Alianzas
• Las alianzas y los gobernadores
-Jorge Fernández Menéndez-
EXCÉLSIOR
El PRI recuperó tres estados donde no hubo alianzas, pero la magnitud de los perdidos no se puede equiparar con lo que se ganó.
Las alianzas funcionaron y quienes creÃmos que no iban a hacerlo nos equivocamos.
De eso no hay duda: ganaron en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
No ganó Xóchitl Gálvez, pero obtuvo un envidiable 45% y en Durango prácticamente empataron con una diferencia mÃnima para el PRI.
Es verdad que éste recuperó tres estados donde no hubo alianzas: Zacatecas, Aguascalientes y Tlaxcala, pero la magnitud de los perdidos no se puede equiparar con lo que se ganó.
 El caudal electoral de Oaxaca, Puebla y Sinaloa será muy importante de cara a 2012.
Sin embargo, se debe ir un poco más allá en el tema.
Las alianzas funcionaron porque, en última instancia, se nutrieron de las divisiones del PRI.
En Oaxaca, Gabino Cué habÃa apostado a ello desde que inició la campaña y lo logró: una buena parte del PRI, que aparentemente apoyaba a Eviel Pérez Magaña, terminó votando por Gabino, de otra forma no se puede explicar la magnitud de la diferencia obtenida por este buen candidato opositor.
Ese es otro punto importante: Gabino era, lo habÃa sido hace seis años, pero ahora llegaba mucho más fraguado, un buen candidato que logró colocarse en el centro y no tener que etiquetarse demasiado ni con el PAN ni con el PRD.
El desafÃo de Gabino será mantenerse en ese centro en un estado donde los actores de la alianza, en donde hay de todo, querrán cobrar sus cuotas.
Pero, si se aleja de la lógica de cuotas, tiene el equipo y el talento para conservar ese espacio y esas interlocuciones.
En Puebla, la operación debe haber sido muy mala en las últimas semanas, porque Javier López Zavala comenzó con una amplia ventaja sobre Rafael Moreno Valle y la fue perdiendo en forma acelerada.
El factor magisterio parece haber influido en la elección, pero más aún las fallas de operación del priismo local y la capacidad de Moreno Valle de movilizar (lo mismo ocurrió en Oaxaca) a electores fuera del voto duro partidario.
En Sinaloa también falló la operación en el priismo local, pero allà probablemente eso fue desde un inicio.
El PRI podrÃa haber zanjado la ruptura Vizcarra-Malova con un candidato como Óscar Lara.
Y en el proceso electoral alguien los engañó porque siempre en el equipo de Vizcarra sus encuestas lo daban por ganador.
Pero no es un dato menor que, de una u otra forma, todos los que derrotaron al PRI provengan del PRI.
 El caso más extremo es Malova, quien hasta hace unas semanas era senador y militante de ese partido.
Y tampoco es menor comprobar que el PRI se engañó a sà mismo con los resultados de las elecciones federales y dejó la decisión de las candidaturas tan en las manos de los gobernadores que éstos optaron por una lÃnea de continuidad tan directa, que rompió los acuerdos internos.
 Pecaron de soberbia: con quien sea ganamos, parecieron pensar.
PonÃamos el ejemplo de Sinaloa, con la opción, desechada, de Óscar Lara, pero lo mismo podrÃa haber ocurrido en Puebla o en Oaxaca (sobre todo allÃ) y con ello se hubieran desactivado muchas alianzas opositoras, públicas y de facto.
¿Qué hubiera sucedido en Chihuahua si Reyes Baeza, en vez de apoyar a César Duarte, que tiene historia y peso propios, hubiera preferido a alguien menos conocido, pero eminentemente suyo?
Otro factor a considerar es que los gobernadores en funciones, teniendo mucho poder, eso es indudable, no poseen tanto como para ignorar a las otras fuentes de poder en sus estados.
Hay ex gobernadores que jugaron en todo esto papeles clave: en Oaxaca, la relación de Gabino Cué con Diódoro Carrasco es inocultable, y Diódoro demostró que sigue teniendo peso en la entidad.
Es uno de los triunfadores de esta jornada.
 Incluso el acuerdo tácito, y desde mi punto de vista tan cuestionable, de la alianza con José Murat, le dio a Cué votos importantes.
En Sinaloa, la candidatura de Malova no se hubiera explicado sin el apoyo de Juan S. Millán (cuya única condición era que el candidato no fuera Vizcarra), pero también sin la suerte de abstencionismo de hombres de tanta influencia local, como Francisco Labastida.
En Puebla se asegura que el ex gobernador Melquiades Morales tampoco operó para la campaña de López Zavala y, sin duda, la fuerza del magisterio, en ese caso de Elba Esther Gordillo (en realidad Moreno Valle es un candidato suyo) fue un factor determinante.
Los mandatarios actuales tienen más poder que nunca antes, pero se olvida que los ex gobernadores y otros factores de poderes locales y nacionales también conservan márgenes mucho mayores que en el pasado.
Allà fue donde las alianzas funcionaron.
El punto ahora es ver qué tanto quedó afectada por ellas la gobernabilidad del paÃs después de tantos desencuentros y polarización.
Itinerario PolÃtico
• Inicia el “despeñaderoâ€
-Ricardo Alemán-
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Peña, el verdadero damnificado. Beltrones, más que un “Plan Bâ€.
Con toda razón, campea la euforia de triunfo entre aliados azules y amarillos: César Nava y Felipe Calderón, además de Jesús Ortega y Manuel Camacho.
 Y es que, más allá de victorias electorales —que con el tiempo pondrán a cada quien en su lugar—, se cumplió la meta estratégica del ayuntamiento de izquierda y derecha.
¿Y cuál era ese objetivo?
Todos lo saben: derribar del imaginario colectivo “el mito†de un Partido Revolucionario Institucional invencible rumbo a 2012.
Pero lo que menos importa a pragmáticos del poder —a Calderón, Nava, Ortega o Camacho y a muchos otros cuya divisa es el poder por el poder— es que el PRI haya sido derrotado por el propio PRI.
Lo importante ahora es que el tricolor ya no parece invencible en su potencial regreso al poder presidencial.
Y con las victorias de Oaxaca, Puebla y Sinaloa lo lograron.
Por eso —y porque en la soberbia de su medianÃa polÃtica se negó a ver la realidad—, el gran derrotado del 4 de julio es Enrique Peña Nieto, el aventajado presidencial priÃsta que no sólo probó que no es intocable, sino que a partir de hoy conocerá el rigor de la guerra sucesoria, no sólo de parte de azules y amarillos, sino de los propios tricolores.
 En realidad, a partir del 5 de julio empezará el “despeñaderoâ€.
Está claro —para todo el que quiera verlo— que Peña Nieto ya no es el invencible, tampoco el intocable, y menos la única esperanza para el regreso del PRI.
¿Por qué? Porque las derrotas tricolores de Oaxaca, Puebla y Sinaloa son obuses que impactaron con toda su carga destructiva bajo la lÃnea de flotación de los “empeñados†en las aspiraciones presidenciales del mexiquense.
 ¿De quiénes estamos hablando?
Todos saben que los gobernadores Ulises Ruiz, Mario MarÃn y Jesús Aguilar Padilla —y sus respectivos sucesores— eran parte fundamental de “la Corte†de Peña.
En pocas palabras, que con la caÃda de Ulises, MarÃn y Aguilar se rompió un puente entre Peña Nieto y la futura dirigencia del PRI, la cual estarÃa presidida por el hoy derrotado gobernador de Oaxaca.
Luego del 4 de julio, el escenario es totalmente distinto.
 Los nuevos gobernadores de Oaxaca, Puebla y Sinaloa —Gabino Cué, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdés— son activos polÃticos de AMLO, de la profesora Elba Esther Gordillo y de Manlio Fabio Beltrones.
Por cierto, Beltrones también gana en Aguascalientes y Tlaxcala, con Carlos Lozano de la Torre y Manuel González Zarur, además de que ganó en las anteriores elecciones de Yucatán, Querétaro y Campeche, con los gobernadores Ivonne Ortega, José Calzada y Fernando Ortega, y en 2011 se podrÃa alzar con el triunfo en Guerrero, con Manuel Añorve.
Pero eso no es todo, el “despeñadero†también se refleja en lo cerrado de las elecciones como las de Durango e Hidalgo, en donde quedó severamente cuestionada la eficacia de los operadores y apoyos provenientes del Estado de México.
Es decir, que las cuentas que presentarán “los muchachos†de Peña Nieto luego de la jornada del 4 de julio habrán sido un fracaso.
Más aún, el fenómeno del “despeñadero†es tal que ya hoy la pregunta no es si “regresará el PRI sin Peña Nietoâ€.
No, hoy se cuestiona: ¿sobrevivirá Peña Nieto la guerra de 2011 y 2012?
Y es que a partir del 5 de julio empezó “la otra guerraâ€, la que librarán partidos y polÃticos por la candidatura presidencial y luego por “la silla grandeâ€.
Y en esa guerra, azules y amarillos ya empezaron la demolición de Peña Nieto, en tanto intramuros del PRI el “despeñadero†es un hecho.
Y en esa pelea las piezas podrÃan cambiar de manera radical.
 ¿Por qué? Porque Peña Nieto ya bajó a nivel terrenal.
Y en el suelo se someterá a las reglas terrenales.
AsÃ, es muy probable que la presidencia del PRI quede en manos del grupo de Manlio Fabio Beltrones, además de que el propio Beltrones ya escaló de “plan B†a una disputa de tú a tú con Enrique Peña Nieto —no en el terreno de popularidad y marketing, sino de la eficacia—, y que en 2012 el PRI buscará más que un “muñeco de pastelâ€.
Por lo pronto, en las próximas horas se podrÃa producir el primer acercamiento entre el PRI de Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones con el presidente Calderón.
Y no sólo hablarán de unidad y luchas conjuntas contra el crimen.
No, hablarán de elecciones, triunfos y derrotas, de alianzas y agravios mutuos, y de la necesidad de caminar juntos.
¿Quién capitalizará esa nueva etapa? No será Peña Nieto, quien de julio de 2010 a julio de 2011 será el blanco de todos los ataques.
El nuevo jefe de grupo podrÃa ser Manlio Fabio Beltrones.
EN EL CAMINO.
Dicen sus amigos que Mario López Valdez, Malova, recibió amenazas de muerte desde horas previas al 4 de julio.
 ¿Quién lo cuidará…? Por cierto, en Durango el PRI da signos de abandonar a su candidato.
¿Será?
La Historia en Breve
• Camacho, López Obrador y la alianza del 2012
 -Ciro Gómez Leyva-
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¿Larga vida a la alianza PRD-PAN?, le pregunto a Manuel Camacho, el ingeniero de esa alianza y uno de los grandes ganadores del domingo.
“Suficiente para que el gobernador del Estado de México sepa que, si desde 1991 a la fecha, el PRI nunca gana más de 40 por ciento de los votos ahÃ, esa elección está totalmente en riesgoâ€, responde con un almanaque en la cabeza.
“Para nosotros, lo más importante es pensar en el 2012.
Y lo que veo en el 2012 es una alianza de las fuerzas de izquierda y las fuerzas ciudadanas que le ofrezca al paÃs una opción progresista frente al statu quo. Esto que era impensable hace dos meses, comienza a configurarseâ€.
Camacho está muy contento, pero no quiere despegar los pies de la tierra.
Pide ir ya, jueves o viernes, al diálogo polÃtico convocado por el presidente Calderón:
“No hay razón para esperar más tiempo, para quemar el oxÃgeno ciudadano que se ganó el domingo.
El PRI calculó que llegarÃa con toda la fuerza. Ahora tendrán que reconsiderarâ€.
— ¿El factor López Obrador después del 4 de julio?
—Si algo quedó claro es que si no hay unidad de las izquierdas, incluso en las zonas donde la izquierda tiene ventaja, la izquierda pierde, Se comprobó de forma plena en Zacatecas.
En el caso de Andrés Manuel, tenemos que ir a una negociación de otro género.
Tenemos que ir a un acuerdo polÃtico.
SerÃa un gran error no entender de qué lado estuvieron el domingo las inquietudes de los ciudadanos.
 En Puebla, Oaxaca y Sinaloa el movimiento ciudadano, el voto switcher, las clases medias, los excluidos se la jugaron por el cambio.
Si alguien dice que eso no cuenta, pues entonces está perdiendo sensibilidad frente a los hechos sociales y polÃticos que están ocurriendo en México.
Campos ElÃseos
• Alternancia polÃtica sin seguridad pública
– Ernesto López Portillo-
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Para quienes creemos que la democracia no se agota en el voto, sino que implica garantizar el ejercicio efectivo de todos los derechos fundamentales, las evidencias son irrefutables y nos permiten afirmar que la transición democrática en México ha fracasado.
Los arquitectos de la transición democrática mexicana centraron sus baterÃas en la construcción de un complejo marco normativo e institucional, encargado de garantizar las mejores condiciones posibles para los procesos electorales.
Hasta cierto punto, lo lograron —mucho más en el terreno federal que en local—.
Vino entonces la alternancia y, con ella, la mala noticia: la diversidad de colores en los gobiernos no consolidó un ambiente competitivo de calidad de gobierno y la prueba está en la debilidad de los mecanismos de rendición de cuentas.
IronÃa de la historia: gobiernos diversos con similar debilidad en la rendición de cuentas.
Ganamos competencia electoral, pero no ganamos gobiernos efectivamente democráticos.
Ahora tenemos gobiernos ganados por partidos polÃticos diversos y el ciudadano promedio no tiene una mejor calidad de vida.
La polÃtica de la seguridad pública es una de las vÃctimas de todo esto, por caso, la más visible entre el abanico de polÃticas públicas más o menos disfuncionales.
En suma, en la medida que la transición polÃtica no viene generado gobiernos en efecto democráticos, en esa misma medida no logra producir polÃticas de seguridad pública eficaces y democráticas.
Visto desde otro ángulo, el origen más profundo de la inseguridad está en la persistencia de un régimen polÃtico que cercó sus alcances democráticos en ciclos electorales que, por cierto, sólo de manera excepcional convencen a todos.
Es un supuesto generalmente aceptado que el ejercicio del voto funciona como mecanismo de rendición de cuentas.
 En teorÃa, se vota a favor de un buen gobierno y se vota en contra de un mal gobierno.
¿Es as� Cuando menos desde el estudio de la seguridad pública, no hay evidencia alguna que nos permita trazar una relación entre los resultados de los gobiernos en la materia que nos ocupa, y la dirección del voto.
En cambio, sà hay evidencia de que el voto lleva al poder a gobiernos que no traen ofertas innovadoras, creativas y democráticas en seguridad pública, al tiempo que mantiene en el poder a gobiernos que no entregan buenas cuentas en cuanto a la misma.
Sólo hay que cruzar los datos de las últimas dos décadas en México para encontrar que el voto y la seguridad pública parecen ir por cuerda separada.
Todo lo anterior nos lleva a una conclusión estremecedora: el régimen polÃtico mexicano es refractario ante la crisis de inseguridad.
El cambio estructural de las polÃticas de seguridad pública no llega ni “por arriba†ni “por abajoâ€.
Quiero decir, los gobiernos no implantan desde ejercicios innovadores las polÃticas públicas profesionales y especializadas que nos den comunidades seguras, y el voto tampoco las exige.
No sé si vendrán los ajustes en las reglas del juego polÃtico para construir una democracia que haga valer los derechos fundamentales de los gobernados; pero no tengo duda de que las evidencias empÃricas disponibles nos permiten proyectar la ampliación y profundización de la crisis de inseguridad y violencia.
El carácter refractario del régimen ante la crisis de inseguridad arroja y arrojará saldos acumulados, hasta un punto que no podemos anticipar.
Que no se engañen quienes ocupan el poder público: no hacer algo distinto frente a la inseguridad, equivale a reproducir las dinámicas que la empoderan.
Repetir polÃticas, reformas normativas e institucionales, estrategias y acciones que no pasan por el tamiz de la rendición de cuentas, es decir, que no pueden ser justificadas en cuanto a los recursos aplicados y los resultados conseguidos, sólo equivale a meter más leña al fuego.
La inseguridad seguirá evolucionando, a menos que el régimen polÃtico mute.
Por lo pronto, la alternancia no funcionó.
Director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia, A.C.
Bucareli
• Los 5 resultados ocultos de la elección
– Carlos Loret de Mola-
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.- 4 de julio: el dÃa que Peña Nieto se volvió alcanzable.
En Los Pinos su popularidad los tenÃa desencajados, en el PAN no sabÃan cómo ni con quién, en el PRD no encontraban ruta para ubicar a cualquiera de sus aspirantes cerca… hasta ayer.
 Las derrotas del PRI en Oaxaca y Puebla han demostrado que no hay gobernador poderoso, autoritario, que use recursos públicos y/o represores, que sea invencible.
Que no toda la capacidad de operación y presión de un mandatario estatal puede trasladarse en automático a su “delfÃnâ€.
Y que podrán ser esquizofrénicas e incongruentes, les podrán decir bodas gay o engendros, pero las alianzas PAN-PRD funcionan.
2.- Al Presidente le salió. Calderón tomó la decisión de anteponer el manejo del PAN al del gobierno, la polÃtica partidista sobre las polÃticas públicas: rompió con sus aliados del PRI, orilló a su secretario de Gobernación a renunciar a su partido por las alianzas y fue el verdadero jefe de campaña del PAN.
 Todo, por dejar al panismo con menos desventaja de cara al 2012.
Además, niveló el terreno para volver a iniciar la negociación polÃtica con el PRI en una posición de igualdad.
Le salió.
3.- La mentira del marcador 9-3 a favor del PRI.
Los priÃstas están diciendo que no se les puede ver como los derrotados de la jornada, pues llegaron al 4 de julio con nueve gubernaturas y salieron con nueve.
Que si perdieron Oaxaca, Puebla y Sinaloa, recuperaron Tlaxcala, Zacatecas y Aguascalientes.
El problema es que a los partidos les interesan los estados en función de su número de habitantes, pues eso les da reserva de votos, más presupuesto y más diputados.
 Hagamos la cuenta: caben dos Zacatecas en Sinaloa, tres Aguascalientes en Oaxaca y cinco Tlaxcalas en Puebla.
 El PRI fue derrotado. Y además creó la expectativa de 12-0.
4.- Los triunfadores Nava y Ortega.
El candidato vencedor por la alianza PAN-PRD en Sinaloa era priÃsta hace cosa de 100 dÃas.
 El ganador en Oaxaca es de Convergencia, cercanÃsimo a López Obrador.
El de Puebla es un cuadro de Elba Esther Gordillo. Hasta si llegan a quedarse con Durango serÃa con un aspirante que militaba en el PRI apenas en enero.
 Ninguno tiene nada que ver con el calderonismo panista ni con “Los Chuchos†del PRD, pero tanto César Nava como Jesús Ortega levantan los brazos al ser los que cristalizaron las impensables coaliciones vencedoras y sienten propios los triunfos. Ya veremos a favor de quién operan los nuevos mandatarios.
5.- ¿Qué pasó con las encuestas?
 En Sinaloa nadie le daba ventaja a Malova, ni 11 puntos de ventaja a Moreno Valle en Puebla, mucho menos nueve puntos a Gabino Cué en Oaxaca, ¿empate en Durango? Imprevisto hasta en las de salida y conteos rápidos; en Veracruz no hubo dato que mostrara —incluso en pleno domingo— que Yunes quedó a un respiro de Duarte en Veracruz ni que la derrota de Xóchitl Gálvez fuera sólo por cinco puntos en Hidalgo o que Adriana Dávila en Tlaxcala fuera ampliamente rebasada por González Zarur.
¿Qué pasó que no midieron los encuestadores?
SACIAMORBOS
Todo, con base en los PREPs.
Clase PolÃtica
• Señal de alerta
-Miguel Ãngel Rivera-
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No puede considerarse definitivo, pero sà es una señal de alerta: para algunos especialistas la violencia fue un factor que disminuyó la votación en algunos de los estados que tuvieron elecciones el pasado domingo.
Los casos extremos fueron Chihuahua, donde triunfó el priÃsta César Duarte, seguido por Tamaulipas, pues de acuerdo con las primeras cifras, la participación de los electores estuvo por debajo de 40 por ciento.
En Tamaulipas, como se sabe, fue asesinado el candidato Rodolfo Torre Cantú, sustituido por su hermano Egidio, quien resultó triunfador.
La cosecha
Al confirmarse las tendencias iniciales, que arrojan un balance aparentemente equilibrado con tres victorias de las alianzas encabezadas por PAN y PRD –Oaxaca, Puebla y Sinaloa– a cambio de que el PRI recuperara Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas, se esperaba un descenso en las hostilidades, pero no fue asÃ.
Los coaligados panistas y perredistas todavÃa reclaman supuestos triunfos en Durango y Veracruz, además de que su candidata en Hidalgo, Xóchitl Gálvez, exige la anulación de los comicios…
En todos estos casos, las dirigencias nacional y estatales del tricolor han respondido que tienen en su poder las actas que confirman sus triunfos y en cuanto a supuestas irregularidades responden que antes de las votaciones sus representantes denunciaron el uso de los programas federales para beneficiar a los candidatos de las alianzas encabezadas por PAN y PRD…
Para el PRI, los comicios recientes ponen de manifiesto lo caro que le resultan sus divisiones internas.
Los triunfadores en Oaxaca, Gabino Cué; en Puebla, Rafael Moreno Valle, y en Sinaloa, Mario López Valdez, abandonaron las filas del tricolor por inconformidad con sus procedimientos…
En las filas del PAN también se habla de divisiones como causa de las derrotas en Aguascalientes y Baja California.
 La principal señal de alarma debe ser el estado fronterizo, pues fue el primer gobierno estatal que conquistaron, hace casi dos décadas, y el pasado domingo perdieron todas las presidencias municipales…
Asà como Luz y Fuerza del Centro fue creada por un Presidente de la República, otro primer mandatario tiene la facultad de desaparecerla si considera que es para beneficio público, determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación al rechazar el amparo interpuesto por el Sindicato Mexicano de Electricistas contra el decreto de extinción de esa paraestatal del presidente Felipe Calderón.
El ayuntamiento de Tlalnepantla, presidido por Arturo Ugalde Meneses, redujo su deuda en más de 155 millones de pesos, gracias a la reingenierÃa financiera, la cual ha permitido poner en orden la casa y seguir saneando las finanzas, informó el tesorero municipal Juan Robles MartÃnez…
Astillero
• Alternancia gatopardista
• PAN, fichas prestadas
• PRI: tiernos tigres
• Izquierda desplazada
-Julio Hernández López-
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Se ha instalado un bipartidismo autocomplaciente.
Es una forma de restauración del sistema polÃtico vigente mediante el uso de bisuterÃa democrática y piezas exteriores de remplazo, provenientes de fábrica.
Alternancia gatopardista: que cambien algunas gubernaturas para que no cambie en sustancia el estilo de gobernar ni los beneficiarios reales de esos ejercicios de poder.
Origen es destino: el prianismo se ha reconstituido luego de escenificar confrontaciones secundarias; las alianzas perreánicas transformadas en revitalización del PAN.
Jugada de engaño que reconcentra la competencia y el protagonismo en PAN y PRI siempre socios (lo de menos es la nueva distribución numérica: lo importante es que la pelea sigue arreglada entre los mismos que a fin de cuentas saben entenderse).
Mientras tanto, la izquierda aliancista se entretiene con la sonaja prestada de los presuntos triunfos que habrÃan alcanzado con candidatos sustancialmente ajenos, sin auténticos compromisos sociales ni populares, destinados más a cumplir con el pago de préstamos polÃticos cupulares y a garantizar impunidad, continuidad, civilidad a los depredadores del pasado, bajo el pretexto de altas miras que llevarÃan a olvidar el pasado, lo que en el fondo significarÃa un borrón y cuenta nueva mafiosamente pactado.
Nada cambia ni cambiará.
 A los gobiernos ganados por las alianzas perreánicas no llegan personajes, proyectos o movimientos que sustenten transformaciones populares, ni siquiera justicia en términos jurÃdicos respecto a los gobernantes perdedores.
Son relevos provenientes de la misma clase polÃtica, habilitados para el espectáculo de una presunta democracia que siga sosteniendo frente a los alicaÃdos ciudadanos la zanahoria electoral.
 Los comicios de este domingo ni siquiera tienen una legitimidad real pues, aparte de que en muchas entidades el abstencionismo ha sido enorme, se desarrollaron en la más negativa de las circunstancias hasta ahora vividas.
La violencia polÃtica generó muertes de candidatos, agresiones y amenazas a aspirantes, dirigentes de campañas y funcionarios de casilla.
 Fenómenos prehistóricos de defraudación electoral aparecieron como si nada. Gobernantes de todo nivel, comenzando por Felipe Calderón, cometieron actos de distorsión electoral como los anuncios televisados de buenas noticias en vÃsperas de las urnas.
Recursos públicos federales, estatales y municipales fueron usados para promover el voto en favor de los candidatos y partido de los detentadores de bienes colectivos.
Pero todo ha sido ya olvidado, graciosamente olvidado por el bipartidismo autocomplaciente que está por cerrar el tramo del reparto de ganancias para pasar a la preparación de la siguiente farsa electoral, la de 2012 que asà quedará supeditada a los aires de los dos actores centrales, PRI y PAN, cunas movidas por mismas manos.
Como se ve, la estrategia de las alianzas perreánicas ha sido extremadamente exitosa.
Ya no tiene el PRI el camino libre rumbo a la casa presidencial, sino que ahora le acompaña el PAN.
 El estratega Camacho ha conseguido que un competidor en solitario, el PRI, en riesgo de ser descarrilado o marcadamente atacado a causa de esa condición de unicidad, ahora pueda compartir excesos y carencias con un adversario complementario como es el PAN. B ipartidismo restaurado a costa de la izquierda electoral que fue llevada como comparsa al banquete central servido en mesa de dos asientos.
PRD, PT y Convergencia sólo obtienen victorias simbólicas: lo importante no es ganar, sino competir.
Gabino Cué técnicamente es miembro de Convergencia, pero su posicionamiento y avance se deben al trabajo de Diódoro Carrasco, ex góbernador priista de Oaxaca, ahora panista, que consiguió el respaldo a bayoneta calada de Felipe Calderón, al que Gabino, en su primer mensaje de agradecimiento, dedicó más palabras con compromiso polÃtico que a López Obrador al que se refirió más en términos de amistades nostálgicas.
El PRI ha ganado todo, con candidatos propios y con siglas prestadas, pero en ese proceso de ilusionismo democrático le presta fichas al calderonismo sin fondos para que siga apostando bajo entendidos, suba la puja, finja reyertas y lleve a la quiebra a los concursantes más débiles, entre ellos los tontos útiles de izquierda (que disculpe Gómez-Mont la adaptación de su más reciente éxito de sinceridad polÃtica) y sus judas recurrentes.
Frente a esa mesa donde se ha instalado el famoso timo que se pregunta dónde quedó la bolita (electoral), muchos se entretienen hoy con el espectáculo de las fantasÃas demoscópicas, los análisis mediáticos, los flujos numéricos, las especulaciones estadÃsticas y los revuelos de supuesta democracia.
Está, desde luego, el foro toluqueño de reconocida acústica nacional, donde los súbitos ganadores de hoy, PAN y PRD, emprenderán cruzada especial con el objetivo de tumbar al copete con gel que hoy es presentado como puntero rumbo a 2012.
 El desenlace de esa batalla preliminar podrÃa estar convenido desde hoy para que los plácidamente aceptados como ganadores sean a su vez los plácidamente derrotados en 2011 para confirmar a Peña Nieto como candidato negociado.
La civilidad de los fieros gobernadores priÃstas derrotados para reconocer el sacrificio de sus delfines-guardaespaldas (Ulises Ruiz y Mario MarÃn, por sà mismos; Jesús Padilla, por lo que ha estado tras de él), y de estos mismos, no tiene correspondencia con el clima bélico previo a las elecciones.
Los tigres de ayer, convertidos de pronto en tiernos gatitos a los que no preocupa el abrir de clósets con cadáveres polÃticos y administrativos, ni el riesgo de que los terribles opositores les encaminen hacia la cárcel.
Escenario PolÃtico
• Perder ganando
– PEPE GRILLO –
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La estrategia del gobierno al implementar alianzas con el PRD hizo perdedor al PAN.
En los estados donde los coaligados obtuvieron la victoria, hicieron ganadores a ex priistas: Gabino Cué en Oaxaca, Mario López en Sinaloa y Rafael Moreno en Puebla.
La gran interrogante es cómo manejará Cué su relación con López Obrador y su gratitud con Marcelo Ebrard.
En este juego no aparece Nava como ujier, papel que asumió Manuel Camacho.
Además, el PRI triunfó en entidades gobernadas por el PAN y el PRD, como Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas, y se llevó los cinco municipios de Baja California: Tijuana, Ensenada, Rosarito, Tecate y Mexicali.
Otro dato, ya hay un fuerte y sólido aspirante del PAN y PRD para 2012: Gabino Cué cubre los requisitos.
Felicitación a palomeados
El presidente Calderón felicitó por teléfono a los candidatos triunfadores.
A Gabino Cué de Oaxaca, desde luego; a Rafael Moreno, de Puebla; y a Mario López, de Sinaloa,
Del PRI a Egidio Torre, Roberto Borge, Mariano González, César Duarte…
Pero no llamó a Javier Duarte, de Veracruz; ni a Jorge Herrera, de Durango.
¿Será porque a ellos aún no los palomeaba la dupla PAN-PRD?
¿Acudirá el PRI a la reunión?
Las llamadas fueron al candidato, pero ganó la alianza.
La mitad del triunfo es del Presidente y su partido, y la otra mitad de quienes lo llamaron pelele y espurio, y se resisten a reconocerlo.
¿Cambiará su actitud el perredismo después de las elecciones?
Se verá en la reunión de Calderón con todos los partidos.
PT, PRD y Convergencia estarán allà ¿y el PRI?
No hay que olvidar que pidió rechazar las alianzas.
Nava quiere ir a tribunales
Al tiempo que Eviel Pérez aceptaba en Oaxaca su derrota, en el DF, Nava habló de dos entidades que “están en el aireâ€.
Mencionó a Veracruz y Durango, donde la ventaja del PRI se redujo, pero sigue siendo ventaja.
El domingo, Nava decÃa que eran cuatro los estados que llevarÃan a los tribunales.
No ha dicho si irá solo, o con Chucho, su socio aliancista.
El gran perdedor
Las cifras obligan a reacomodos:
El PRI tenÃa 19 estados, perdió Oaxaca, Sinaloa y Puebla, y ganó Tlaxcala, Aguascalientes y Zacatecas, sigue con 19.
El PAN tenÃa siete, perdió Tlaxcala y Aguascalientes y ganó Sinaloa y Puebla, donde impuso el candidato a la alianza; sigue con siete.
El PRD tenÃa seis y perdió Zacatecas, queda con cinco.
Les apura el 2012
Preguntaron a Ebrard qué opina de la alianza PAN-PRD para el 2012, de la que ya hablan algunos en ambos partidos.
Bromeó, pero no negó que ya les preocupa.
También preocupa al PRI.
Jesús Murillo Karam dijo que en 2011 volverán a reunirse Nava y Chucho, porque temen a Enrique Peña Nieto.
Que el cambio está lejos y no es tiempo de trazar una estrategia, “primero hay que decidir quién será el candidatoâ€.
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Vida Nacional
• Esta es la ruta para el 2012, dice Jesús Ortega
-Pablo Hiriart-
EXCÉLSIOR
El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, señaló que los logros obtenidos con una izquierda unida y alianzas son una enseñanza que se deben tomar en cuenta para las elecciones de 2011 con miras a las del siguiente año.
El presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega, señaló que los logros obtenidos con una izquierda unida y alianzas son una enseñanza que se deben tomar en cuenta para las elecciones de 2011 con miras a las del siguiente año.
En entrevista radiofónica agregó que para los comicios de 2012 “debemos ir con una candidatura única, con un programa común de las fuerzas de Izquierda, con un gran agrupamiento de partidos y de organizaciones de centro-izquierda que represente una alternativa progresista al paÃs frente al status quo que hoy existe”.
Ortega MartÃnez afirmó que está satisfecho por los buenos resultados obtenidos y consideró que “fue una decisión audaz la de mantener una izquierda unida”; el primer paso fue unir a partidos de izquierda como Convergencia y el del Trabajo (PT) para después buscar otras alianzas.
Insistió en que esta enseñanza se debe tomar en cuenta para los próximos comicios, toda vez que “las alianzas prosperaron, la estrategia dio resultados y hemos tenido triunfos resonantes que cumplen con los objetivos que nos habÃamos propuesto”.
En primer lugar, detalló, se terminó con la idea de que el PRI “regresaba por sus fuerosy que ahora serÃa invencible, que solamente tenÃamos que esperar a que se le entregarán las llaves de Los Pinos”.
Eso se cayó, se demostró que “sà son derrotables y toda esta idea de una gran cargada nacional para que el PRI vuelva a ocupar la presidencia de la República y tengamos un proceso de regresión hacia el viejo régimen, a mi juicio se ha roto”.
Jesús Ortega puntualizó que la estrategia funcionó porque como segundo objetivo se plantearon “terminar con gobiernos caciquiles que se convertÃan en un fardo para el desarrollo económico y social de importantes entidades de la República”.
Mencionó el caso de la pobreza ancestral de Oaxaca, donde “me parece que con Gabino Cué se iniciará una nueva etapa de prosperidad y desarrollo, y lo mismo digo en otras entidades de la República que también ganamos”.
El dirigente nacional del PRD detalló a los periodistas Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez que el tercer objetivo de que las elecciones fueran una expresión de la pluralidad y en las que hubiera una real competitividad, también se ha logrado.
Por lo anterior, manifestó su satisfacción y alegrÃa porque con una estrategia como esa, “en ocasiones incomprendida por tirios y troyanos”, se han dado buenos resultados. Estoy sereno, no tengo ninguna actitud fatua, ninguna actitud arrogante”.
Aunque reconoció que su alegrÃa no es completa, pues las cifras indican que perdieron Zacatecas, aclaró que eso les deja una gran enseñanza: “Tenemos que grabarnos, casi como cicatriz en la frente, la idea de que si la izquierda va en conflicto, va desunida, confrontada, entonces los resultados nunca serán buenos”.
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Juegos de Poder
• El PRI debe preocuparse
-Leo Zuckermann-
EXCÉLSIOR
Las alianzas resultaron un éxito.
 El PAN y la izquierda no sólo tuvieron la capacidad de competirle en serio al Revolucionario, sino ganarle.
Las alianzas electorales del PAN con los partidos de izquierda funcionaron. Durante mucho tiempo se debatió cuál serÃa el criterio para evaluarlas.
 Más o menos se llegó al siguiente consenso: si no ganaban ninguna de las cinco gubernaturas en las que se enfrentaban al aparato priista, simple y sencillamente serÃan un fracaso; si ganaban una, los dirigentes nacionales del PAN y los del PRD “salvarÃan la cara” ya que le habrÃan arrebatado una gubernatura al PRI que de otra manera hubiera sido difÃcil lograr; si ganaban dos o más, se considerarÃa un exitazo.
El domingo, las alianzas ganaron en tres estados y por una diferencia considerable de votos.
En Oaxaca, Gabino Cué se levantó con el triunfo con un margen de ocho puntos porcentuales sobre el candidato priista, Eviel Pérez.
En Puebla, Rafael Moreno Valle hizo lo propio con 10 puntos arriba de Javier López Zavala del PRI.
Y en Sinaloa, Mario López Valdez le ganó a Jesús Vizcarra por una diferencia de seis puntos porcentuales.
En los otros dos estados donde hubo alianza para enfrentar al PRI, y donde nadie daba un peso por los candidatos aliancistas, la competencia estuvo muy apretada.
En Durango, al momento de escribir estas lÃneas, con 94% de las actas computadas en el Programa de Resultados Preliminares, el candidato aliancista José Rosas Aizpuru está a punto de alcanzar al priista Jorge Herrera; los separa una diferencia mÃnima de 0.9%.
En una de ésas, Durango se suma a los tres estados donde las alianzas ganaron.
Finalmente, en Hidalgo, contra viento y marea, Xóchilt Gálvez se quedó sólo a cinco puntos porcentuales de convertirse en la próxima gobernadora del estado.
Por donde se vea, las alianzas resultaron un éxito.
 El PAN y la izquierda no sólo tuvieron la capacidad de competirle en serio al PRI, sino de ganarle.
 El modelo, que era muy audaz, fue probado y resultó.
 SerÃa una locura no seguirlo utilizando hacia adelante, sobre todo en el Estado de México donde, de lograr ganarle al PRI, panistas y perredistas le darÃan un duro golpe a las aspiraciones presidenciales del gobernador Enrique Peña Nieto.
Los priistas tienen que estar preocupados y ocupados por lo ocurrido el domingo.
Tienen que evaluar en qué fallaron.
 Para empezar, la soberbia de sus gobernadores que se creyeron invencibles.
 El mito de que pueden movilizar una poderosÃsima maquinaria electoral para elegir al polÃtico más impopular de la cuadra.
Ni las maquinarias son tan poderosas como se piensa ni es posible poner a candidatos impresentables.
El domingo, el panorama electoral del paÃs cambió.
 Muchos mitos cayeron por su propio peso.
Que el PRI es invencible en los estados.
Que nadie les puede ganar a los gobernadores con sus presupuestos multimillonarios.
Que hay “elecciones de Estado”.
Que las maquinarias electorales funcionan con la misma efectividad de la Selección alemana de futbol.
 Que una alianza “contranatural” del PAN con el PRD no atrae a los votantes.
Que es imposible que el PRI pierda el año que entra la mayor joya de la corona electoral del paÃs que es el Estado de México.
 Y, desde luego, que Peña Nieto inevitablemente será el próximo presidente de la República.
La polÃtica es fascinante porque es un juego dinámico donde, de un dÃa para otro, las condiciones cambian.
 Desde el domingo, el juego electoral cambió en México. Hace un año, el PAN y el PRD estaban noqueados viendo cómo el PRI celebraba sus carros completos.
Hoy, los mismos partidos celebran haber parado al PRI con una estrategia arriesgada que les dejó altos rendimientos.
 La pregunta es cómo reaccionarán los priistas con este cambio de juego.
DÃa con DÃa
• La dualidad
-Héctor Aguilar CamÃn–
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Quizá el desafÃo mayor de la democracia mexicana sea igualar las normas y controles de sus procesos polÃticos locales con las normas y controles de los procesos federales.
En el ámbito federal vemos pesos y contrapesos no sólo deseables, sino necesarios para una democracia: equilibrio de poderes, opinión pública independiente, demandas y exigencias de la sociedad civil organizada, autonomÃa de órganos claves del Estado, como el Banco de México o el Instituto Federal Electoral, obligaciones del Estado por acuerdos internacionales y restricciones financieras por las reacciones del mercado.
El resultado es una presidencia institucionalmente débil, demasiado débil en mi opinión, que está obligada a negociar en todos los ámbitos.
Camino a las elecciones estatales del domingo pasado se hizo evidente hasta para el observador menos atento, la discrecionalidad y la eficacia con que distintos gobernadores dieron cátedra de cómo se gobierna y se administra una elección sin los contrapesos ni las restricciones que se tienen en el orden federal.
Quien más quien menos, no hay gobernador que no ejerza una influencia decisiva, de viejo régimen o antiguo presidencialismo mexicano, sobre su Congreso, su Tribunal Superior de Justicia, su órgano electoral, su comunidad empresarial, sus medios de información y hasta sobre su oposición polÃtica.
Como en el caso de los presidentes, es el demasiado poder lo que los ha llevado a cometer errores que fracturan su dominio.
El más notorio de ellos es la elección de sus sucesores en el cargo, que en varios estados hizo nacer una oposición dentro de sus mismas filas y abrió el espacio a unas elecciones menos sencillas de lo que parecÃan.
Muchas de las alianzas del PAN con el PRD aprovecharon esas fisuras internas.
El gobierno federal apoyó, si no es que diseñó, esas alianzas y lo que parecÃa hace cuatro meses un dÃa de campo para los gobernadores priistas en funciones se volvió una jornada electoral competida.
El voto tiene vida propia y sobrevivió en estas elecciones por igual a la sombra del clientelismo y al amago de la violencia.
Pero la enfermedad está ahÃ, se llama inequidad electoral, consecuencia de un entorno polÃtico local que carece de los pesos y contrapesos necesarios en una democracia.
Hay que emparejar institucionalmente los gobiernos federales y estatales, lo mismo que sus responsabilidades en materia de finanzas y seguridad pública, si no queremos que la democracia mexicana siga produciendo un nacional débil y poderes locales sin contrapesos adecuados.
El Asalto a la Razón
• La gran tentación de Marcelo
-Carlos MarÃn-
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Para efectos prácticos, los resultados electorales del domingo tienden a Marcelo Ebrard un puente de plata, si no para garantizarse la Presidencia de la República, al menos para contender con firmes probabilidades de éxito.
Ni él ni el indefinido precandidato que esté gestándose en el PAN, como tampoco Andrés Manuel López Obrador (que condenó la alianza de legÃtimos y espurios), con sus propias fuerzas, parecen poder asegurarse la victoria sobre el más adelantado de los presidenciables, Enrique Peña Nieto, del PRI que no está muerto ni anda de parranda.
El potaje nauseabundo (indigno de principios y programas partidistas) que comieron unos y otros volverán a degustarlo el año próximo en el Estado de México.
Si Felipe Calderón, Manuel Camacho, César Nava y Los Chuchos… ¡en acuerdo con Ebrard!, impulsaron candidaturas de fresquÃsimos ex priistas para impedir la victoria de tricolores en gubernaturas emblemáticas, ¿qué razón “de fondo†puede aducir cualquiera de ellos para no apoyar a Marcelo con tal de que el PRI no retorne a Los Pinos…?
El Búho no ha Muerto
• Al 2012 iremos solos, promete César Nava
-Pedro Ferriz-
EXCÉLSIOR
El dirigente nacional del PAN, César Nava, se muestra complacido con el triunfo en alianza con el PRD en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Afirma que en Veracruz, que aún está por definirse, el PAN tiene ventaja.
El presidente del PAN, César Nava, se declaró satisfecho por los resultados obtenidos en la jornada electoral del domingo, pues ganaron las gubernaturas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, además de aumentar el número de personas que
gobiernan.
Al expresar su deseo de que el PRI asuma “la responsabilidad de la derrota y no de la pérdida”, destacó que vencieron en tres de los cinco estados más disputados, mientras que en Veracruz, que aún está por definirse, el Partido Acción Nacional (PAN) aventaja.
“Es un saldo muy favorable, estamos muy contentos con los resultados y no renunciaremos a defender las cuatro elecciones que siguen todavÃa en el aire”, manifestó el presidente nacional del partido blanquiazul en entrevista radiofónica.
Nava Vázquez reconoció que “todavÃa no cerrarÃa” el proceso, pues además de Hidalgo y Aguascalientes están en disputa Veracruz, con una ventaja de menos de cuatro puntos y un avance cercano a 50%, y Durango, donde tienen menos de un punto y medio de
desventaja.
“De aquà al miércoles haremos un esfuerzo para recabar el ciento por ciento de las actas y llegar a los cómputos con esa certeza, de saber exactamente cuántos votos recibimos y en todos los casos pelear hasta el final”, enfatizó.
El dirigente del PAN detalló que en Aguascalientes tienen “una desventaja parcial que puede ser remontada; no estamos en condiciones de aceptar el resultado final, sigue en el aire.
 En Tlaxcala la diferencia es más amplia”.
En Puebla, Rafael Moreno Valle “superó un millón de votos, es un ganador inobjetable; Gabino Cué, en Oaxaca, tiene una ventaja de más de cinco puntos”, por lo que confió en que el Revolucionario Institucional “asuma con responsabilidad la derrota y no la pérdida”.
Nava Vázquez reiteró que están satisfechos porque “de las cinco elecciones más grandes en disputa, ganamos tres claramente: Oaxaca, Puebla, Sinaloa”, no obstante los resultados en Veracruz, donde “no hay nada para nadie todavÃa; estamos peleando con todo”.
César Nava calificó esta jornada de histórica para su partido, pues dijo que Acción Nacional “creció en población gobernada en 50%; es decir, tuvimos un incremento importante en el número de población gobernada a nivel local por gobernadores y alcaldes”.
Además, externó que están contentos porque la ciudadanÃa de Puebla, Oaxaca y Sinaloa claramente votaron por un cambio, después de 80 años “de malos gobiernos”.
Ante esos resultados, consideró que “la decisión de la alianza en algunos estados fue la correcta, nos pusimos al servicio de la ciudadanÃa, la ciudadanÃa tomó un decisión y eso finalmente nos tiene muy contentos de haber prestado este servicio al paÃs”.
Destacó la satisfacción del PAN por su regreso a la victoria, además de que “aprendimos las lecciones de 2009, mejoramos lo que habÃa que mejorar, pudimos escoger a los mejores candidatos en la contienda, lo hicimos en unidad”.
El presidente panista señaló que también están de regreso rumbo al proceso electoral de 2012, en la lógica de que pelearán las elecciones del próximo año con “los mejores candidatos, y luego llegar a 2012”.
César Nava aclaró que a diferencia de la estrategia electoral que llevaron a cabo este año, el PAN prevé llegar a la contienda de 2012 “con un candidato o candidata propio” no en coaliciones.
“En 2012 iremos por nuestra cuenta, estoy seguro con la posibilidad plena de competir y de ganar de nuevo la Presidencia de la República”, sentenció.