La posibilidad de que un asteroide con capacidad para destruir a una ciudad entera impacte a la Tierra es mayor de lo que los científicos pensaron inicialmente, según una agrupación sin fines de lucro que está construyendo un telescopio para detectar esta amenaza en el espacio.

Una red global que realiza seguimientos de detonaciones de armas atómicas detectó 26 asteroides que explotaron en la atmósfera de la Tierra entre el 2000 y el 2013, según datos recopilados por la Organización del Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares.

Las explosiones incluyen el incidente ocurrido el 15 de febrero del 2013, cuando el impacto de un asteroide sobre Chelyabinsk, en Rusia, dejó más de 1.000 personas heridas por vidrios rotos y caída de escombros.

“Existe una idea equivocada de que los impactos de asteroides son extraordinariamente inusuales (…) Eso es incorrecto”, dijo el ex astronauta Ed Lu, quien lidera la Fundación B612, con sede en California. Ayer, la fundación dio a conocer videos sobre impactos de asteroides en un intento por generar conciencia pública sobre el asunto.

Los asteroides pequeños de hasta 40 metros de diámetro tienen el potencial de arrasar una ciudad, dijo Lu a periodistas en una conferencia telefónica.

La NASA cuenta con un programa que rastrea asteroides mayores a 1 kilómetro. Un objeto de este tamaño, casi equivalente a una montaña pequeña, desataría consecuencias globales si alcanzara la Tierra. Un asteroide de 10 kilómetros de diámetro impactó la Tierra hace 65 millones de años, generando los cambios climáticos que se creen causaron la extinción de los dinosaurios y de buena parte de la vida de esa época.

“Chelyabinsk demostró que incluso asteroides de 20 metros de diámetro pueden tener un efecto sustancial”, indicó Lu.

Pronósticos señalan que un asteroide con capacidad para destruir una ciudad impacta la Tierra una vez cada 100 años, pero no están basados en evidencia concreta.

B612 pretende abordar el tema con un telescopio espacial que será construido con fondos privados, el Sentinel, con el cual los expertos buscarán asteroides potencialmente peligrosos cerca de la Tierra. El telescopio, que tendrá un costo cercano a 250 millones de dólares, estaría en funcionamiento en 2018.