José Luis Real ya es historia para el primer equipo de Chivas. Ahora, bajo el mando de Ricardo Antonio La Volpe, el cuadro rojiblanco implementa un sistema completamente distinto, que privilegia la búsqueda del arco contrario y la posesión de la pelota. Así, el plantel se siente más cómodo. Los futbolistas están contentos. Se ha recuperado la alegría por jugar.
Las comparaciones, dicen, son odiosas. Pero a veces resultan inevitables. Los resultados del cambio son evidentes: la afición del Rebaño Sagrado despidió al equipo con aplausos y se metió en el juego como hace mucho tiempo no lo hacía, el domingo pasado, a pesar de que el encuentro ante Morelia terminó 1-1. Pero los futbolistas también se congratulan con lo que ahora desarrollan sobre el césped.
“Sí, claro. Son estilos de juego respetables. Hoy a nosotros nos pide esto Ricardo y lo tenemos que hacer. Obviamente, la posesión de la pelota a todos los equipos nos gusta, no es lo mismo correr atrás de ella todo tiempo que tenerla y tratar de divertirse con responsabilidad, porque así es el futbol. Entonces, el equipo sí muestra otra cara. El equipo está contento”, reconoce Néstor Vidrio.
El zaguero central se congratula porque la alegría que el equipo siente en el terreno de juego se ha podido transmitir a la tribuna, apenas en el primer partido de Ricardo Antonio La Volpe en el estadio Omnilife.
“Siempre el que la afición se meta con el equipo cambia todo. No vi la entrada pero era bastante, casi un lleno. Hubo circunstancias que empezaron con el partido de Atlas, quitaron la barra, la gente hoy se conecta más con el equipo, más familiar, van niños, van mujeres. Es bonito el sentir esa tribuna, la ola tampoco la había visto en este estadio, tengo un año aquí y no la había notado. Un equipo grande tiene que ser así, tiene que pesar su estadio”, explica.
“Empezando por la gente y por nosotros”, precisa.