Investigadores chilenos descubrieron unos restos óseos que corresponden a un nuevo tipo de plesiosaurio, un reptil marino de cuello alargado que habitaba en la sureña región del Biobío hace 65 millones de años.
Los paleontólogos, que publicaron los resultados de su investigación en la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology, realizaron sus primeros hallazgos en 2001 y encontraron nuevos restos en 2009.
“Lo primero que apareció fue el cráneo sin el cuerpo, pero el curioso fenómeno de la marea hizo que afloraran distintas partes del cuello del animal en 2009”, explicó hoy David Rubilar, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural de Chile (MNHN) y coautor de la publicación.
De gran tamaño y con un cuello no tan largo como su hermano del hemisferio norte (3,5 metros en vez de 5), el Aristonectes Quiriquinesis habitaba los mares del hemisferio sur durante la Era Mesozoica, que se inició hace 251 millones de años y finalizó hace 65 millones de años.
“Uno pensaría que, como son reptiles y viven en el agua, debían encontrarse por todos los océanos del mundo, pero resulta curioso que sean distintos en el hemisferio norte y en el sur. Estamos estudiando por qué es así”, comentó Rubilar.
Científicos de la Universidad de Chile y de Concepción, de la Universidad de Heidelberg, en Alemania; la de La Plata, en Argentina; de la Universidad Marshall estadounidense y del MNHN, han colaborado en el rescate de este ejemplar.
Los paleontólogos han determinado que hay suficiente material como para compararlo con el cráneo de otro reptil que apareció en Argentina en 1991.
“Era un misterio taxonómico que duró mucho tiempo, hasta que conseguimos excavar este otro ejemplar que ha permitido extraer algunas conclusiones”, señaló Rodrigo Otero, el autor principal de la publicación.
De hecho, ya en 1848 el primer director del MNHN, Claudio Gay, describió los restos de un primer ejemplar de estos reptiles marinos prehistóricos, pero los restos aislados no permitían atar cabos sueltos.
Pese a que aún no se conoce por qué la forma del cráneo es más ancha en estos reptiles del de Marzo austral, los investigadores creen que está relacionado con la dieta.
“Los plesiosarios que conocíamos antes se alimentaban de moluscos, pero aparece que el tipo de dieta puede ser la causa de ese ensanchamiento craneal”, dijo Otero.
“El volumen de agua de la boca es mucho mayor, además tiene los dientes modificados de tal forma que nos son eficientes para comer peces. Es un diente más fino”, agregó.
El linaje de este tipo de plesiosaurios se extinguió en el periodo Cretácico, posiblemente como consecuencia de los cambios en el nivel del mar.