Astronautas que hicieron una caminata espacial reemplazaron fácilmente el miércoles un computador defectuoso fuera de la Estación Espacial Internacional y lograron que su hogar orbital volviera a su máxima potencia.

Los dos estadounidenses a bordo, Rick Mastracchio y Steven Swanson, realizaron el urgente trabajo de reparación, que consistía en cambiar los computadores en un plazo de una hora. El nuevo funcionó bien, según las pruebas.

“Excelente trabajo, señores”, dijo por radio el mando de la misión.

El computador, una copia de seguridad clave, falló hace casi dos semanas. El computador principal ha estado trabajando perfectamente, pero la NASA quería instalar un repuesto tan pronto como fuera posible.

El mando de misión esperó hasta después de la llegada de una cápsula llena de provisiones el domingo.

Sustituir la computadora -una caja compacta de 22 kilos (50 libras)- requería de sólo tres pernos, casi nada para una tarea de caminata espacial.

Los ingenieros no saben por qué el computador original falló. El mando de misión pidió a los astronautas observar si había cualquier daño que pudiera explicar la avería, pero nada llamó su atención.

Los controladores de vuelo estaban tratando de cargar el software en el computador de repuesto el 11 de abril, pero no lograron activarlo. Eso puso en marcha un frenesí de reuniones de tierra y pruebas para solucionar el problema.

La NASA temía que si el equipo principal también se apagaba, toda la estación espacial estaría en peligro. Estos dos computadores -el primario y la copia de seguridad- controlan la dirección de las alas solares y radiadores, así como el carril del brazo robótico.

El mando de misión planeó una caminata espacial corta y directa al grano: duró apenas una hora y 36 minutos. Todas las caminatas espaciales de rutina de la tripulación estadounidense de la estación han estado suspendidas desde que un astronauta casi se ahoga el año pasado durante una caminata. Su casco se llenó con el agua del sistema de enfriamiento del traje, y la NASA sigue investigando el problema.

La NASA espera volver a utilizar el computador averiado una vez que los astronautas en el interior lo inspeccionen y actualicen.

Con la misión cumplida, Mastracchio y Swanson intercambiaron algunas bromas y risas mientras se preparaban para volver a entrar.

“Mis brazos son demasiado cortos para una selfie (autofoto)”, dijo Mastracchio con una sonrisa y la cámara dirigida hacia sí mismo.

La estación espacial es el hogar de seis hombres: dos estadounidenses, tres rusos y un japonés.