Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila encendieron nuevamente sus alertas, ante la llegada de la depresión tropical 2, una semana después de que fueron azotados por el huracán “Alex”.

Las precipitaciones se presentan en un momento crítico para las tres entidades: cuando miles de familias se encuentran damnificadas, varias comunidades están sin servicios públicos, los ríos están desbordándose y las presas de la región a su máxima capacidad.

El río Bravo se desbordó y estaba a punto de rebasar el límite del puente internacional Puerta de las Américas, cuyo nivel máximo es de 11.5 metros. Autoridades de Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas, anunciaron el cierre de ese cruce así como el Juárez-Lincoln.

Por el desbordamiento, el gobernador Eugenio Hernández anunció que solicitará ampliar la declaratoria de emergencia a 10 municipios más; actualmente 19 ayuntamientos están en esa situación.

En Coahuila, más de 12 mil viviendas resultaron afectadas por los desbordamientos de ríos y arroyos.

En el estado doce puentes se vinieron abajo; la carretera 57 en el tramo Monclova-Sabinas sigue cerrada y tampoco hay paso de Nueva Rosita a Múzquiz.

En Nuevo León, autoridades locales informaron que mil 77 escuelas de nivel básico están dañadas. De ellas, 60 tienen daños severos en su infraestructura.

Permanecen incomunicadas 116 comunidades y ocho municipios.

El presidente Felipe Calderón recorrió ayer zonas inundadas de Nuevo León y Tamaulipas. Dijo que el gobierno federal dará apoyos “hasta el límite de las posibilidades legales y presupuestales”.

En Matamoros, pidió un manejo “muy cuidadoso” de las represas y poner la seguridad de la gente por encima de cualquier interés económico. El desfogue de presas ha ocasionado el desbordamiento de ríos y la afectación en comunidades.

En Tabasco, la Comisión Nacional del Agua informó ayer que aumentó la expulsión de agua desde las cuatro presas del Alto Grijalva para disminuir el caudal. La dependencia dijo que el volumen que recibirán los ríos Mezcalapa, Samaria y Carrizal no los llevará a niveles críticos, por lo que no debe haber ninguna “alarma o preocupación”.