En muchas ocasiones algunos padres me preguntan cómo podemos ser más pacientes con nuestros hijos. La paciencia con nuestros hijos tiene una gran importancia a la hora de ser buen padre y sin duda es un camino seguro hacia la creación de una experiencia de crianza agradable y alegre.
En otras ocasiones también me preguntan, ¿Cómo puedo enseñar a mi hijo a ser paciente?.
En esta pregunta se ve la necesidad de los padres de enseñar a sus hijos habilidades que serán una parte de su carácter y en gran medida le afectarán durante toda la vida de muchas maneras.
Demasiado a menudo los padres piensan que sus hijos son “demasiado pequeños” para comprender estas cosas, pero es una habilidad de gran importancia que se puede aprender. Por supuesto, lo más importante es el modelado de paciencia que tenemos con ellos. No podemos olvidar nunca que nuestros hijos nos están observando y absorbiendo lo que ven en nosotros como pequeñas esponjas!
Dicho esto, hay 5 pasos que se pueden implementar para ayudar a tus hijos a aprender a ser paciente también.
5 pasos sencillos para enseñar a tus hijos a tener paciencia!
1. El primer paso es elegir una o dos cosas que suceden en la vida diaria de forma regular. Estos pueden variar dependiendo de la edad de tu hijo. Sugerencias serían: la hora del cuento, la merienda, tiempo de juego al aire libre, o varias actividades que no estén obligados por los tiempos específicos, tales como las prácticas de deporte, etc
2. Utilizando una de las actividades elegidas, anuncias que ha llegado el momento. Por ejemplo, Oh, ya veo que es hora de la merienda! ¿Quieres una manzana o un bocadillo de jamón hoy? …
3. A medida que tu hijo te contesta acerca de la merienda, dile que es mejor que termine el dibujo que está realizando o el libro que está leyendo porque tu necesitas terminar de lavar los platos o poner la ropa en la lavadora etc y estarás lista para disfrutar juntos de la merienda!
4. Comienza permitiendo sólo unos minutos de espera, no quieres que tu hijo se sienta frustrado … no más de 10 minutos para los más pequeños.
5. Cuando ha pasado cierto tiempo, anuncia con tono alegre que has terminado y estás lista. Es extremadamente importante alabar y agradecer inmediatamente a tu hijo por ser “paciente”. Ejemplo: “¡Ya está, los platos están listos y estoy dispuesta para que merendemos juntos. Me gusta la paciencia que has tenido, has continuado pintando y yo he podido terminar los platos. “
Cuando repites este escenario varias veces a la semana, enseñas a tu hijo a ajustar sus expectativas de gratificación inmediata y a estar bien esperando un poco. Tu hijo gana estas habilidades y aprende esta lección valiosa de la vida a través de experimentar la paciencia.
Te sugiero comenzar con tus hijos a una temprana edad. La capacidad de ser paciente es necesaria para una experiencia escolar exitosa y se convertirá en la base de cualquier actividad que incluye tratar con otras personas.
Guiar a tus hijos para adquirir el arte de ser paciente dará lugar a tantas otras virtudes que les van a afectar por ejemplo a su nivel de satisfacción en la vida.
¿Cómo ejercitas tu paciencia? Deja un comentario.