No se puede cerrar un caso que aún no se abre en su totalidad, el tema del canje de placas vehiculares para 2016 abrió varios frentes políticos y ciudadanos para las autoridades estatales en Michoacán, las acciones jurisdiccionales que se puedan interponer aún no causan estado, hoy la ciudadanía desconoce de manera oficial la cantidad de juegos de placas y engomados u hologramas se mandaron fabricar y menos aún el costo de dicho trabajo.

A finales del año pasado el Gobierno del Estado por medio del Comité de Adquisiciones lanzó una convocatoria para licitar la fabricación de lo que llaman “valores de tránsito, placas, tarjetas y calcomanías”, fallando a favor de la empresa Comercial e Industrial Cancal, S.A. de C.V. el 29 de diciembre en la víspera de la aprobación por parte del legislador de la propuesta del poder ejecutivo estatal para establecer en los últimos párrafos de los artículos 14 y 15 de la Ley de Ingresos del Estado para 2016 un canje general de placas a los vehículos automotores matriculados en Michoacán.

En el fallo señalado se consigna el número de juegos de placas y engomados solicitados al proveedor en cita, también la elaboración de unos hologramas “biditridimensionales” de 7 por 11 centímetros, entre otros productos.

De placas se ordenó la confección de solo 90 mil juegos y de estos hologramas 1 millón 250 mil piezas.

El precio ahí consignado en realidad es ínfimo respecto de lo que se pretende cobrar vía la contribución denominada “derecho” tributario, aprobada por el legislador, dando lugar a un impuesto disfrazado de “derecho”; elemento esencial para acreditar la desproporción en un juicio de amparo, ya que las cantidades recaudadas solo pueden ser destinadas para pagar o costear lo que el Estado pagó en la adquisición del bien y no para atender otros rubros como obras públicas.

Llama la atención que si en 2007 se mandaron elaborar más de 800 mil juegos de placas y en otro canje de placas la cifra superó el millón doscientos mil juegos, ahora sólo se manden elaborar tan solo 90 mil juegos de placas con su engomado respectivo, más 1 millón 250 mil hologramas.

¿Será que cuando paguemos las placas al hacer el canje solo nos entreguen un holograma? ¿Y las placas cuándo las entregarían? Y que los 90 mil juegos de placas sólo sean para los vehículos de nueva circulación.

Muchas interrogantes como para considerar el tema del canje de placas vehiculares como un “caso cerrado”.

Cierto, el ejercicio de una acción legal contra lo anterior conlleva tiempo y en realidad el costo beneficio discrepa como discrepa el precio que el Estado pagó por las placas respecto del precio del “derecho” establecido por el legislador.

Lo más prudente para todos es que el legislador mediante una reforma a la Ley de Ingresos 2016 disminuye los importes de las placas y hologramas en un sentido razonable respecto del costo del producto y legislar en un verdadero ejercicio de hacer uso de su potestad tributaria.

Por parte del poder ejecutivo, solo bastaría con que hiciera uso de sus facultades establecidas en el Código Fiscal Estatal para que el cobro del “derecho” fuera proporcional, cosa que hasta ahora no se vislumbra.