Temprano era cuando me levanté…
Mi intención llevar mi carro a verificar; me metí en la oficina de mi casa a leer un rato.
El libro que estoy leyendo me fascina: La comedia Humana de Balzac.
Disfrutando mi lectura estaba cuando el reloj me avisa que ya es tarde para ir a la verificación.
Manejando hacia allá me digo:
– Hay Dios mío ojala no haya muchos coches…
Había muchos coches e hice una fila de dos horas hasta que salí.
Mientras esperaba pensaba: La consecuencia de nuestros actos es siempre es necesaria.
Si hablamos de hábitos, vicios, forma de vida y mucho mas, todo a es un resultado consecuencia…
Las oraciones, los talismanes, los signos de la buena suerte salen sobrando… Son inútiles si no están sustentados por actos previos.
Ala larga el que apuesta pierde…
El que bebe se emborracha…
Al mentiroso tarde o temprano es descubierto…
La consecuencia analizada en forma positiva se torna en beneficio, o, a la inversa en perjuicio.
La consecuencia se autodefine por nuestro actuar siempre…
Progresamos sencillamente al advertir nuestros errores y corregirlos.
*Ya, lo dijo un famoso filósofo: La Causa y el Efecto son los cancilleres de Dios.