Un pacifista es aquel que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de que será el último en ser comido por él.
Winston Churchill

Prácticamente desde que se realizan evaluaciones a la calidad de la educación en México, los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán aparecen consistentemente en los últimos lugares. Si a esto le agregamos que la calidad de la educación en México es mediocre según cuanta evaluación internacional se le haga al país el panorama empeora. México se ubica en el mismo nivel de algunos países del África subsahariana y lo que es peor, en matemáticas estamos por debajo de teocracias islámicas.

¿Responsables?, si lo hay, con nombre y apellido; en el listado podemos incluir a todos los Presidentes de la República posteriores a la fugaz época Vasconcelista, desde Lázaro Cárdenas a la fecha; a la SNTE, a los mediocres Gobernadores de los Estados que han relegado criminalmente el problema educativo, al PRI y su “voto corporativo” pero sobre todo, y muy señaladamente en los últimos decenios, a la violenta Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la impresentable CNTE, estructura que ha causado un enorme daño al país arruinando generaciones enteras de jóvenes.

Oaxaca desde hace años, está en manos de la CNTE y su Gobernador es un títere; Guerrero es un Estado ancestralmente atrasado y violento, dominado por grupos de la delincuencia organizada y sus autoridades están sometidas a los caprichos de la CNTE en su versión CETEG. Michoacán padece la violencia y total impunidad de la CNTE, cuyos integrantes cuentan, lo vemos diariamente, con el aval y la protección de las “Autoridades”.

El asesinato de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa ha sido el arranque de una campaña nacional para desestabilizar el país y golpear a Peña Nieto, campaña orquestada a altos niveles, apoyada por algunos medios periodísticos que se han encargado de distorsionar todo distorsionable; se ha manipulado a grandes grupos de la población con una patraña insostenible pero que embona perfectamente en los prejuicios de los resentidos sociales. Han construido una realidad alterna donde los “ayotzinapos”, a como de lugar, han pretendido culpabilizar de todo al gobierno federal, olvidando convenientemente que el incidente se dio en un municipio gobernado por el PRD, infiltrado totalmente por el narcotrafico, en un Estado gobernado por el PRD y con un gobernador perredista de turbio actuar.

Los promotores de la violencia no se cansan de mentir, y si después de sus agresivas manifestaciones se les impide, tarde y tibiamente, que sigan destruyendo tanto edificios públicos como negocios particulares, aúllan “represión”, como si aplicar la ley fuera reprimir.

Es una desvergüenza que la CETEG y deleznables medios de comunicación afines se quieran colgar del maestro muerto en Acapulco, para alegar “represión” y acusar al Estado de asesino. Analizando la situación la verdad es que fue verdadera suerte que no hubiera mas muertos; los miembros de la CETEG lanzaron un pesado autobús contra policías federales para romper el cerco, y de milagro no murieron varios policías, pero al ser “policías” no son parte del “pueblo bueno” y por lo tanto si mueren no es importante para esos medios. La otra estupidez de los Ayotzinapos, la CNTE y sus los limitados amanuenses que contaminan incluso este periódico es afirmar que se pretende “criminalizar la protesta social” ¿De verdad nos consideran tan ingenuos? ¿O simplemente mienten porque es su naturaleza?

Para cualquiera con dos dedos de frente ese muerto debe cargársele a la CETEG, ellos lo provocaron, ellos lo buscaron desde que iniciaron sus protestas por la reforma educativa; no desean evaluaciones, no desean que se les fiscalice el dinero.

La CENTE y sus panfletarios medios afines lanzan la mentira de que el profesor falleció por traumatismo cráneo encefálico causado por los toletes de los policías; pero la necropsia es concluyente; aplastamiento de tórax con lesión visceral masiva; el señor fue arrollado por el mismo camión de los “maestros”. Y a falta de otros “argumentos” inventan que varias maestras fueron violadas por la policía, lo que no dicen si eso ocurrió después en algún hotel o los policías se dieron un tiempo en medio de la trifulca.

No olvidemos, la CNTE y CETEG no son las víctimas, las víctimas son los millones de estudiantes a los que esos irresponsables han arruinado su futuro.

Alejandro Vázquez Cárdenas
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