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Difícil escribir a 3 días de la Navidad, más si se toma un tema relacionado con la actividad económica, cuando lo que se quiere son buenas noticias. Sin embargo hay que hacerlo y una buena noticia, como lo que acaba de reportar sobre el comportamiento del empleo en América Latina, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que durante muchos años dirigió Don Juan Somavia, quien antes en México estuvo al frente del Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales (el ILET), y que hoy dirige su décimo Director, Guy Rider, nativo de Inglaterra, exdirector de la Conferencia Sindical Internacional

La OIT es una organización tripartita en la que participan representantes de los trabajadores, los empleadores y lo gobiernos y su función principal es la elaboración y supervisión de las Normas Internacionales del Trabajo.


 

A lo largo del año publica una serie de Informes, como Tendencias Mundiales del Empleo, Informe Mundial sobre los Salarios, Informe sobre el Trabajo en el Mundo, el Boletín Internacional de Investigación Sindical y por supuesto el Panorama Laboral para América Latina, este último preparado por el Sistema de Información Laboral para América Latina y el Caribe (SIALC) de la Oficina Regional de la OIT, con sede en Panamá.

Pues bien, esta semana difundió su Panorama Laboral 2012 para América Latina, en el cual muestra un panorama positivo e histórico, con tendencia a la baja de la tasa promedio de desempleo urbano para la región y anuncia mejores perspectivas para 2013. Este crecimiento del empleo de acuerdo a la OIT, nos pone en la perspectiva para asumir como prioridad en las políticas económicas regionales y nacionales, la creación de empleos de calidad y enfrentar los problemas derivados de la informalidad. Esto significa apostarle al mercado interno.

Dice la OIT en su Panorama 2012, que “el desempleo urbano regional es de 6,4% al cierre de 2012, y que esa tendencia se mantendrá y la tasa llegará a 6,2% en 2013. Son los niveles más bajos registrados desde que comenzó a utilizarse la actual serie estadística a principios de los años 90. A pesar de la caída evidente en 2009, en 2011 fue ligeramente superior a la de 2012, con 6.7 %”.

Pero ojo, no olvidemos que se trata de promedios que agrupan a países con diferentes comportamientos y políticas, algunos van mejor y otros no están tan bien.

Dice OIT que “casi la mitad de los trabajadores de la región sólo consiguen empleos informales, lo cual generalmente implica bajos salarios, poca estabilidad laboral, escasa cobertura de la seguridad social e incumplimiento de los derechos laborales”.

En lo anterior, el salario juega un papel importante en materia del bienestar de los trabajadores. Mejorar el salario real debe estar en el centro de cualquier política de crecimiento económico, apostar a bajarlo en términos reales, es un error de política económica. Por el contrario si mejora su poder adquisitivo se alienta el mercado interno y por tanto el crecimiento económico, y en un círculo virtuoso, aumenta la inversión y por tanto la creación de más empleos.

Otras cifras que subraya la propia OIT en su Panorama 2012 son las siguientes:

– “La tasa de desempleo urbano implica que el número total de desempleados se redujo en 400 mil personas.

– Pero detrás de las tasas hay gente, y el desempleo aún es un drama para 14,8 millones de mujeres y hombres.

– La tasa de ocupación urbana aumentó 0,6 puntos porcentuales y se ubica en56,1% al tercer trimestre.

– La reducción del desempleo benefició a hombres y mujeres, aunque el desempleo de las mujeres sigue siendo 1,4 veces el de los hombres. Al tercer trimestre de 2012 el desempleo urbano de las mujeres era 7,7%, mientras el de los hombres llegaba a 5,6%.

– El desempleo juvenil urbano es de 14,3% lo que equivale a unas 7 millones de personas una baja de 0,9 puntos porcentuales con respecto al mismo período del año pasado.

– Sin embargo el desempleo juvenil se mantiene alto y es un problema de carácter estructural. Equivale a 2,2 veces la tasa general, y casi 3 veces la de los adultos.

– El empleo informal no agrícola afecta en promedio a 47,7% de los ocupados (2011, con información disponible en 13 países).

– En protección social 60,2% de los trabajadores ocupados tenían cobertura en salud y sólo 61% de los ocupados cotizaba para una pensión”.