Jorrit Bergsma fijó un récord olímpico y lideró la cuarta barrida de Holanda en el patinaje de velocidad de los Juegos de Sochi, al sorprender el martes en los 10.000 metros a su compatriota Sven Kramer.
Kramer buscaba este oro más que otro, luego de dejarlo escapar en la carrera de máximo aliento en el óvalo con un inexplicable error en los Juegos de Vancouver 2010.
Pero el remate de Bergsma fue extraordinario, imponiéndose con un tiempo de 12 minutos, 44.45 segundos. Fue el tiempo más rápido al nivel del mar y batió el récord olímpico de 12:58.55 fijado por el surcoreano Lee Seung-hoon hace cuatro años.
Kramer se conformó con la plata con registro de 12:49.02. El bronce se lo llevó Bob de Jong, de 37 años.
Con su nueva barrida del podio, los holandeses acumulan un total de 19 medallas en la Adler Arena.
Las últimas cinco vueltas de Bergsma fueron por debajo de los 30 segundos, un ritmo de carrera que Kramer no pudo emular. En vano trató de acelerar. Cuando la campana sonó para la última vuelta, Bergsma ya estaba celebrando en la banca situada en el medio del óvalo.
Para Kramer fue una gran decepción, pese a que en Sochi revalidó su título en los 5.000. Su principal objetivo era redimirse de lo ocurrido en Vancouver, donde fue descalificado luego que su entrenador se equivocó y le señaló que tomara el carril equivocado.
Esta vez, Kramer sencillamente, fue derrotado.
“Estoy aturdido”, dijo Bergsma. “Durante mucho tiempo, Sven me igualaba los tiempos (de las vueltas)”.