Hace muy poco tiempo del anuncio oficial del término de la Comisión Castillo Cervantes y por el alude acontecimientos políticos, económicos, policiales y sociales, ya es un asunto viejo y perdido y aunque durante la existencia de dicha comisión ofrecimos puntos de vista sobre su origen, funcionamiento, ahora, nuevamente, haremos una que otra reflexión sobre el término de este organismo Federal.

El fin de la Comisión Castillo estaba anunciado desde los sucesos de La Ruana, de Apatzingán, del video difundido oficialmente, donde es visible que algunos de los cuerpos aun tenían vida, lo que mostraba manipulación de toda la escena y, la gota que derramó el vaso fue la liberación de las 43 detenidos por el desalojo de la presidencia de Apatzingán – por fallas técnicas en la integración de los expedientes, algo que no podía aceptarse – y, de lo que nunca se ha tratado en ninguno de los operativos de esta Comisión: aseguramiento de dinero y todo quedó en manos del rumor y como rumor, hubo muchos que hablan de cifras millonarias en dólares.

Tal vez, jamás se sepa los verdaderos objetivos de esta Comisión y si se cumplió o nada más se dejó así, inconclusa y todo convertido en un avispero: De las 250 acciones para la seguridad y desarrollo económico, careció de metas cuantitativas; todas eran cualitativas: ”Mejorar” y ese término, al no existir una cantidad de partida y una meta, no se podía evaluar, salvo con palabras y saliva. De los 45 mil millones de pesos que vendrían a nuestro estado, por lo menos el 66% estaba comprendido en los programas federales del presupuesto de egresos de la federación para el 2014.

No se sabrá si la finalidad de la Comisión fue el regular y registrar el armamento de los grupos armados, integrantes de los cuerpos de autodefensa – o como se llamen -, eso sí se logró y se desactivó un riesgo de levantamiento armado; lo de su regularización e institucionalización es una actividad inconclusa: se careció de un programa, planes y proyectos de acción, formación, capacitación y entrenamiento, así como de un perfil de ingreso y otro de egreso y, fundamental, de dinero para crear instalaciones, comprar equipo y armamento, profesores y pagar gastos para lograrlo.

Tampoco se sabrá si una de sus finalidades fue la contención del contrabando minero metalúrgico que salía o de los puertos de Lázaro Cárdenas o de Manzanillo. Esta acción está en los tribunales y la explotación de las minas – o “pozos” – está en la fase de regulación. No hay detenidos.

Tampoco se sabrá si otra finalidad fue la detención de los políticos en cargos de representación pública y de gobierno. Hay detenidos, pero ¿son todos? ¿Y sus operadores?

A la luz delos hechos, el montaje del acto en el cual se anunció el término de la Comisión, era innecesario. Todas las administraciones tienen varios procedimientos para realizar o anunciar cambios, ¿por qué así, de esa manera? Parecía o castigo o ¿premio?