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REPERCUSIONES    
Por: SAMUEL MALDONADO     

PASADO Y FUTURO  DEL PRD

Se ha escrito mucho sobre las elecciones de la semana anterior, pero nunca será demasiado. La controversia de que ganó la alianza de la izquierda con la derecha y que juntas –dicen- derrotaron al PRI es una falacia;  lo mismo que cuando se afirma que fue el Partido Revolu-cionario Institucional el que cargó con el triunfo principal o que la suma de alianzas entre partidos antagónicos no permitirá que este Instituto Político alcance la titularidad del Po-der Ejecutivo en las próximas elecciones. ¡Nada más falso! En las anteriores elecciones per-dieron todos los partidos y con ellos la sociedad en lo general.
En forma particular me duele la derrota de la democracia, el desdibujamiento del PRD y la perdida de Zacatecas, por que con éstas se complica aún más el escenario y se pone en ries-go la precaria estabilidad nacional. ¡Me explico! la sociedad en lo general ya no tiene con-fianza y cada día cree menos en el Stablishment mexicano y en los partidos políticos y si esta apatía llega a su límite, ni votaremos, ni participaremos en nada ni nos interesara lo que haga o deje de hacer el gobierno; llegada esa etapa de incredibilidad y pérdida de confianza en las autoridades, estaremos en el filo de la navaja.
En relación con los partidos y sus puntos de vista sobre las derrotas o supuestos triunfos, en particular con el PRD, poco importan las declaraciones de las dirigencias y menos cuan-do  minimizan los problemas e indican que las causas de tal derrota zacatecana, por ejem-plo,  lo fue la conducta Amalia García, gobernadora de ese Estado.
Desde mi punto de vista la derrota general de la izquierda se empezó a fraguar en la división interna y desde el proceso anterior donde se impuso la actual directiva nacional del PRD. En forma particular en Zacatecas, el retroceso y la perdida de la gubernatura fue iniciada desde el momento en que Amalia decretara que su hija fuese Senadora de la República por sobre otras opciones o familiares, o cuando Ricardo Monreal, de paso por el PRD, pro-veniente del PRI, se pasó al PT y buscó que su hermano fuera el candidato a  gobernador.
¡No son culpas individuales lo que son imposiciones de las “alianzas”! impulsadas desde la directiva nacional a efecto de que se otorgaran, en reciprocidad, otras posiciones políticas al Comité Ejecutivo Nacional o bien, negociaciones determinadas que además, son norma común en todos los partidos políticos. Y eso es lo más doloroso para los que somos funda-dores y militantes de un partido que nació con otros objetivos y no el del beneficio particu-lar sobre los intereses nacionales.
Conducta similar se ha tenido en otros estados. El caso de Tlaxcala fue también patético cuando gobernaba  el Médico Veterinario Alfonso A. Sánchez Anaya (15 de Enero de 1999 a 14 de Enero de 2005) pues la obstinación de impulsar a su esposa como candidata a  suce-derle provocó la derrota del PRD.
No toda la culpa la tiene Amalia García, pues senadores del PRD que nunca pensaron en llegar a tal posición, militando en la izquierda, también tenían su corazoncito y al no ser los favorecidos cambiaron de mira y traicionando principios se fueron a apoyar al PRI. Pero tampoco  ha sido el único caso: cabe señalar que si el partido ha estado en fuerte en algunos estados lo ha sido en Guerrero y Michoacán. En el primero se impuso el pragmatismo y se impulsó a Ceferino Torre Blanca como candidato para el sexenio de 2005 al 2011 y éste, de-jando atrás compromisos sociales no solamente ha olvidado por completo a quien le debe estar donde está y ha roto prácticamente con el PRD. Su conducta con la de las tribus tiene dividido al Partido y no será fácil renovar la gubernatura. 
Esas amargas experiencias por conductas inadecuadas del perredismo o de los que han asaltado al PRD, pone en la mira de todos a Michoacán, que también ha dado tumbos por la inexperiencia y truculencias de algunos de las o los dirigentes, o porque en el ejercicio del gobierno no lo han hecho ajustados al credo filosófico que nos dio origen.
Afortunadamente vamos cabalgando y aun cuando prematuramente algunos ya se suben al carro de Marcelo y otros piensan que para ser apuntalados en sus aspiraciones tiene que seguir perteneciendo a alguna de las mafias existentes, los más estamos pensando en vacu-narnos contra la viruela y aprender que las divisiones de muchos nos han llevado al fracaso.
 

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