Portugal inicia el año con una jornada de huelga de transporte público que afectó a autobuses urbanos, trenes y aeropuertos, así como al servicio fluvial que conecta las dos márgenes del río Tajo en Lisboa.

Los manifestantes mostraron su rechazo a los ajustes que recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2014, que entraron en vigor este miércoles y que incluyen severos recortes a los empleados del sector público, además de elevar la edad de jubilación de los 65 a los 66 años.

El seguimiento del paro llegó al 60% en el caso de la línea de autobuses lisboeta y en los servicios de transporte fluvial de la capital lusa, informó este miércoles el principal sindicato del sector.

Ni las empresas que gestionan los transportes públicos en Portugal ni el propio Gobierno luso han facilitado cifras de adhesión, tal y como es habitual en el país.

Sin embargo, la jornada de huelga tuvo un impacto reducido y apenas alteró el normal funcionamiento del tráfico aéreo y ferroviario.

Los paros comenzaron a última hora del martes y terminarán en la medianoche del miércoles, aunque se esperan nuevas movilizaciones para las próximas semanas.

También convocaron para este miércoles una huelga los pilotos de la base de Lisboa de la aerolínea Easyjet, aunque la empresa aseguró que la mayoría de los vuelos no se verían afectados.