Los temores por los cigarrillos electrónicos, incluyendo sabores y técnicas de comercialización que pueden atraer a los jóvenes, resaltan la necesidad de regular esa industria, según un informe del Congreso estadounidense difundido el lunes.
El informe redactado por colaboradores de los senadores demócratas Dick Durbin, Tom Harkin, Henry Waxman y otros resalta varios temas que incluyen la falta de límites de edad para su adquisición y uso y la carencia de etiquetas de advertencia uniformes de los cigarrillos, que funcionan con pilas que calientan una solución líquida de nicotina y crean pavor que es inhalado.
Aunque la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) emitirá normas para la comercialización y regulación de los cigarrillos electrónicos en un futuro cercano, por ahora casi todo es posible. Una ley del 2009 dio a la FDA la facultad de regular varios aspectos de la venta y manufactura del tabaco.
El organismo dijo en un principio que pensaba ejercer su autoridad en el 2011 sobre el comercio de los cigarrillos electrónicos, pero no lo ha hecho. La propuesta regulación de la agencia fue presentada en octubre a la Oficina de Administración y Presupuesto para su revisión.
“No entiendo por qué la FDA se está demorando tanto” , dijo Durbin en una entrevista con The Associated Press. “Es obvio que cuanto más se demore, más jóvenes tendrán la adicción” .
El informe siguió a una investigación de la delegación legislativa en septiembre sobre las prácticas de nueve fabricantes de cigarrillos electrónicos.
Entre las conclusiones del informe se incluye que seis compañías analizadas gastaron más de 59 millones de dólares en publicidad y promoción de sus cigarrillos electrónicos en 2013. Varias de esas empresas dijeron que sus gastos publicitarios se duplicaron con creces entre 2012 y 2013.
La venta de cigarrillos electrónicos bajo más de 200 marcas alcanzó casi 2 mil millones de dólares en el 2013.
Durbin dijo que si la agencia “acepta la responsabilidad de este producto como lo hizo con el tabaco” puede comenzar a establecer normas para su venta y comercialización.
“Si no lo hace, temo que seguirá alcanzando las filas de nuestros niños” .
Harkin, presidente del Comité de Salud, Enseñanza, Trabajo y Pensiones del Senado, opinó de la misma manera.