lado, la Academia Americana de Psiquiatría Infantil del Adolescente (AACAP, por sus siglas en inglés) publicó una lista de las repercusiones en los hijos por padres alcohólicos:

• Vergüenza: los padres pueden transmitirle al niño el mensaje de que hay un terrible secreto en el hogar. El niño que está avergonzado no invita sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a otros.

• Incapacidad de hacer amigos: como el niño ha sido decepcionado tantas veces por el padre que toma, no se atreve a confiar en otros.

• Ira: el niño siente ira y rabia contra el padre alcohólico porque toma en exceso y suele estar enojado también con el padre que no es alcohólico porque no le da apoyo o lo protege.

• Culpabilidad: el niño puede creer que es la causa de que su padre o su madre abuse de la bebida.

• Ansiedad: el niño puede estar constantemente preocupado sobre la situación en su hogar. Puede temer que el padre alcohólico se enferme o se hiera, y puede también temer las peleas y la violencia entre sus padres.

• Confusión: el padre alcohólico cambia de momento, pasa de ser amable a ser violento sin ninguna relación con el comportamiento del niño. La rutina regular diaria, tan importante para el niño, no existe en su casa porque las horas de las comidas y de acostarse cambian constantemente.

• Depresión: el niño se siente solo e incapaz de poder hacer algo para cambiar la situación.

Son muchos los problemas que trasmiten los padres alcohólicos a sus hijos, si tomas en exceso recuerda el daño que causas no sólo a tu cuerpo sino a los seres que te aman. Deja el alcohol.