San José, California. El especialista estadounidense en fertilidad Terence Lee, quien tiene su consultorio en California, muestra la foto de una sonriente bebé en una pantalla de proyección y hace un anuncio: “Esta bebé fue comprado con bitcoins”.

No, no se trata de la compra de la niña en el mercado negro pactada en los oscuros rincones de la Internet. La pequeña nació gracias a una transferencia de embrión congelado pagada con bitcoins. Lee dice que es la primera vez que sabe de alguien que ha pagado por los tratamientos de fertilidad de esa manera, con la moneda virtual.

La bebé es hasta ahora la más grande victoria para Lee en su campaña para convencer a sus pacientes de pagarle por sus servicios con bitcoins, la moneda digital experimental que llamó recientemente la atención de Wall Street cuando su precio de cotización se disparó.

Al presente, hay 11 millones de bitcoins en circulación con un “valor de mercado” colectivo de cerca de 1,400 millones de dólares. Puedes gastarlos en línea en tiendas como BitcoinStore.com, pero no son exactamente una moneda corriente para las transacciones cotidianas.

A Lee le encantaría que eso cambiara. Él es uno de los pioneros en la economía Bitcoin, y un letrero en la puerta de su clínica detalla que acepta varias formas de pago electrónico: Visa, MasterCard o Bitcoin, aunque el letrero por sí solo no ha generado ningún negocio, admite el doctor.

“Vemos entre 10 a 40 pacientes por día, y nadie se molestó en preguntar qué significaba ese cartel”, dijo en una presentación en Bitcoin 2013, una conferencia dedicada a la incipiente moneda.

Así que Lee intensificó su campaña. Decidido a encontrar un paciente dispuesto a pagarle en bitcoins, Lee colocó un anuncio en Reddit el año pasado ofreciendo una “evaluación de fertilidad masculina” -básicamente, una prueba de esperma- a cambio de 15 bitcoins, que en ese momento tenían un valor aproximado de cinco dólares cada uno.

El cliente que finalmente tomó la oferta en realidad no estaba interesado en su conteo de esperma, señaló Lee. Él sólo quería participar en lo que pudo haber sido la primera transacción médica financiada con bitcoins en el mundo. “¡Resultó que tenía muy buen esperma!”, agregó muy alegre Lee mientras relataba el acuerdo.

Lee es algo así como un evangelista de Bitcoin por accidente. Un ginecobstetra con una vena geeky que descubrió la moneda virtual hace un año mientras navegaba por Internet. La pasión de la comunidad lo hizo adherirse.

Hasta ahora, la volatilidad de bitcoin ha beneficiado al especialista en fertilidad. Los 30 bitcoins que cobró por ayudar a concebir ese cuarto bebé valen ahora unos 3 mil 600 dólares, que compensan con creces el fuerte descuento que le ofreció a la pareja.

No obstante, todo lo que sube también puede caer. En abril, el valor de un bitcoin alcanzó brevemente un récord de 266 dólares antes de retroceder a 165 dólares apenas unas horas después. Para los comerciantes que dependen de sus ventas para el flujo de caja, ese tipo de volatilidad es un riesgo enorme.

Lee asegura que no le importaría que sus bitcoins perdieran su valor por completo, ya que él y su equipo se divierten estudiando y entendiendo la tecnología, conocen gente nueva y disfrutan de la novedad económica de manejar un nuevo tipo de moneda. Él incluso se las arregló para convertir a algunos otros clientes a la filosofía bitcoin.

El Bitcoin (signo: ฿; abr: BTC) es una moneda electrónica descentralizada concebida en 2009 por Satoshi Nakamoto. El nombre se aplica también al protocolo diseñado por el mismo autor y a la red P2P que lo sustenta. Al contrario que la mayoría de las monedas, Bitcoin no depende de la confianza en ningún emisor central, sino utiliza un sistema de prueba de trabajo para impedir el doble gasto y alcanzar el consenso entre todos los nodos.

Bitcoin es un proyecto relativamente nuevo que se encuentra en evolución. Por esta razón, sus desarrolladores recomiendan ser cautos y tratarlo como software experimental.