Los teléfonos celulares vendidos en la Unión Europea (UE) deberán funcionar con un cargador de batería universal dentro de tres años, de acuerdo con una nueva legislación adoptada hoy por el Parlamento Europeo (PE).

El texto armoniza las normas para comercializar equipos radioeléctricos, incluidos teléfonos móviles, GPS, tabletas, mandos a distancia para coches y módems.

Con ello, las autoridades europeas esperan reducir los residuos y los costos para los consumidores asociados a la producción de los aparatos.

“Respondemos a los intereses de los consumidores y también a los del medio ambiente. Se va a poner fin a la aglomeración de cargadores y a 51 mil toneladas anuales de residuos”, afirmó la diputada socialista alemana Barbara Weiler, ponente del texto en la Eurocámara.

La Comisión Europea (CE) tiene ahora la misión de determinar exactamente los tipos de aparatos que deberán cumplir la nueva condición y precisar las características del cargador universal.

Los fabricantes tendrán tres años para adaptarse a la nueva legislación a partir de la ratificación del Consejo Europeo.