José Guadalupe Posada a cien años de su partida es un libro que el gobierno de Aguascalientes y Banamex publicaron en el centenario de la muerte del dibujante, ilustrador y artista.
En el Palacio de la Cultura Banamex fue presentada la publicación, con la presencia del gobernador de la entidad, Carlos Lozano de la Torre; su esposa, Blanca Rivera Río de Lozano; el director general de Banamex, Ernesto Torres Cantú; el director de Iconos de Siempre y editor del libro, Mauricio de la Cruz; la autora, Helia Emma Bonilla Reyna, y el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
Bonilla explicó que mucha de la obra de Posada “continúa a la espera de ser interpretada y explicada”. Describió que su pretensión fue doble: proporcionar con un lenguaje claro y testimonios de época, “una visión panorámica que responda a las expectativas del lector que pretenda adentrarse en el tema, incluso, por primera vez” y, por otra parte, “hacer aportaciones inéditas e importantes, de manera crítica y rigurosa, al estudio de la obra tanto en el plano documental como en el de la reflexión”.
La investigación da cuenta de la vida, obra, variedad de técnicas utilizadas y la diversidad de sus creaciones. Ahonda en algunas polémicas en torno de su figura, por ejemplo, la de las muchas técnicas utilizadas por él en su trabajo o la de su ambigua posición política.
El libro está subdivido en tres apartados: la vida y obra de Posada; la necesidad de ubicar a Posada en el contexto de la ilustración gráfica dentro del Porfiriato y una antología de la diversidad de la obra.
Montserrat Galí Boadella dice en el prólogo que Bonilla es parte de una generación de investigadores que no se centra en los problemas de la identidad cultural de México ni en discusiones ideológicas sobre el nacionalismo del siglo XX.
“He querido insistir en la diversidad y aspectos poco conocidos de la obra de Posada, y aportar informaciones inéditas que ayudarán a ampliar su comprensión”. La autora comparó la obra de Posada con un prisma de imágenes que van “de la ternura al drama, de lo sensual a lo místico, de lo chusco a lo refinado, de lo burdo a lo comercial, del halago al poder a su crítica directa”.
Torres Cantú exaltó la sensibilidad de Posada “siempre cercana a lo popular, que lo hizo ver lo que trasciende lo individual y lo efímero; fue un cronista entrañable y crítico de la sociedad mexicana”.
El gobernador de Aguascalientes describió como innovadora la investigación iconográfica y documental de Bonilla: “A 100 años de su partida, el padre de la Calavera Garbancera todavía tiene mucho qué decir a las generaciones presentes y futuras. En este centenario luctuoso, sigamos el consejo de Helia Bonilla, que nos dice: ‘Para entender de manera más justa a Posada hay que mirarlo en toda su complejidad’. Así rendiremos el mejor homenaje a quien desde una posición modesta enriqueció tan ampliamente el arte mexicano”.