Estaba a punto de cumplirse un año desde aquel, 1 de julio de 2012, cuando en los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales se ventiló que Grupo Modelo habría vendido su marca a otra competidora, en este caso, belga.
Finalmente, el 2 de junio del año en curso, fue confirmada la venta oficial de Corona “la cerveza mexicana que conquistó al mundo” a Anheuser-Busch InBev, nada menos que el principal productor de cerveza a nivel global.
El punto del asunto es que el año pasado México caminaba rumbo a su proceso electoral para cambiar presidente, en ese momento la noticia de una compra-venta privada de una gran empresa mexicana pasaba momentáneamente del lado ante lo que políticamente se rumoreaba en el ambiente: el retorno del PRI a la Presidencia.
Ahora que México está cambiando en muchas áreas y el presidente Enrique Peña Nieto ha decidido con paso firme tomar decisiones serias para darle mayor impulso al país y obtener credibilidad hacia fuera y adentro con los propios ciudadanos que no le votaron, resulta que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) exige que de esta operación privada de compra-venta de Grupo Modelo, la Hacienda Pública de México obtenga, como marca la Ley, el 5% del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
En lo personal, como economista, yo opino que a esto se le llama cumplir con las obligaciones que todos los mexicanos deben tener sean personas físicas o morales.
Si en 2001, el entonces presidente Vicente Fox, decidió beneficiar a su amigo Roberto Hernández de la venta de Banamex al estadounidense Citigroup cuya operación no generó ni un solo peso a favor del fisco, esta vez, las cosas serán diferentes.
Tanto el presidente Peña Nieto, como Luis Videgaray, titular de Hacienda están dispuestos a que la operación cumpla con el articulo 60 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para que la venta de Modelo genere al gobierno mexicano un total de 600 millones de dólares.
Cabe mencionar que para los accionistas mexicanos la venta es todo un negocio: Anheuser-Busch InBev pagara 20 mil 100 millones de dólares para beneplácito de Antonino Fernández Rodríguez, Carlos Fernández González, María Asunción Aramburuzabala Larregui, Pablo González Díez y Valentín Díez Morodo; entre otros accionistas.
A COLACIÓN
Si bien en 1922 Cervecería Modelo inició operaciones de manera incipiente, fue hasta el 25 de octubre de 1925, en la era del presidente Plutarco Elías Calles que nació Cervecería Modelo S.A con accionistas navarros cuyos herederos (casi cien años después) decidieron vender toda la empresa a un reconocido grupo cervecero europeo.
La de Modelo ha sido una historia digna de un libro como el recopilado por Valentín Diez Morodo en “Corona, la cerveza mexicana que conquistó al mundo” presentado en Madrid por el propio autor quien además es presidente del Consejo Empresarial Hispano Mexicano.
Hace unos meses atrás, el empresario hispanomexicano, me hizo llegar un ejemplar del libro que precisamente recopila todo el enorme esfuerzo que hay detrás de este gran grupo empresarial.
Para mí, es una lástima que “nuestra Corona” tras décadas de luchar por una posición destacada en el gusto del consumidor nacional y en la preferencia del consumidor internacional pase a formar parte de los belgas dueños de la Stella Artois “la crema de la crema de las cervezas”.
Después de tantos años de publicidad, mercadotecnia bien perfilada, remar contra las críticas y descalificaciones por cuestiones del sabor, color o consistencia e inclusive ubicarla por debajo de las grandes como Budweiser, resulta que ya no es más orgullosamente mexicana.
Tiene un punto de inverosímil por el esfuerzo y lo cercano al primer centenario de su fundación; quizá sea resultado del cansancio de sus accionistas y sus expectativas de futuro.
Sobre todo porque Corona es, en la actualidad, una de las cervezas más buscadas, vendidas y posicionadas en el ámbito global. Le ha favorecido el cambio de gustos y tendencias.
En Europa goza igualmente de una buena cuota de mercado; en España, por cuestión de la Monarquía, la cerveza se vende como “coronita” y está a la mano en todos los supermercados grandes o pequeños, tiendas de conveniencia y restaurantes.
Cuando Grupo Modelo se listó en el Latibex, en la Bolsa de Madrid, llegaron los mariachis ante la mirada atónita de quienes se encontraban en el parqué madrileño.
Todo el mundo conoce que “Corona” o “Coronita” son cervezas que representan el espíritu mexicano con ese saber hacer que nos distingue y una calidad que nadie pone en tela de duda.
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