El presidente Enrique Peña Nieto promulgó este viernes la reforma energética, que permite la entrada de la inversión privada en la producción de petróleo y la generación de energía eléctrica. La reforma abre la puerta a la realización de contratos con particulares en la exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo de la Nación.
“A la brevedad presentaré las iniciativas de reforma a las leyes secundarias que mantendrán el espíritu audaz y de vanguardia de la reforma energética”, señaló el mandatario en el evento de la promulgación en Palacio Nacional.
Más tarde este viernes, la reforma energética fue publicada en la versión vespertina del Diario Oficial de la Federación, y entrará en vigor mañana sábado.
Tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasarán de ser organismos descentralizados a empresas productivas del Estado, con un plazo de dos años para que esto ocurra. Mientras cambian de régimen pueden celebrar contratos con particulares a partir del marco legal vigente.
“(La reforma) mantiene y asegura la propiedad de la Nación sobre Pemex, CFE, los hidrocarburos y la renta petrolera”, afirmó Peña Nieto.
“Con esta reforma Pemex y CFE se fortalecen y modernizan, serán empresas productivas del Estado, eficientes, con capacidad y flexibilidad necesarias para cumplir su función en beneficio de toda la sociedad mexicana”, agregó.
Peña Nieto reiteró que los cambios en el sector se reflejarán en el bolsillo de los mexicanos “al reducir el costo de la luz y el gas”.
El 12 de diciembre, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y lo particular la reforma energética que modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política. La iniciativa ya recibió también la aprobación de la mayoría de los congresos locales.
Sin embargo, la reforma enfrenta la oposición de los partidos de izquierda, en especial la del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien busca frenar la reforma a través de una consulta ciudadana, que se realizaría en 2015.
La izquierda analiza también qué otros mecanismos jurídicos puede utilizar para tratar de frenar la reforma, a la que considera privatizadora de los hidrocarburos.
El presidente destacó este viernes el aumento en la calificación crediticia del país que realizó el jueves Standard & Poor’s, basada en las reformas energética y fiscal.
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“Este análisis refrenda la confianza que existe en las perspectivas de la economía mexicana y el impacto favorable de las reformas transformadoras”.