En la presentación del 4º. Informe de Competitividad Urbana, que elabora el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), que dirige Juan Pardinas, coincidente con los primeros 10 años de esta institución que ha introducido a la opinión pública, el tema de la competitividad. Con 90 indicadores, mide a 78 ciudades, que representan el 83 por ciento del PIB, 84 por ciento de la población y 87 por ciento de la inversión nacional, además de generar rankings y analizar casos específicos.
En el evento de presentación, el Presidente de su Consejo, Don Valentín Díaz Morodo, destacó que “para una ciudad es imposible atraer mucha inversión o talento en espacios donde impera el desorden, donde las reglas para su crecimiento son fuente de incertidumbre para los inversionistas y sus habitantes, y donde no se vela por el desarrollo sustentable.
Desafortunadamente, en nuestro país predominan historias que nos dan una idea de la poca importancia que durante décadas se le dio a la gestión del territorio. Esto se ha traducido en altos costos para los gobiernos, empresas, hogares y el entorno natural, y por tanto, ha contribuido consistentemente a la pérdida de competitividad de nuestras ciudades”.
En el Informe anterior, Monterrey aparecía como la más competitiva, siguiéndole el Valle de México, que incluye a la Ciudad de México, y a 15 municipios del Estado de México, municipios que están fuera de la influencia del gobierno del Distrito Federal.
En el Informe 2014 sólo el Valle de México aparece con competitividad Alta. Del segundo al treceavo lugar, con competitividad Adecuada y con sorpresas: en orden decreciente, Los Cabos, Querétaro, Monterrey (ojo 4º.), Cancún, La Paz, Saltillo, Guadalajara, Chihuahua, Hermosillo, Aguascalientes, Campeche y Puerto Vallarta.
En la muestra, figuran en los últimos lugares, ciudades como Tulancingo (77) y Acapulco (78), rebasado este último por Chilpancingo (66).
Dada su ubicación geográfica de las ciudades del sureste, y la evidente crisis fiscal de sus municipios, igual que las entidades federativas, destacan Oaxaca (46), Tuxtla Gutiérrez (41), Villahermosa (45), Tlaxcala-Apizaco (52), Tehuantepec-Salina Cruz (53), Chetumal (62), Ocotlán (63), Tapachula (69) y desde luego los ya mencionados Campeche (12) Cancún (5).
Algunas consideraciones que hace el IMCO sobre la Ciudad de México, a partir de que dice, la mayor parte de sus habitantes -55 por ciento- vive fuera del Distrito Federal.
Al especto, hay que comentar que las participaciones se reparten de acuerdo al número de habitantes domiciliados, y esta entidad federativa, sólo recibe participaciones sobre el 45 por ciento, esto es por 8 millones, 271 mil habitantes. El DF, junto con Tabasco, siguiéndoles Campeche Nuevo León y Chiapas, son las entidades que más han perdido por el cambio de fórmulas de 2008 -aun en transición– para el reparto de las transferencias no condicionadas.
Respecto a la aportación al PIBE, dice IMCO que la Zona Metropolitana del Valle (ZMVM), pasa del 33.7 por ciento en 19999, 29.4 en 2004 y 23.6 en 2009, agrego yo, fundamentalmente por la reducción del PIBE del DF que con el cambio de metodología de su cálculo perdió cinco puntos.
La ciudad que sigue en ese indicador es Monterrey con el 8 por ciento. Contribuyen a ello, la diversificación económica, grandes empresas, empresas socialmente responsables, patentes, posgrados y universidades de calidad, uso de servicios financieros, aerolíneas, líneas de autobuses, densidad poblacional y sitios UNESCO.
Valdría la pena desagregar los datos agrupados. El Informe se encuentra en la página del IMCO: