En una escena de la cinta de Steven Spielberg, Lincoln, Mary Todd Lincoln le dice a su esposo: “Nadie es tan querido por la gente como tú. No desperdicies ese poder”. Spoiler: No lo pierde.

Aunque la película se enfoca en la aprobación de la 13ª enmienda de la abolición de la esclavitud, también nos da un vistazo de las habilidades de liderazgo de Lincoln, aquellas que lo convirtieron en una personaje digno de admirarse.

Aunque no seas un dirigente revolucionario en tu país, aquí hay cuatro lecciones del presidente número 16 de Estados Unidos para crecer tu startup:

  1. Dile “no” a las personas que siempre dicen “sí”. Hubo un momento en la historia, cuando Estados Unidos estaba en guerra, en el que Lincoln eligió llenar su gabinete con personas que era sus rivales. Estos hombres eran considerados como las mentes más brillantes de ese país y no tenían miedo de retar a Lincoln y hacer valer su oposición.

Como era un hombre con mucha confianza, aceptaba las opiniones fuertes, ya que eso provocaba debates y reflexiones internas. Fue una buena táctica durante su presidencia. Los verdaderos líderes no permiten que los conflictos se acumulen, los traen a la superficie tan pronto como sea posible.

  1. Sé decisivo. Aunque es bueno tener más de una opinión, los líderes fuertes saben cuándo y cómo tomar las decisiones. Los miembros de su equipo podían haber discutido por siempre, pero Lincoln tenía la habilidad de saber si tenía toda la información que necesitaba.

Cuando se iba a caminar solo, era capaz de tomar la mejor decisión sin dudarlo. Los buenos líderes dejan muy clara su resolución, identifican los deseos y necesidades y las usan como guía para comparar opciones. Además, evalúan el riesgo de cada una y los beneficios de las mismas.

  1. Busca inspiración en lugares inusuales. Como miembro del Congreso, Lincoln estudió matemáticas para aprender a razonar. Los líderes ven más allá de su industria para buscar ideas e innovación.
  2. Conéctate con personas a un nivel personal. Sabemos que Lincoln era justo, pero también era conocido por sus chistes y su forma de contar las historias. La manera en la que rompía el hielo y llegaba a un terreno en común. También era accesible. Como presidente, tenía horas regulares de oficina y los ciudadanos podían ir a verlo.

No es qué tan inteligente seas, las relaciones personales y un alto nivel de confianza son la fundación de un liderazgo efectivo, los buenos líderes demuestran empatía y se interesan en los demás.