Emboscada
• El asesinato de la desestabilización
-Jorge Fernández Menéndez-


EXCÉLSIOR

El candidato del PRI en Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, fue asesinado en una emboscada a seis días de los comicios estatales mismos que, según las encuestas, ganaría con mucha amplitud. En la emboscada también fallecieron varios de sus colaboradores. El asesinato del candidato abre una crisis política, institucional y de seguridad en un ámbito que no conocíamos en tiempos recientes, volvemos a estar ante el espectro de 1994, quizás con otros actores pero con un escenario que resulta muy similar aunque ahora mucho más violento y generalizado.

Rodolfo Torre Cantú era un político local con fuerte presencia, había sido coordinador de los diputados de su estado pero era médico de profesión y había sido un reconocido secretario de Salud del gabinete de Eugenio Hernández. No se le conocían, no había información oficial ni extraoficial de relaciones de Torre Cantú con el narcotráfico. Se le consideraba en ese ámbito un candidato limpio en un estado plagado de sospechas y acusaciones. Tamaulipas está en medio de una feroz batalla entre cárteles que hasta hace unos meses eran aliados.

Desde que Osiel Cárdenas fue extraditado a Estados Unidos comenzaron las versiones de que el ex jefe del cártel del Golfo podría estar colaborando con las autoridades del otro lado de la frontera. Su proceso en Houston, que fue cerrado, sin testigos, y la condena que se le aplicó, relativamente leve, de 25 años de cárcel, sumado al hecho de que no está registrado su ingreso a ningún reclusorio en la Unión Americana, alimentaron esa versión. Lo cierto es que, desde la muerte de Arturo Beltrán Leyva en diciembre, se desató una feroz lucha entre los sucesores de Osiel Cárdenas, identificados con el cártel del Golfo, quienes habrían realizado una alianza con el cártel del Pacífico que encabeza JoaquínEl ChapoGuzmán, con Los Zetas, que encabeza Heriberto Lazcano, y que se habían quedado con el control de la organización luego de la extradición de Cárdenas. La lucha ha sido increíblemente violenta en un estado donde, en particular Los Zetas, pero no sólo ellos, han jugado siempre muy fuerte sus cartas políticas. En esta ocasión, hayan sido ellos o sus adversarios los autores del atentado contra el candidato priista, saben que están generando un proceso de desestabilización inocultable.
En estos comicios la intervención y las denuncias de involucramiento del narcotráfico han sido más intensas que nunca antes. Pero lo que sigue llamando profundamente la atención es que los actores políticos denuncian a sus adversarios por sus reales o supuestas relaciones con esos grupos, pero ninguno de esos actores asume que se requiere una estrategia común para combatir el crimen organizado y frenar su penetración en la política, la economía, los ámbitos de poder. Por eso no hay respuestas, por eso no se pasa, del lamento por lo sucedido, a acciones concretas.
No nos extrañemos, porque no es la primera vez que ocurre. En los hechos que se dieron en 1993 y 1994, el proceso desestabilizador fue llevado de la mano por los grupos criminales, pero la vertiente del narcotráfico nunca quiso ser investigada ni en el asesinato de Luis Donaldo Colosio ni en la de José Francisco Ruiz Massieu. Y en ambos casos había datos que establecían una relación de esas muertes con el crimen organizado en Tamaulipas, en aquellos años con un cártel del Golfo encabezado por Javier García Abrego. En el caso de Colosio,nunca se investigó a fondo lo que ocurrió cuando el entonces candidato priista hizo retirar de una cena de apoyo en Monterrey a Humberto García Abrego, hermano y operador del jefe del cártel; tampoco se investigó la relación que podría tener Mario Aburto con una banda entonces muy poderosa en esa zona de la frontera, Los Texas, y ni siquiera el dato, que no dejaba de ser extraño, de que el revólver Taurus, con el que Aburto mató a Colosio, había sido registrado por última vez precisamente en Tamaulipas, de donde había desaparecido, para aparecer en Tijuana casi dos años después.
En el caso Ruiz Massieu las relaciones eran más evidentes. El entonces coordinador de los diputados del PRI fue asesinado por Daniel Treviño, un hombre tamaulipeco que se quiso hacer pasar como de Guerrero, fue contratado por personas cercanas a Manuel Muñoz Rocha, aquel diputado del que nunca se ha vuelto a saber, desde septiembre de 1994. Nunca quedó en claro el porqué de ese asesinato y la investigación que en su momento realizó Pablo Chapa Bezanilla buscó alejarla todo lo posible de la vertiente del crimen organizado, como aquel tristemente célebre fiscal hizo también con el caso Colosio.
Estamos, con todas las diferencias históricas, pese al tiempo transcurrido, en un contexto similar, de violencia y desestabilización, al que vivimos en 1994, pero ahora mucho más radicalizado. Entonces no se tomaron ni las previsiones ni se asumieron las enseñanzas. Tropezamos otra vez con la misma piedra, que siempre ha estado ahí y siempre hemos querido ignorarla: se llama narcopolítica.

 
Itinerario Político
Tamps: ¿de qué estamos hechos?
 -Ricardo Alemán-

 

Ayer mataron al candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú. No sólo se trata de una tragedia personal o partidaria. La agresión es contra todos los mexicanos. Mientras los motivos específicos del asesinato están bajo investigación, lo que ya sabemos es que este crimen dicta un mensaje a la ciudadanía de la delincuencia organizada: “quienes deciden no son ustedes, sino nosotros”.
Ejecutar a un candidato es intimidar a los electores, es atacar al voto, piedra angular de la democracia. Se apuñala a la democracia cuando, después de este lamentable hecho, el ciudadano ya no quiere ser funcionario de casilla, ya no quiere prestar su casa para acoger los comicios, ya no quiere ir a votar por los riesgos. El sufragio no es sólo un papel en una urna, es la materia más sólida de nuestra voluntad política. Violentar el voto es eliminar el poder universalmente reconocido de las personas comunes. La decepción por los errores de los políticos, el ascenso de malos gobernantes, su corrupción, no implican que el voto sea inútil, sino que lo hemos empleado de forma poco efectiva.
Hoy el Estado mexicano y la democracia en la que se sustenta están en juego. Estas dos palabras —Estado y democracia— no son sinónimo de personas sino de instituciones. Y es en contra de este patrimonio común que los enemigos de la sociedad están actuando. El asesinato de Torre quiere destruir la forma de organización que aún nos permite tomar decisiones de la forma más plural y pacífica que conocemos. Estos criminales buscan imponernos su ley y su dictadura.
Llegó la hora de reaccionar. Nos llegó el momento, a la clase política pero también a la sociedad. Hora de colocar a la democracia por encima de la barbarie. ¿Podremos? ¿Tendremos líderes que sepan actuar más allá de sus pequeneces y mezquindades?
La política de seguridad ya ha sido utilizada antes con fines electorales. 2009 fue el año fatídico en que así jugaron los gobernantes. Aquellos episodios hacen muy difícil que sea la confianza y el acuerdo los que prevalezcan. Y sin embargo, necesitamos que nuestros políticos actúen como adultos. Son justamente los periodos de crisis, como el actual, los que probarán de qué estamos realmente todos hechos. Si los liderazgos no son capaces de superar el rencor y los agravios del adversario, en pos del beneficio de la República, serán indignos de detentar el poder que por ahora tienen.
Cada uno, priísta, panista, perredista, petista, verde, está bajo la lupa. ¿Usarán este episodio negro de la historia como moneda para la apuesta electoral o cerrarán filas contra el enemigo común que es también el de la sociedad mexicana? Lo veremos pronto.

 Paraíso
Cepal: México es de facto un paraíso fiscal

 -Ciro Gómez Leyva-
 
Su bajo nivel de recaudación, la elevada escala de evasión y los amplios privilegios tributarios que persisten en el mercado contribuyen a ello, dice.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, afirmó que México es de facto un paraíso fiscal, debido a su bajo nivel de captación tributaria, alta evasión y existencia de regímenes especiales.
“Este país es de facto un paraíso fiscal. No es posible avanzar, querer proponer un Estado fuerte si los ciudadanos nos sentimos muy ufanos en no pagar impuestos, en evadir. Si no nos gusta cómo se está gastando, entonces cambiamos al que gasta, pero los ciudadanos tenemos que comprometernos a financiar nuestro propio desarrollo. Nos toca a nosotros financiar a los más pobres”, dijo al inaugurar el seminario “Igualdad y desarrollo en México”, en la UNAM,
Por ello consideró necesario hacer un pacto económico, social y político, en el cual, además de aumentar la recaudación fiscal, se generen empleos de calidad y bien remunerados.
“Hay un paraíso fiscal de facto porque tributa muy poco. La carga tributaria no se eleva más allá de 11 por ciento y por lo tanto es baja, cuando en América Latina el promedio es de 18 por ciento. Por lo tanto, creemos que es muy importante revisar la estructura, si bien el gobierno ha hecho esfuerzos y ha presentado propuestas en este sentido, creo que aquí es cuando debe haber un pacto entre todos los sectores para tener un Estado fuerte, que pueda otorgar los bienes públicos que la ciudadanía está demandando”, comentó.
Hay vulnerabilidades que se deben vencer, destacó, y uno de los temas que propone la Cepal es que México ponga énfasis en la inversión en investigación y desarrollo, así como en mejorar las tecnologías de la información, invertir en el conocimiento, pero eso sólo se puede lograr si existe una claridad en la forma de recaudar.
Comentó que la Cepal trae a México una agenda de tres puntos para que se analice y sea la base para formar pactos sociales, pues en su opinión estamos ante un momento en que ni el Estado ni el mercado ni la sociedad por separado pueden actuar.
“Para que haya un pacto social debe haber un pacto fiscal, que procure una estructura y una carga tributaria con mayor impacto redistributivo. Un uso eficiente, eficaz, transparente, sujeto a rendición de cuentas”, agregó.
Asimismo, debe existir un Estado en donde se pueda, a través de la política pública, garantizar umbrales de bienestar y una institucionalidad laboral que proteja al trabajador.
“El empleo es la llave maestra para resolver la desigualdad. El empleo y las políticas del mercado laboral son quizás uno de los temas más polémicos en México y por lo tanto hay que abordarlo.”
Así, recordó que México crecerá apenas por arriba de 4 por ciento en 2010, impulsado por el mercado externo, ante lo cual es necesario aplicar políticas para impulsar el consumo masivo en la población de menores ingresos, a fin de reactivar la economía interna.
“Vemos con optimismo 2010. El país se va a recuperar, asociado al repunte en Estados Unidos.”

 Felicidad
• Estaba contento
-Katia D´ Artigues-

 

Rodolfo Torre Cantú estaba contento y tranquilo. El aspirante a la gubernatura de Tamaulipas decía que las encuestas lo colocaban con buena ventaja. Confiaba en ganar la elección de manera holgada. Hace unos días le comentó a alguien de su confianza que el secretario de la Defensa, general Guillermo Galván Galván, le había enviado elementos especializados para que se encargaran de su seguridad. Gente altamente recomendada, expresó. Confiado dijo que antes de estar con él, sus nuevos escoltas estuvieron al mando del general Roberto Miranda, jefe del Estado Mayor Presidencial con Ernesto Zedillo. Miranda, militar con fama de duro, asumió la vigilancia del candidato Zedillo tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, cuando todos los servicios de seguridad estaban con los cabellos de punta. El tamaulipeco Torre Cantú se sentía, pues, en las mejores manos. Ayer, a las 8:00 de la mañana, habló con una de las personas encargadas de su relación con medios capitalinos. Le pidió que organizara, para la semana después de las elecciones, una comida en el DF con periodistas. Pidió una reunión que no fuera informativa, sino “para charlar de manera relajada”. Unas horas después de esa llamada, Torre Cantú estaba muerta.
 
 
Nombres suenan ya. Anoche empezaron a circular los perfiles de quienes podrían ocupar la nominación que correspondió a Torre Cantú. Encabeza la lista Manuel Muñoz Cano (hijo del desaparecido Manuel Muñoz Rocha), quien fue secretario local de Desarrollo Social y era el coordinador de la campaña del candidato asesinado. Se menciona con insistencia a Óscar Almaraz Smer, candidato a diputado local. Algunas fuentes señalan, con menores posibilidades, a Antonio Martínez Torres y a Marco Antonio Bernal. El asesinato ha movido las agendas de los priístas. Por ejemplo, Enrique Peña Nieto suspendió un viaje a China para estar en el cónclave del PRI.
 
 
La renuncia de la perredista Minerva Hernández a favor de la panista por Tlaxcala, Adriana Dávila, tenía contraparte: la declinación en Zacatecas del candidato del PAN, Cuauhtémoc Calderón, a favor de Antonio Mejía Haro, del PRD. Eso dicen fuentes cercanas a los supuestos acuerdos de la semana pasada entre Cesar Nava y Jesús Ortega. Ayer se dio la renuncia en Tlaxcala, pero en Zacatecas naufragó el acuerdo. Hubo rebelión panista. Calderón y Pedro Martínez, presidente estatal del PAN, citaron encuestas: “¿Por qué yo, si estoy arriba de Mejía Haro?”, habría dicho Calderón. “El que debe sumarse es el PRD al PAN, no al revés”, argumentó, según las fuentes.
 
 
Apunte final: Los 33 ombudsman del país (incluyendo el titular de la CNDH), calificados el fin de semana por Gómez Mont como “tontos útiles de la delincuencia”, firmaron ayer un documento de condena y rechazo al secretario de Gobernación. Esta es su primera reacción. Nos dicen que, apoyados en entidades internacionales, demandarán una disculpa pública al gobierno federal. Como si la administración de Calderón no tuviera suficiente trabajo, un frente abierto más…
 

 
Tradición
• Refugiados en México

– José Antonio Guevara Bermúdez
 

México es un país con una larga tradición humanitaria que se distingue por la recepción y ayuda a los refugiados que, por distintos motivos, como guerras, persecuciones por razones religiosas o políticas y violaciones masivas de derechos humanos, han tenido que huir de sus lugares de origen. Dicha tradición también se refleja en la ratificación de instrumentos internacionales en la materia y la creación de instituciones como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en 1980.
México, desde el siglo XIX, ha acogido alrededor de 200 mil refugiados. Un ejemplo del espíritu solidario fue el refugio brindado a 25 mil españoles que escaparon de la Guerra Civil. También hay que recordar a los refugiados de Centro y Sudamérica que llegaron entre los años setenta y noventa, huyendo de dictaduras y conflictos armados.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se creó la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, cuyo objetivo era responder a las necesidades que surgieron después del conflicto. Con el paso del tiempo fue evidente que el fenómeno de los refugiados no era una manifestación de cierto periodo, de una región determinada, ni de motivos de persecución limitados, por lo que se hizo necesario contar con un marco jurídico que hiciera frente a la nueva realidad. Así, en 1967 se adaptó la Convención de 1951 mediante su Protocolo, donde la definición de refugiado perdió el acotamiento temporal y espacial.
Si bien México ratificó estos instrumentos en el 2000, su compromiso con los refugiados se expresaba a través de la promoción de un marco regional de protección mediante la Declaración de Cartagena Sobre Refugiados de 1984. Dicha declaración, entre otros aspectos, desarrolla una definición más amplia de refugiado: “las personas que han huido de sus países porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado grandemente el orden público”. Desde 1990, México incluyó esta definición en la Ley General de Población, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en incluir en su legislación un concepto integral de refugiado.
Al día de hoy, nuestro país mantiene su tradición de refugio como uno de los pilares de su política de promoción y defensa de los derechos humanos en los ámbitos nacional e internacional. Sin embargo, aún no se cuenta con una legislación específica en la materia y el marco jurídico existente es limitado.
Por ello, en el pasado mes de mayo, el Presidente de la República, Felipe Calderón, presentó al Congreso de la Unión la iniciativa sobre la Ley Sobre Refugiados y Protección Complementaria, misma que subsana diversos vacíos legales, además de armonizar el derecho interno con las obligaciones internacionales de México.
La iniciativa recoge al refugio no sólo como una institución humanitaria, sino también de derechos humanos, además de contener criterios claros para el reconocimiento de la condición de refugiado, garantizando los principios de no discriminación y debido proceso. Asimismo, se establece que los solicitantes podrán contar con intérpretes y un representante jurídico. En caso de que el reconocimiento les sea denegado, se podrá apelar la decisión, respetando en todo momento los estándares del debido proceso. De considerar que existe un temor fundado de persecución en su lugar de residencia, ligado a alguna de las causales reconocidas, las personas podrán activar el procedimiento de solicitud de refugio, independientemente de su situación migratoria.
De especial relevancia son las disposiciones que se relacionan con la figura de protección complementaria, misma que puede ser otorgada a aquellos migrantes que no reúnen los requisitos, pero cuya repatriación podría implicar que sus derechos humanos fuesen violados, constituyendo una violación al principio internacional de no devolución. La protección complementaria se implementa para proteger, por ejemplo, a las personas que son susceptibles de ser torturadas de ser regresadas a su país.
La iniciativa presentada por el Ejecutivo federal no sólo recoge los aspectos más relevantes de la tradición mexicana de ayuda a los refugiados, sino que va más allá del reconocimiento del carácter humanitario, al otorgar certeza jurídica y debido proceso legal, y homologar las disposiciones de derecho interno con las internacionales, pero, sobre todo, al garantizar el respeto de los derechos humanos, basándose en los estándares más favorables.
En el marco de las celebraciones del Día Internacional del Refugiado del pasado 17 de junio, confiamos en que el Congreso de la Unión aprobará dicha iniciativa y refrendará el compromiso del país con el respeto de los derechos humanos de los refugiados, consolidando en un documento jurídico la más noble tradición humanitaria y la política de brazos abiertos que ha caracterizado a México desde su independencia hace 200 años.
Jefe de la Unidad para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, Secretaría de Gobernación.

Clase Política
 Límites a las armas

-Miguel Ángel Rivera-
 
Con toda seguridad, las armas utilizadas en el atentado contra el candidato de la alianza PRI-PVEM-Panal al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, entraron por la frontera con Estados Unidos. Por esta razón resulta más repudiable para México la decisión de la Suprema Corte de Justicia de aquella nación de no poner límites a la venta de armas a sus ciudadanos, pues sabemos de sobra que esa libertad es utilizada para negociar con criminales que operan en nuestro país.
Con la misma razón, las autoridades mexicanas no tendrían por qué limitar a sus ciudadanos para “exportar” drogas hacia el otro lado de la frontera.
La cosecha
Si el atentado criminal ocurrió en Tamaulipas, ¿por qué pedir que se suspendan las elecciones en Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz?…
Al expresar la exigencia de que se esclarezca el asesinato de Torre Cantú, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, destacó que, lamentablemente, este suceso enturbiará todos los procesos electorales y pidió evitar acciones autoritarias…
En Tamaulipas, ni el gobierno estatal encabezado por Eugenio Hernández Flores, ni la dirigencia del PRI están en favor de posponer las elecciones, pues hacerlo sería dar la razón a quienes cometieron el atentado…
El presidente Felipe Calderón, cuyos programas contra la violencia fueron nuevamente vulnerados, llamó a deponer diferencias entre partidos para emprender acciones contra la delincuencia…
El jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, coincidió en plantear una acción inmediata conjunta de los gobiernos federal y estatal para esclarecer asesinato del candidato tamaulipeco…
Los candidatos del PRI no caerán en provocaciones, van a ganar las 12 gubernaturas, las presidencias municipales y las diputaciones locales porque se dedican a trabajar y a estar en contacto con la gente, afirmó el dirigente del sector popular del PRI, Emilio Gamboa Patrón, quien en particular destacó la ventaja que ha tenido en todo el proceso el aspirante a mandatario de Sinaloa, Jesús Vizcarra…
En los intentos postreros por aumentar el caudal de votos en favor de algunos candidatos, en Tlaxcala Mireya Hernández, del PRD, declinó por Adriana Dávila Fernández, del PAN, mientras que en Oaxaca Irma Piñeyro Arias, del Panal, lo hizo por el abanderado de la Coalición PAN-PRD-PT-Convergencia, Gabino Cué…
Ayer se inició el operativo Paisano de Verano 2010, con el propósito de orientar y proteger a los mexicanos residentes en el extranjero, tanto al ingreso como a la salida del país. El Instituto Nacional de Migración informó que participarán mil 210 observadores de la sociedad civil, distribuidos en puentes y aeropuertos internacionales, garitas de ingreso, centrales de autobuses, ayuntamientos, carreteras, casetas de peaje y establecimientos comerciales diversos.

Astillero
 Río cantadamente revuelto
 Guerra contra lo político
 Premuras de FC
 Miedo extendido

-Julio Hernández López-
 
Descomposición sobre aviso y casi bajo menú: de las alianzas perreánicas que enturbiaron las aguas electorales, a la firma y traición de los acuerdos de Bucareli entre priístas y panistas para canjear votos legislativos fiscales por inhibición selectiva de esos pactos de partidismos desesperados, a la difusión desestabilizadora de grabaciones cisénicas de gobernadores priístas en conversaciones de criminalidad política, a la comisión de delitos contra la integridad personal de candidatos de diverso nivel, hasta llegar ayer al asesinato del médico tamaulipeco que daría continuidad al negocio regional. Allí está el salto cualitativo que lleva de la guerra” contra el narcotráfico a la guerra contra lo “político”. La inviabilidad electoral demostrada a punta de cuerno de chivo, las pugnas entre grupos políticos llevadas a su expresión terminal, la vida institucional convertida en esquirla o casquillo detonado.
Allí está bajo cirios el boceto alguna vez llamado “normalidad democrática”: candidatos bajo proceso penal, en la cárcel o amenazados; gobernadores en funciones exhibidos en pláticas telefónicas políticamente sucias; aspirantes a cargos y dirigentes partidistas advertidos por el narcotráfico de riesgos mortales si no obedecen instrucciones. Tamaulipas es el ejemplo contundente: nadie sabe para quién trabaja, y lo mismo el asesinato del médico es un ajuste de cuentas entre priístas inconformes con el manejo personal que de la sucesión ha hecho Eugenio Hernández, que una fórmula terrible de contención del desbordado priísmo, tratando de crear condiciones de alternancia como las que en Sonora dieron, así fueran naturales, no provocadas, vuelcos favorables al PAN. Muere el virtual gobernador que Eugenio había puesto, y ahora habrán de verse los perfiles del relevo (fantasmas del salinismo revuelan: el secretario general de gobierno es Hugo Andrés Araujo, pero no podría ser candidato sustituto; un hijo de Manuel Muñoz Rocha está en la lista de aspirantes. De pronto pareciera 1994 redivivo). Y el panismo pinolero insiste en buscar la anulación de ésas y otras elecciones que sabe perdidas, insistente en que soldados y policías federales “cuiden” los comicios de este domingo próximo, atentísimo a la creación o detección de circunstancias que ayuden a descarrilar el tren de la segunda derrota electoral escandalosa del felipismo.
Es una tragedia anunciada (pero no solamente allí, ni solamente en eso). Por ejemplo: Felipe Calderón se apresuró ayer a insertar en la irredimible lista de daños colaterales a quien fue candidato del PRI a administrar Tamaulipas. Como si fuera uno más de los 23 mil muertos por el narcotráfico a los que ha echado a la fosa común institucional de los muertos “por enfrentamientos” o por ser “sicarios”, sin asignarles siquiera el mínimo consuelo procesal de abrir averiguaciones previas e indagar causas y responsables de sus fallecimientos, el ocupante de Los Pinos dictaminó que Rodolfo Torre Cantú y varios de sus acompañantes habían caído en el marco del fuego disparado por los comerciantes de drogas, es decir, en un episodio más de la “guerra” en curso, tratando de excluir así las posibilidades de que entre las motivaciones de esos hechos de sangre estuvieran las de índole política y electoral, como si no se hubiera creado con anticipación y crudeza el ambiente de tensión y enconos que tiene hoy en vilo las expectativas electorales en varios estados del país. Calderón parecía, con el discurso y argumentos que ayer dio en transmisión televisada, más interesado en arrojar sospechas hacia ese mundillo inasible del narcotráfico y sus múltiples jefaturas e intereses, deseoso de ganar bonos para su tesis tan repetida de que la fórmula de salvación nacional pasa obligadamente por la unificación de criterios y acciones en torno a su mando e ideas, necesitado de insistir en la defensa de su personalísima “guerra” contra el narcotráfico. Escogió, además, una escenografía de combate, con los secretarios de la Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública y Gobernación, y el titular de la PGR, para mostrar luto y demostrar fuerza.
Lo cierto es que el asesinato del médico tamaulipeco ha cimbrado el escenario de la política institucional y ha inyectado en la sociedad más miedo y confusión (factores, éstos, con los que se ejerce el poder desde diciembre de 2006; con los que se pretende continuar el espinoso tramo final y con los que se alimentan las tentaciones de golpismo electoral o directo que permitan la continuidad “patriótica” del calderonismo bélico). Aquí se ha hablado con insistencia de la inviabilidad electoral, es decir, de los esfuerzos del felipismo por crear las condiciones que hagan imposible el ejercicio cívico e inaceptables los resultados, reducido el espejismo electoral a una farsa controlada por las armas y el dinero, sujeta a las amenazas de los cárteles del narcotráfico asociados al poder político dominante, prohibido para los ciudadanos el criticar, protestar, competir electoralmente si no se cuenta con la aprobación de los politizados armamentos que abatirán obstáculos a los preferidos y abrirán tumbas a los indeseados. Ayer, en Tamaulipas, en el marco de una política dominada por el narcotráfico, en la persona de un médico programado para continuar con la administración de lo real, se dio un paso más hacia el abismo institucional y político.
Astillas
Los priístas afilan cuchillos contra Calderón. Lo culpan de enrarecer el ambiente y obcecarse en arrebatar triunfos. Hoy se reunirán en la capital del país los jefes regionales denominados gobernadores… Doble derrota para la firma Gómez-Mont: directivos de comisiones estatales de derechos humanos han rechazado las palabras torpes del secretario de gobernación al calificar de tontos útiles a quienes desde la CNDH han precisado que la muerte de dos pequeños en Tamaulipas fue responsabilidad de militares; y el hermano del funcionario de Bucareli fue despedido del suculento Fonatur por andar de peleonero en un palco de estadio futbolero en Sudáfrica… ¡Hasta mañana!

Escenario Político
• Torre: crimen político; ¿quién sigue?
– Martín Moreno –
 
Desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, no se registraba un crimen político de tan alto impacto.
La ejecución del candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas y seguro futuro mandatario estatal, Rodolfo Torre Cantú, violenta, en extremo, el desafío criminal al Estado mexicano, a sus instituciones, a partidos y al propio Presidente de la República, en una guerra que claramente se está perdiendo.
Desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994, no se registraba un crimen político de tan alto impacto, como el perpetrado ayer en Ciudad Victoria, Tamaulipas, una entidad donde el crimen organizado ha sentado sus reales, ante la indiferencia y complicidad del gobernador priista, Eugenio Hernández.
Sí, la ejecución de Torre Cantú refleja el fracaso de la estrategia de seguridad federal, pero también incluye la indolencia criminal de los gobernadores -priistas, panistas y perredistas-, de alcaldes y legisladores (federales y locales), ante el avance incontenible de la violencia. Nadie queda exento de esta responsabilidad, y allí están las consecuencias.
Hoy, el crimen organizado, a través de su brazo más poderoso: el narcotráfico, ha rebasado cualquier límite. ¿Quién sigue?
¿Sigue un secretario de Estado?
¿Sigue un dirigente de partido?
¿Sigue un gobernador?
¿Sigue un líder social?
¿Sigue un periodista?
Y no pecamos de alarmistas cuando, inclusive, el 8 de noviembre de 2009, el jefe antidrogas de la Policía Federal, Ramón Pequeño, aseguró públicamente que Joaquín El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada planeaban un atentado contra el presidente Felipe Calderón en respuesta, según el jefe policiaco, al daño hecho al cártel de Sinaloa.
¿Qué tan cierta resultó esta advertencia?
Para muchos, llevaba la intención de “vacunar” al gobierno mexicano ante las acusaciones de que al Chapo se le protegía en este sexenio. No en balde se le conoce como el “capo del panismo”.
Aún más: Zambada le dijo a Julio Scherer (Proceso, 1744), que había sido una “invención que yo planeaba un atentado contra el Presidente de la República. No se me ocurriría”.
Invención o realidad, lo cierto es que nadie está ya a salvo en México. No nos extrañe que esta violencia, que hoy cobra la vida de un futuro gobernador y de tres personas más -la última encuesta de Consulta Mitofsky lo daba ganador con 60% de la intención del voto contra 30% del panista José Julián Sacramento-, se desborde aún más y llegue a dimensiones incontrolables.
En lo que va del sexenio, alrededor de 25 mil ha sido ejecutado.
Hoy, tenemos aparatos de seguridad federal, estatal y municipal, rebasados por la violencia, cooptados por el dinero, bajo un clima de terror que, a querer o no, ha sido, en gran parte, fortalecido por la guerra sucia desatada, tan sólo a cinco días de las elecciones del 4 julio.
El lenguaje del rencor y el odio entre los políticos ha sido pasto seco para que las llamas de la violencia incendien, en este momento, a la vida política del país.
Dos horas y media después del crimen, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, ofreció el desgastado discurso de expresar el “más profundo pésame del gobierno federal”. Ni modo que se alegren. “No podemos permitir este tipo de actos”.
Se equivoca Gómez Mont. Ya lo están permitiendo. Lo que quisiéramos saber es cómo piensan evitarlos.
La situación de ingobernabilidad en Tamaulipas, ante el evidente vacío de poder propiciado por el mal gobierno de Eugenio Hernández -otro ahijado de Elba Esther Gordillo-, ya había sido advertida con anticipación.
El 19 de mayo pasado, el líder nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, alertó que su partido no registraría candidatos a alcaldías en Tamaulipas y Chihuahua, ante las amenazas del narco.
Y nadie movió un dedo.
¿Qué ocurrirá en Tamaulipas el domingo próximo?
Manlio Fabio Beltrones y César Nava señalaron ayer que los comicios sí se realizarán, seguramente nombrando a un candidato emergente del PRI.
El 4 de julio se asoma, desde ahora, como una jornada electoral manchada por la sangre, el odio, la corrupción y el abuso.
¿Quién sigue?
ARCHIVO CONFIDENCIAL… Desde la burla hacia los mexicanos por parte de Javier Aguirre, con su soberbia y valemadrismo mostrados durante la conferencia de prensa que dio el sábado pasado, ya se paladeaba ese sabor al cual los mexicanos nos hemos acostumbrado: la derrota. Pero no sólo es en el futbol. Es en infinidad de asuntos nacionales. Es parte de una cultura del fracaso. Es la desgracia nació.

 
Vida Nacional
• Fuera de lugar
-Pablo Hiriart-
EXCÉLSIOR

Los 33 presidentes de las comisiones estatales de Derechos Humanos se pronunciaron en contra de las declaraciones del titular de la Segob.
Lamentables, por no decir graves, fueron las declaraciones del viernes pasado del titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, cuando en la Jornada 2010 de Prevención de la Tortura descalificó el trabajo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la recomendación 36/2010, dirigida a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Procuraduría General de la República, a raíz del asesinato de los menores Martín y Brayan, de 9 y 5 años de edad, el 3 de abril pasado, cuando viajaban con sus familiares a bordo de una camioneta en la cual fueron agredidos con disparos y granadas de fragmentación en un retén militar en Ciudad Mier, Tamaulipas.
Dijo el secretario: “Esta es la difícil tarea que nos congrega; ni ser cómplices ni encubridores de las anomalías que puedan existir dentro de las instituciones de seguridad ni ser tontos útiles de una delincuencia a la que le sirve deslegitimar, perseguir, contener, condicionar, debilitar la acción de la autoridad”.
“Deben ser perspicaces, no suspicaces”, remató Gómez Mont frente al presidente de la CNDH, Raúl Plascencia.
Pues bien, la respuesta no se ha hecho esperar y en un hecho inédito los 33 presidentes de las comisiones estatales de Derechos Humanos se pronunciaron ayer en contra de esas declaraciones. En un comunicado firmado por todos los ombudsman del país advierten que “es paradójico que los resultados de las instituciones de procuración de justicia en la nación sean mínimos en comparación con los casos (de tortura) acreditados en las recomendaciones”.
Y, de la suspicacia a la que alude Gómez Mont, advierten que “las comisiones y procuradurías defensoras no actúan por suspicacia. Sus investigaciones son efectuadas con ética, profesionalismo, estricto rigor jurídico y una metodología científica que garantizan un resultado confiable y no admiten debates propiciados por suspicacias del Estado, que debe ser el primer garante del respeto a los derechos humanos”.
La Constitución otorga a los organismos públicos de derechos humanos plena autonomía en su desempeño, el cual consiste en vigilar que el Estado garantice el respeto a las garantías individuales. Son las únicas entidades facultadas por el máximo ordenamiento jurídico para acreditar las violaciones en la materia.
De ahí lo delicado del discurso del secretario de Gobernación. Al desacreditarlas pone en riesgo la salud de la República y la integridad de nuestro sistema democrático que, como él mismo lo dijo: “Tiene que partir del respeto a los derechos fundamentales, que son la base de la legitimación política e histórica del Estado”.
Hoy, Tamaulipas en lo particular y la nación, en lo general, viven momentos delicados tras el asesinato del candidato del PRI al gobierno del estado, Rodolfo Torre Cantú, y varios de sus colaboradores. Todo apunta al crimen organizado. Por ello, nada justifica desacreditar a los organismos públicos defensores de nuestras garantías porque ello contribuye a “enrarecer” todavía más el clima político y social que prevalece en muchas zonas del país. Eso sí es estar en fuera de lugar.

 Preocupación
• ¿Hasta dónde podría llegar la violencia?

-Leo Zuckermann-
EXCÉLSIOR

Un gran desasosiego se apoderó ayer del país. Existía mucha preocupación por el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, para efectos prácticos el próximo gobernador de Tamaulipas, y seis personas más. Varias personas me preguntaron: ¿Qué va a pasar con México? ¿Hasta dónde va a llegar la violencia?
Quisiera dar una respuesta tranquilizadora, pero no puedo. Me temo que todavía no tocamos fondo en materia de violencia en México. Creo que la situación tiende a agravarse. Ojalá me equivoque. Lo deseo con todas mis fuerzas.
Por desgracia veo a México circulando cada vez más por el mismo camino que recorrió Colombia durante la década de los ochenta, cuando la violencia relacionada con el narcotráfico creció a niveles insospechados. En ese país, tan sólo en la ciudad de Medellín, hubo tres mil quinientos ejecutados en 1986. Los narcotraficantes asesinaron a muchos personajes de alto perfil: un ministro de Justicia, un procurador general, dos candidatos presidenciales y varios periodistas incluido el director del popular periódico El Espectador. También se dedicaron a explotar bombas por todo el país sudamericano. Las más mortíferas fueron la que detonaron a las afueras del edificio del DAS, el órgano de inteligencia colombiano, que dejó más de 70 muertos y la que explotó en un avión de pasajeros en pleno vuelo que mató a 107 personas. El modus operandi del llamado “narcoterrorismo” era claro: ejecuciones, asesinatos a personajes importantes y bombazos.
¿Qué tan lejos está México de este escenario?
En el rubro de ejecuciones, van más de cinco mil en lo que va de 2010. Todo indica que este año llegaremos a las diez mil. Por donde se vea, son números terroríficos.
En cuanto a asesinatos de personajes públicos, en México, hasta ahora, el crimen organizado había ultimado a periodistas y jefes policiacos en algunos estados. En fechas recientes crecieron las ejecuciones de policías federales y miembros de las Fuerzas Armadas.
Por lo que toca a personajes de alto perfil, hace mes y medio secuestraron a Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial, ex presidente del Senado y una de las figuras prominentes del PAN. A la fecha, el caso sigue sin resolverse. Un día antes del secuestro de este político famoso, los criminales habían asesinado a Mario Guajardo Varela, candidato del PAN a la presidencia municipal de Valle Hermoso en Tamaulipas. En el atentado, murieron también su hijo y una tercera persona.
Ayer le tocó el turno a Rodolfo Torre, candidato del PRI a gobernador del mismo estado quien, según las encuestas, iba a ganar el próximo domingo por un amplio margen. En esta emboscada perecieron otras seis personas. Se trata, hasta ahora, del asesinato del político de mayor nivel desde que comenzó la guerra en contra de la delincuencia organizada durante este sexenio.
Quedan los bombazos. Aquí hay que reconocer que ha habido casos muy menores en México, sobre todo en cajeros bancarios con artefactos de manufactura casera. Además, ni siquiera existe la evidencia de que estos hechos estén relacionados con el crimen organizado.
En fin, que el asunto de la violencia en México se pone cada día peor. Después del asesinato de Rodolfo Torre el día de ayer, nos queda una sensación de que el país llegó a un nuevo fondo en materia de violencia. La mala noticia es que podría empeorar más, como sucedió en la Colombia de los ochenta. La buena noticia es que, también como ocurrió en aquel país, eventualmente se llega a una situación tan insoportable que Estado y sociedad se juntan para combatir el flagelo de una violencia desbocada.

 PRI y PRD
• Sugieren PRI y PRD posponer jornada
-Héctor Aguilar Camín-

 
La dirigencia del PRD en la entidad y los diputados mexiquense federales del PRI coincidieron en que es necesario posponer las elecciones del domingo no sólo en Tamaulipas, sino también Sonora, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Baja California, ya que no existen condiciones de seguridad en el país.
La dirigencia del PRD en la entidad y los diputados mexiquense federales del PRI coincidieron en que es necesario posponer las elecciones del domingo no sólo en Tamaulipas, sino también Sonora, Veracruz, Puebla, Oaxaca y Baja California, ya que no existen condiciones de seguridad en el país.
El diputado mexiquense federal, José Luis Velasco Lino, calificó el asesinato del candidato del PRI en Tamaulipas, Rodolfo Torres Cantú, como la segunda muerte más dolorosa para el tricolor, después de Luis Donaldo Colosio, en lo que coincidió el líder del tricolor en la entidad, Ricardo Aguilar Castillo, quien calificó el asesinato como un agravio al sistema de partidos.
Velasco Lino recordó haber estado el domingo con el candidato de Tamaulipas y observar la simpatía del electorado hacia el priista, por lo que se dijo consternado con la noticia.
Advirtió la ausencia del electorado en las urnas y la antesala de unas elecciones violentas en todo el país si los políticos no cierran filas.
En su oportunidad, el legislador perredista Juan Hugo de la Rosa, señaló que el riesgo latente es el abstencionismo, no sólo en los comicios del próximo domingo, sino en las presidenciales y las locales en la entidad.
“Este acontecimiento genera incertidumbre y miedo en el electorado ante la posibilidad de que el mismo día de la elección la gente decida no acudir a las urnas”.
El diputado del sol azteca se dijo preocupado por la situación que se vive en el sur del estado, donde la violencia cada vez es mayor, motivo por el que insistió en que es necesario tomar medidas drásticas para evitar llegar así en los próximos comicios.
En tanto, a través de un comunicado el dirigente mexiquense tricolor, Ricardo Aguilar Castillo, exigió justicia y el inmediato esclarecimiento de este artero crimen que “es un agravio irreparable no sólo al PRI, sino al sistema de partidos políticos, a la democracia y a la política toda, porque daña irremediablemente el proceso para la renovación del Poder Ejecutivo de Tamaulipas”.
A decir del líder del PRD mexiquense, Luis Sánchez Jiménez, la muerte del candidato en Tamaulipas, es la antesala de unas elecciones violentas en el país y en la entidad mexiquense.
“Ya fue asesinado un candidato a la presidencia municipal y muchos otros rechazaron las candidaturas; esto es un ambiente electoral que nunca habíamos vivido y es por eso que los políticos de todos los partidos nos debemos unir para evitar que ello siga sucediendo”.
Consideró que la delincuencia electoral no sólo busca tener atribuciones en la selección de los candidatos, sino que también quiere incidir en los resultados de las elecciones del domingo, por lo que deben tomarse cuanto antes acciones contundentes como bloquear las finanzas de los carteles, “tienen invertida una parte en el circuito financiero pero lamentablemente nadie ataca por ahí a pesar de que eso los estaría doblando”.

 El Asalto a la Razón
• Blatter pide perdón a México e Inglaterra por errores arbitrales
-Carlos Marín-

 
El presidente de la FIFA reconoció que “no tendría sentido, ante la evidencia de estos errores, no reabrir el debate sobre el uso de las nuevas tecnologías en el arbitraje”.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha pedido perdón a las delegaciones de México e Inglaterra por los errores arbitrales que sufrieron en sus partidos contra Argentina y Alemania, respectivamente, y ha anunciado la reapertura del debate sobre el uso de nuevas tecnologías en el arbitraje.
Blatter hizo hoy ante la prensa internacional un primer balance del primer Mundial africano, el día en que se cierran los octavos de final con los partidos Paraguay-Japón y España-Portugal.
“He hablado con las delegaciones de México e Inglaterra y les he dicho: lo siento. Ellos me dieron las gracias y aceptaron que los errores arbitrales forman parte del juego, aunque hayan contribuido a eliminarlos”, afirmó el presidente en alusión al gol en fuera de juego del argentino Carlos Tevez a México y al del inglés Frank Lampard no concedido contra Alemania.
Blatter reconoció que “no tendría sentido, ante la evidencia de estos errores, no reabrir el debate sobre el uso de las nuevas tecnologías en el arbitraje”.
“En la mesa del presidente hay un dossier sobre este asunto porque es evidente que algo hay que cambiar, pero los errores arbitrajes no son el fin del fútbol. No es competencia nuestra hablar de los árbitros. Cruzo los dedos para que de aquí hasta el final no se produzcan más errores”, prosiguió.
Blatter anunció un nuevo concepto: “la mejora del control del partido”, que está actualmente en estudio, y entre las medidas figura la incorporación de dos nuevos asistentes, “dado que el reglamento del fútbol establece que debe haber un solo árbitro, pero no dice exactamente cuántos asistentes, por lo que no habría que cambiar las normas básicas”.
“El fútbol es tan importante, no sólo en el aspecto deportivo, sino también en el social y en el económico, que es preciso avanzar en el control de partido porque es cierto que en los estadios hay 32 cámaras de televisión, pero el ser humano que controla el partido dispone sólo de sus dos ojos”, explicó.
Blatter agradeció a los 32 equipos su participación en el Mundial. “Les doy las gracias por su actuación y por aceptar los errores arbitrales aun cuando hayan contribuido a su eliminación”.
“A la vista de la experiencia en este Mundial, no tendría sentido no reabrir el debate sobre el uso de las nuevas tecnologías. El tema estará sobre la mesa en una reunión de la IFAB (International Football Association Board), el mes que viene en Gales”, apuntó.
El presidente siguió mostrándose, no obstante, escéptico acerca del uso del vídeo. “Hay veces que incluso la cámara no puede ver lo que ha ocurrido en la línea de meta, solo ve el ángulo que le asignan, y en el caso del gol (de Tevez) a México, para analizar esa jugada no hacía falta tecnología”, subrayó.
Blatter no está de acuerdo en que se interrumpa el juego para analizar una jugada, “porque de ese modo es posible que estemos impidiendo una nueva jugada de gol, ya que el fútbol es un juego que no se detiene”.
“Es bueno, en cualquier caso, debatir sobre estos temas, pero la FIFA tiene que adoptar medidas para que esto no vuelva a suceder porque, naturalmente, deploramos que se cometan errores”, insistió.
Blatter rechazó tajantemente “que se pueda poner en duda la integridad de los árbitros o del juego, porque ellos (los árbitros) juzgan lo mejor que pueden. Si se duda de ellos, entonces sí pongo el veto”, afirmó.

No le tiene mideo?
• El descuido que le costó la vida
-Pedro Ferriz-
EXCÉLSIOR

¿No le tiene miedo al narco? Preguntamos a Rodolfo Torre Cantú, asesinado ayer en Tamaulipas, durante una cena celebrada hace semanas en la casa de una conocida columnista de la prensa nacional. El candidato del PRI al gobierno de la convulsionada entidad, terreno de disputa entre el cártel del Golfo y Los Zetas, respondió, con voz tranquila: “No”
Hasta entonces, Torre Cantú no había recibido amenazas ni mensajes encriptados. Por lo menos eso fue lo que nos dijo. Hablaba, eso sí, de la necesidad de abrir oportunidades a los jóvenes que no estudian ni trabajan -los famosos ninis- y evitar que sean reclutados por los cárteles de la droga. Pero también de programas de prevención, de multiplicar las canchas deportivas, de darles mejores perspectivas. Nada de llamar la atención.
A pesar de todo, no se excedía en la confianza. Por sus colaboradores supimos que el candidato anduvo siempre en una camioneta blindada. Le gustaba presumir que la suya tenía un blindaje más alto que la que transportaba a Minerva Bautista Gómez, subsecretaria de Seguridad Pública de Michoacán, cuando la emboscaron. Esa camioneta resistió más de 250 balas de alto calibre, y hoy es exhibida como modelo de protección.
Pero ayer tuvo un descuido. Mandó por delante el vehículo blindado. Uno de sus cierres era en Valle Hermoso. La zona es peligrosa. Allí mataron a José Mario Guajardo, candidato del PAN a la alcaldía de ese municipio, apenas en mayo pasado. El comando que lo ejecutó sabía que la camioneta que lo transportaba al aeropuerto no estaba blindada.
A las ocho de la mañana, Torre Cantú habló con una colaboradora que se encontraba en la Ciudad de México. Le avisó, entre otras cosas, que iba a Valle Hermoso. “Allí está muy feo”, protestó la mujer. “Hay que ir con todos los tamaulipecos al cierre”, replicó el candidato. Pero nunca llegó a su destino. Los criminales dispusieron otra cosa.
n La muerte de Torres Cantú es un parteaguas en la guerra al narco. El Estado está contra la pared. Requiere toda su fuerza para dar una respuesta contundente. El presidente Calderón lo sabe. Reunió ayer de urgencia al Consejo de Seguridad, pero también se comunicó telefónicamente con los dirigentes de los partidos y con coordinadores parlamentarios. Les pidió “cerrar filas” frente al crimen organizado.
No habló con Alejandro Encinas. El coordinador de los diputados del PRD, sin embargo, confirmó la llamada del jefe del Ejecutivo a sus pares, sabe de algunos, pero también a los jefes de los partidos. El diputado está consciente de lo delicado de la situación. Nos hizo notar que, aun cuando su partido no reconoce a Calderón, nunca ha regateado, ni lo hará, cambios a las leyes, o un mayor presupuesto, cuando de combatir al narcotráfico se trata. “No entiendo la señal ni tengo claro hasta dónde quieren llegar (los narcos). Pero esto no se puede quedar así. Hay que sentarse a discutir una estrategia. El tema requiere de la seriedad de todos”, puntualizó el legislador amarillo.
n “Fue un contragolpe a Beatriz Paredes”, repuso Fernando Belaunzarán, delegado del PRD en Tlaxcala, al explicar las razones que llevaron a Minerva Hernández, candidata del amarillo al gobierno de la entidad, a la polémica decisión de declinar a favor de la abanderada del PAN, Adriana Dávila Fernández.
El hombre asegura que la dirigente nacional del PRI, originaria de Tlaxcala, utilizó los instrumentos a su alcance, incluida la cooptación de perredistas, para que la senadora con licencia declinara, sí, pero a favor de Mariano González Zarur, abanderado del tricolor. “Hubo ofertas muy fuertes en ese sentido”, asegura el ex ceuista.
Parar en seco a Beatriz era de capital importancia para Los Chuchos. No podían permitir que se declinara a favor del candidato del PRI en Tlaxcala. Hubiese significado un grave revés a la política de alianzas de la dirigencia nacional. Simplemente quedarían en ridículo.

Fue entonces que convocaron a una “reunión de emergencia” para tomar decisiones internas. La encabezó Jesús Ortega, dirigente nacional del partido. Se realizó el pasado viernes en la casa de Minerva en Tlaxcala. La “acción grosera” de Paredes -así la calificó Belaunzarán- no dejaba otro camino.

Los perredistas pactaron al día siguiente con el PAN. El anuncio levantó mucho polvo. Belaunzarán jura que una “minoría” de perredistas quisieron aprovechar el río revuelto para llamar a votar por Mariano, pero el grueso respaldó la polémica decisión que, asegura, implica un cogobierno, en caso de que Díaz alcance el triunfo.