Por el simple hecho de tener hambre, una pareja puede discutir en forma agresiva, algo que podría solucionarse con un caramelo.

Esto según un estudio que demostró que, cuando el azúcar en la sangre de una persona disminuye, es muy probable que sienta ira hacia su pareja.

La investigación incluyó a 107 parejas que cada día se medían la glicemia, y se les entregó un muñeco vudú con alfileres para que lo pincharan según la rabia que tuvieran con su pareja.

Esto se explica porque la glucosa es el principal combustible del cerebro y el autocontrol requiere de mucha energía.