Razones
• Los cambios y la zona de confort
Jorge Fernández Menéndez-
EXCÉLSIOR

El gobierno federal no puede seguir girando sólo con base en la relación personal de sus integrantes con el presidente Calderón.

Proponer en la columna de ayer que Fernando Gómez Mont se debería quedar en la Secretaría de Gobernación generó muchas repercusiones.

Amigos bien enterados de la vida política me dijeron que mi columna era un error, que la salida de Fernando y la de Patricia Flores en la Presidencia (como escribió mi muy querido Joaquín López-Dóriga en Milenio) ya estaba decidida.
Que la posición del secretario era indefendible desde el tema de las alianzas y que su relación con el equipo de Los Pinos era tan intransitable como con César Nava en el PAN.

En muy buena medida es verdad y así lo consignábamos ayer.
Pero sigo pensando que la salida de Gómez Mont será un error, salvo que haya perdido totalmente la confianza de su jefe.
¿Por qué un error?
Porque el gobierno federal no puede seguir girando sólo con base en la relación personal de sus integrantes con el presidente Calderón.
Éste, desde el principio, siempre señaló que esa relación de confianza y lealtad sería primordial para ser parte de su equipo.
Y sin duda es necesaria, pero el sentido de lealtad, en la función pública, debe derivarse de la que se genera hacia las instituciones y las responsabilidades que se tienen encomendadas, incluida por supuesto, en este caso, la relación política con el Presidente.
Pero lo que hemos visto en estos años, salvo en el primero de esta administración, cuando Juan Camilo Mouriño tuvo el control de la misma desde la oficina de Los Pinos, fue que el esquema de lealtades se asumió sólo como personal y terminó confundiéndose con el institucional.
Y ello ha provocado desorden y conflictos en el equipo presidencial, dentro y fuera de Los Pinos, incluidos mensajes contradictorios hacia la sociedad.
Y eso se aplica al área política, a la de seguridad, a la social, quizás la más homogénea, por el peso indudable en ese equipo de Ernesto Cordero, sea la hacendaria.
Si a eso sumamos que algunos secretarios siguen viviendo en una zona de confort, sin aparecer, sin exponerse, lo que tenemos es un Presidente relativamente solo, que paga costos cada vez más altos, con pocos interlocutores políticos dispuestos a asumir responsabilidades a su alrededor.
Para romper con esa dinámica que se ha ido instaurando y fortaleciéndose desde el segundo año de esta administración, se debe volver a las fuentes.
El presidente Calderón ya no encontrará un político de las confianzas y la operatividad de Mouriño.
Ha hecho varios intentos para reemplazarlo, incluido el peso que le dio a la oficina de Patricia Flores durante el último año, pero eso sencillamente no es posible.
No encontrará otro Mouriño. Se debe regresar a las fuentes y éstas son la política y la institucionalidad, más aún en un momento en el que el fragor electoral y la dinámica que impusieron (y amenazan para bien o para mal seguir imponiendo en el futuro) las alianzas PAN-PRD, junto con la violencia y la inseguridad, desafían la gobernabilidad.
Debe haber un Presidente actuante y trabajando hacia afuera con un equipo dispuesto a asumir riesgos (lo sucedido con Monterrey y el noreste del país después de Alex es una demostración de cómo buena parte del equipo presidencial se paralizó y no actuó, porque no recibió órdenes o porque no supo qué hacer, y cómo la mayoría de los involucrados, con excepción del Ejército, se quedaron en esa zona de confort tan inexplicable en un gabinete presidencial).
 Debe haber responsabilidades claras para cada uno de los funcionarios al frente de cada área, pero, por sobre todas las cosas, se debería mover, cambiar, a los que están nadando de muertito, a los que no quieren exponerse, hacer política y asumir costos.
A los que sí lo hacen, que son apenas un puñado de funcionarios, entre ellos Gómez Mont, Lozano, Cordero, García Luna, Galván, Saynez, y unos pocos más, se les debe, eso es una realidad, poner en orden y establecerles responsabilidades claras, que hoy parecen no tener.
Y claro que debe haber cambios en el gobierno, pero a cuatro años de iniciado no se puede continuar con la dinámica de ensayo y error, premiando, aunque sea por omisión, a quienes permanecen en su zona de confort.
Si es para fortalecer esa estabilidad e institucionalidad que le urgen a la administración federal, bienvenido sea cualquier cambio.
Si se trata de acomodar nombres o de bajar el perfil político de las posiciones centrales de la administración para acomodar a personalidades cercanas, estaríamos ante un grave error.
Por cierto, y hablando aunque sea muy indirectamente de Gómez Mont, hoy se cumplen dos meses del secuestro de Diego Fernández de Cevallos.
PD: Nos tomaremos unos días de descanso.
Estaremos nuevamente con ustedes el lunes 26 de julio. Gracias.

Itinerario Político
• El romance Calderón-Beltrones
-Ricardo Alemán-

En la guerra declarada entre PRI y PAN —entre Felipe Calderón y el PRI de Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones— sólo falta que los azules acusen a los tricolores de “espurios”, mientras que el priísmo quedaría en calidad de “legítimo”.

Y es que luego de julio de 2010 vivimos una suerte de reedición de la crisis postelectoral de 2006, pero al revés.

Es decir, el PAN de Calderón y Nava, junto con el PRD de Jesús Ortega, se comportan igual que AMLO, y no sólo acusan al PRI de robo en las elecciones de Veracruz y Durango, sino reclaman el voto por voto y amenazan con plantones y marchas.

Por eso la pregunta: ¿por qué la metamorfosis de azules y amarillos?

Vale recordar que en política “no hay sorpresas, sino sorprendidos”.

Y a partir de esa realidad, si a nadie debe asustar el ayuntamiento de PAN y PRD, a muchos debe preocupar la volatilidad de las alianzas.

¿Por qué?

Porque las alianzas políticas son tan frágiles como el papel desechable.

Recordemos que en los últimos 20 años los amarillos cuestionaron con severidad la alianza PAN-PRI.

Y en los últimos meses, el PRI cuestionó por “antinatura” la alianza PAN-PRD.

Así, la interrogante se impone.

¿Hasta cuándo la yunta azul y amarillo?

Viene a cuento el tema porque en la respuesta a esa interrogante se localiza el fondo de la crisis que viven PRI y PAN, crisis que va más allá de la degollina política.

Lo que está en juego son los reacomodos —pactos, acuerdos y alianzas— para la sucesión presidencial de 2012; lo que se discute es si el PAN y el presidente Calderón continuarán con su alianza en torno al PRD y contra el PRI, si se reedita la alianza PRI-PAN o, en el extremo, si se llega al tripartidismo que beneficiaría al PRI.

La discusión hoy es por las reglas políticas —las no escritas—, para repartir el poder a la luz de la nueva realidad de 2010, frente a 2011 y, sobre todo, ante 2012.

Y entre muchas otras cosas, de eso habrían hablado ayer Felipe Calderón y Manlio Fabio Beltrrones.

Y es que resulta ingenuo —por decirlo suave— que si Calderón y Beltrones son parte de una solitaria encerrona sin los presidentes de PAN y PRI se nos pretenda hacer creer que el encuentro fue para hablar de lluvias y videojuegos.

Está claro que la escandalera azul en torno a Veracruz y Durango es para elevar el costo del diálogo con el PRI.

Está claro que cabezas del gabinete como la de Gómez Mont e imposiciones como la del nuevo presidente de Cofetel son monedas de cambio.

Como también es cierto que el pacto posible entre PRI y PAN es llegar al 2012, “sin el lastre del PRD”.

¿Qué hablaron y qué acordaron Calderón y Beltrones?

Si hay mudanza en Los Pinos, podremos hablar del nuevo romance azul y tricolor.

La Historia en Breve
• Diego, un secuestro de muchos meses
 -Ciro Gómez Leyva-

 
Lo rigurosamente cierto en el secuestro de Diego Fernández de Cevallos hoy que se cumplen los primeros dos meses, es que la estrategia del silencio se ha impuesto a rajatabla.
Y que los periodistas hemos aceptado eso de que algunas cosas no es bueno leerlas ni escribirlas.
Que lo mejor en estos casos es no arriesgarse en lugares prohibidos.
En dos puntos coinciden (sotto, sotto voce) los funcionarios policiacos y de seguridad con quienes he tocado el tema:
• No se trata del EPR, el ERPI ni ningún grupo guerrillero: el fondo no es político.
• Se trata de un grupo altamente especializado, integrado por ex policías, algo como la versión refinada de Los Zetas del secuestro.
Profesionales de la administración del tiempo, porque saben que los millones de dólares no se juntan y empacan de un día para otro.
La comunicación con ellos nunca es por teléfono o correo electrónico.
No practican la tortura o mutilación, porque no las necesitan: su margen de regateo económico es mínimo.
El modus operandi más coincidente se encontraría en el grupo que secuestró a Javier García Navarro en San Luis Potosí en junio de 2004.
El empresario, hijo de Ricardo García Maldonado, dueño de Chicles Canels, hoteles y otras empresas regionales, fue liberado en mayo de 2005, en buen estado de salud.
Jamás se conoció el monto del rescate. Por cierto, dos años y medio después, ese u otro grupo trató de secuestrar a su hermano Roberto García Navarro.
La balacera que lo impidió costó la vida de dos guardaespaldas y tres policías.
Peor que el desconocimiento absoluto es saber poco.
Ojalá Diego esté razonablemente bien.

Atando cabos
• La última y nos vamos
– Denise Maerker-

Nunca nadie sospechó que Ulises Ruiz fuera un demócrata y ahora tampoco nos puede sorprender que una vez derrotado en las urnas haga todo lo posible por enturbiar la sucesión en Oaxaca.

Ulises Ruiz y su gente están dedicados a aprovechar el tiempo, que inexplicablemente les da la ley en nuestro país a todos los gobiernos perdedores entre el día de las elecciones y la toma de posesión de su sucesor, para limpiar fechorías, acomodar incondicionales y vaciar las arcas.

Es justo ahora que el gobierno de Ruiz decidió hacer efectivo un crédito por 500 millones de pesos que tenía contratado con Banamex.

Es cierto que cuando se votó la ley de ingresos el año pasado un artículo autorizaba al actual gobierno contratar deuda por ese monto.

Pero, ¿puede un gobernador derrotado en las urnas hace una semana endeudar a su estado sin el apoyo de la nueva mayoría?

No debería y menos sin explicar, como es el caso, en qué se lo quiere gastar.

Ulises Ruiz también parece preocupado por dejar bien acomodados a sus incondicionales.

Se habla de que quiere basificar a 5 mil trabajadores de confianza.

La información le llegó al equipo de Gabino Cué a través de los líderes sindicales preocupados porque las finazas del estado no aguantan un aumento de ese tamaño de la burocracia y eso tendría consecuencias para ellos.

Los taxistas también andan temerosos de que el gobierno dé una cascada de nuevas concesiones.

La ley le está dando mucho tiempo a Ulises para tapar lo que haya que tapar y dejarle una situación explosiva a su sucesor.

Y lo hace porque nunca ha sido un demócrata ni ha gobernado como tal y no ve en Cué a un adversario político sino a un peligroso enemigo que lo puede llamar a cuentas en cualquier momento.
Ni siquiera trata de ocultarlo, pasan los días y no ha nombrado a un encargado de establecer comunicación oficial con el equipo del gobernador electo.

De hecho, ayer el PRI impugnó la elección de gobernador en los 25 distritos.

Pero Ulises no es el único, es más, debe ser el ejemplo de los suyos.

Ayer en la prensa de Oaxaca un titular decía: Una vez derrotado, Argeo Aquino saquea oficinas.

La nota narra la historia del actual presidente municipal de Santa Cruz Xoxocotlán que el pasado domingo se llevó de las oficinas municipales escritorios, computadoras, impresoras, fotocopiadoras y documentos.

El candidato ganador es aliancista y dicen que Argeo “no halla cómo tapar las evidencias de su corrupción”.

Historias de reportero
• Paty Flores se va al servicio exterior
– Carlos Loret de Mola-

 

Un manotazo del presidente Felipe Calderón.

Un manotazo en medio de una de las discusiones ya habituales entre dos personas cercanísimas, queridísimas para él, pero que se habían vuelto acérrimos adversarios en los últimos meses, al grado que sus disputas ponían aún más en jaque la viabilidad del cuerpo de asesores del primer mandatario y, en ese sentido, la ruta de su administración.

Así, de tajo, se fracturó el equipo más íntimo del Presidente de México, que resentía fisuras desde hace rato.

En el fondo, se quebró por el tema prioritario en Los Pinos en lo que va de este año: la sucesión presidencial de 2012.

Marcadamente, en el último año y medio en la residencia oficial se han ido separando dos grupos de influencia:

Por un lado, Los Rupturistas.

La figura más relevante es la saliente Patricia Flores, jefa de la Oficina de la Presidencia.

Le acompañan el encargado de las encuestas que es el coordinador de Opinión Pública, Rafael Giménez, y la coordinadora de Estrategia, Sofía Frech.

Su cercanía delineó la estrategia presidencial de atizar conflictos en lugar de buscar aliados en los distintos sectores de la política y la sociedad.

“Conmigo o contra mí”, como lema. Si se señala al presidente Felipe Calderón como un hombre de “mecha corta”, Los Rupturistas le acercaban el fuego para que prendiera pronto.

Patricia Flores y sus “rupturistas” alientan la aspiración presidencial del secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio.

Por el otro, Los Conciliadores. Forman parte de este grupo Max Cortázar, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, y Alejandra Sota, la mujer detrás de los discursos en su calidad de coordinadora de Estrategia y Mensaje Gubernamental.

Al oído presidencial, hablan de pactos, de alianzas estratégicas, de no confrontar.

Su candidato para el 2012 es el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero.

Estos dos grupos, divergentes en su estrategia para ejercer el poder, asentaron sus diferencias conforme la prioridad en Los Pinos dejó de ser el gobierno para ser el partido.

Patricia Flores terminó rompiendo con Ernesto Cordero, y en medio de una de las discusiones que solían ser ya habituales el presidente Felipe Calderón decidió que eso tenía que terminar.

Dio un manotazo y se fue de Los Pinos Patricia Flores Elizondo, a últimas fechas cuestionada por el exceso en sus formas de ejercer el poder y especialmente porque se dio a conocer que en el gobierno federal puso a trabajar a toda su familia.

Su destino está por definirse en alguna representación del servicio exterior mexicano.

SACIAMORBOS

Y que mandan regresar de viaje al secretario menos popular del gabinete.

Clase Política
 Reacomodos

-Miguel Ángel Rivera-
 
De atender las declaraciones oficiales, el encuentro del presidente Felipe Calderón con el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, marcó un acercamiento con vistas a profundizar en la reforma de Estado.

Pero el entorno apunta a confrontación y endurecimiento de posiciones.
En ese marco se espera, de un momento a otro, la salida del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. También se aprecia desde esa perspectiva el anuncio de que Calderón recibirá, selectivamente, a los gobernadores electos.
Obviamente, en la lista no estarán los candidatos del PRI impugnados por el PAN y sus aliados del PRD.
Como lo apuntó la dirigente nacional del tricolor, Beatriz Paredes, los panistas –y, sobre todo, sus aliados perredistas– parecen haber olvidado que el actual presidente de la República ganó en un controvertido proceso con una ventaja de menos de un punto porcentual.
La cosecha
La imposición de Mony de Swaan al frente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) será examinada por la Comisión Permanente del Congreso.
El secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas, deberá comparecer para aclarar por qué su ex coordinador de asesores está al frente de un organismo que debe ser autónomo.
También se le pedirá aclarar el proceso de licitación del espacio radioeléctrico, por las numerosas quejas de aspirantes a concesionarios.
Los temas conflictivos podrían ampliarse, a partir de las protestas de quienes consideran que el IPN fue privado de parte de su patrimonio, pues al ampliarse la capacidad del Canal 11 de televisión, su control pasó a la Secretaría de Gobernación…
Afectado personalmente por esa clase de delito, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, envió al Congreso local una iniciativa para sancionar con penas de 6 a 15 años de cárcel y multas de 400 días de salario mínimo a quien “vigile, aceche o realice actividades de espionaje”…
Primero de los mandatarios electos en ser recibido por el presidente Calderón, el gobernador electo de Chihuahua, César Duarte, le solicitó una mayor coordinación para aplicar una mejor estrategia en la entidad en materia de seguridad, así como en salud y otros rubros…
Diálogo abierto y directo con los dirigentes y candidatos de otros partidos ofreció Francisco Olvera Ruiz al recibir su constancia como gobernador electo de Hidalgo.
Dijo que la contienda electoral quedó atrás y pidió a todos los sectores sumarse a su proyecto, pues en los nueve meses que faltan para asumir el cargo consolidará su plan de gobierno…
Al realizar un balance de los resultados en las pasadas elecciones, la dirigencia del Panal se declaró la cuarta fuerza política del país, pues además de “las ocho gubernaturas que se ganaron en coalición”, Nueva Alianza pasará, en todo el país, de 57 diputados locales a 78.

Astillero
 Redecoran Casa Calderón
 Cambiar nombres
 Fabricar candidato
 Comienza el “diálogo”

-Julio Hernández López
 
Hay un envilecimiento galopante de la actividad política que, tomando como punto de referencia el presunto éxito democrático de las recientes elecciones estatales, alienta peores proyectos y engalla pequeñeces.

El PAN y su jefe nacional de campañas, Felipe Calderón, se han aplicado a sí mismos, a partir de las alianzas perreánicas, una hipnosis terapéutica tan intensa que creen llegado el momento de lanzarse en pos de mayores epopeyas.

Una de ellas, la remoción de ciertos funcionarios, como si el perfil, los resultados y la valoración del calderonismo se debieran de verdad a los nombres y apellidos de los subordinados siempre dirigidos al fracaso y no al espíritu retorcido, enfermizamente desconfiado y siempre malhadado del comandante en Felipe que, por ejemplo, ha visto estrellarse (en un caso, literalmente) los diseños de control político nacional que hizo para Bucareli, primero con el sabidamente deficitario Francisco Ramírez Acuña como secretario decorativo de Gobernación, luego formalizando en ese ejercicio al largamente llorado Juan Camilo Mouriño, especializado más en frivolidades grupales y negocios familiares que en el oficio político de primer nivel al que irresponsablemente se le encaramó por afectos que no quisieron ver defectos y, hasta ahora, el litigante de elite, Fernando Gómez-Mont, al que se tiene en vía de despido que le dejará, irónicamente, como un tonto útil que fue usado por el ocupante de Los Pinos para incumplir compromisos con el priísmo y, a partir de esa ruptura de reglas mafiosas de respeto a la palabra empeñada, desencadenar los reacomodos electorales del pasado 4.
La optimista redecoración de la Casa Calderón, profusamente anunciada en marquesinas periodísticas varias, no quedaría en las sustituciones de Gómez-Mont, sin fuerza pero con presencia pública, y de Patricia Flores, la jefa de la oficina de la sedicente Presidencia de la República que no ha tenido gran visibilidad pública pero sí una gran fuerza en el ámbito íntimo del calderonismo. Se trata, además, según las versiones ampliamente difundidas, de dar ya el banderazo de salida a la carrera panista por la continuidad en Los Pinos, según eso en un escenario felipista vitaminado por los resultados electorales del pasado 4, con un PAN vuelto a vestir de victoria, una izquierda suficientemente dividida y envenenada y un priísmo bajado a tamborazos perreánicos de sus nubes triunfalistas.
Ha llegado, según el libreto optimista del panismo-calderonismo, la hora de construir la candidatura presidencial de 2012. Pero pocos son los que asoman con cierto capital en la chequera política a ese arranque artificialmente inflado.
Uno de los presuntos aspirantes a la candidatura blanquiazul sería el ex priísta Javier Lozano Alarcón, al que hoy se menciona como posible relevo de Gómez-Mont y cuyo talante duro y resultados tajantes al frente de la Secretaría del Trabajo le dan suficientes puntos en la escala calderonista como para pretender la máxima postulación aun cuando no llegara a Bucareli.
Aunque, según versiones que comienzan a ser mediáticamente promovidas, el presunto favorito de Los Pinos sería Ernesto Cordero, el gris secretario de Hacienda que políticamente es verde y socialmente casi invisible, apenas conocido un poco más allá de sus oficinas.
Jugando por fuera, buscando más bien sobrevivir o juntar suficientes fichas para negociar al fin de la partida algún reintegro, están Santiago Creel, apoyado por el foxismo, y Josefina Vázquez Mota, largamente tolerada, pero nunca aceptada ni cobijada por el círculo íntimo del felipismo.
Justamente uno de los casos en que ha asomado el aire fascistoide de Javier Lozano está replanteando aceleradamente el curso de sus protestas hasta ahora desoídas por el poder público en sus vertientes ejecutiva, legislativa y judicial.
El conflicto político y social creado en el SME por el secretario marcial del trabajo ha sido llevado a una presunta rampa de emergencia para que su fuerza acabe de desahogarse: al declarar asunto juzgado la orden calderonista que extinguió Luz y Fuerza del Centro y dejó sin trabajo a decenas de miles de personas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación coadyuva a la estrategia lozanista de desactivar el movimiento de resistencia laboral mediante el ofrecimiento de liquidaciones acompañadas de ganchos mercadotécnicos que luego podrán o no ser cumplidos.
Debería bastar el hecho de ver a las autoridades armando paquetes de ofertas para que trabajadores en pugna desistan del ejercicio de sus derechos para suponer que a esas autoridades les alienta mucho más que el estricto cumplimiento de una obligación procesal.
Peor resulta el panorama si se considera que el propio secretario del trabajo ha advertido a los electricistas despedidos que la junta de conciliación y arbitraje fallará negativamente la petición de que la Comisión Federal de Electricidad funja como patrón sustituto.
En los rediseños de Los Pinos se abre la puerta a Manlio Fabio Beltrones para inaugurar los diálogos de utilería que, según eso, permitirán a FC buscar soluciones compartidas a temas críticos como el de la seguridad pública. Más allá de los sueños de opio camachista en que se mueve actualmente Calderón, está la realidad política de un PRI lleno de encono por las traiciones que adjudica al panista en el episodio de las no alianzas firmadas con Gómez-Mont como testigo y por el nivel ofensivo lanzado desde los sótanos interceptores de llamadas telefónicas contra ciertos gobernadores colocados en la mira electoral y por el uso del aparato asistencial federal para promover el voto panista.
Calderón sabe que el priísmo camaral le cerrará el paso en varias iniciativas y que el costo del apoyo necesario de los legisladores de tres colores se ha encarecido.
Y, mientras un juez da por canceladas las órdenes de aprehensión contra América y Josefina del Valle, ¡hasta mañana, con Yunes recurriendo al tribunal federal electoral y Dante Delgado cayendo en lo grotesco al rapar lo que simbólicamente aún le quedaba de cabello en protesta por lo sucedido en Veracruz!

Opinión
• Que llegó la hora de FGM
– PEPE GRILLO –

 
Que llegó la hora de FGM

Y le pusieron fecha: hoy, o a más tardar mañana, Fernando Gómez Mont dejará Gobernación.

Que ayer se tomó la foto de despedida con su equipo.

No hay sorpresa, se esperaba, por varios motivos:

No informó a Calderón del acuerdo antialianzas con el PRI.

Fue condición de los partidos, para reunirse con el Presidente.

No se entendía, chocaba con Nava y con el PAN.

No pudo sacar adelante la extinción de Ly FC…

Por lo que haya sido, ya no le servía al Gobierno.

Ojo con Luis Felipe

En el jaloneo panista siempre se habla de Luis Felipe Bravo Mena.

Dirigía el PAN en 2000, cuando Fox llegó a Los Pinos y operó la alternancia.

Cercano a la jerarquía desde joven, Luis Felipe fue a Roma.

Lo trajo Calderón como secretario particular.

Intelectual de derecha, se le veía ya tamaño para tareas mayores.

Pronto veremos dónde.

Aumentar penas a espías

Fidel Herrera pidió al Congreso de Veracruz incremente las penas a espías con fines ilícitos:

De 6 a 15 años de cárcel y multas de hasta 20 mil pesos.

A servidores públicos, según el Código Penal, la pena crecerá la mitad y se inhabilitará por 15 años al culpable.

Dijo Herrera que el espionaje y robo de información ya es práctica común en México.

Las comisiones de Justicia y Gobernación analizarán la iniciativa.

PRI busca ex perredistas

Van a pegar de gritos por ese anuncio del PRI Edomex: invitaremos a los izquierdistas que están dejando al PRD.

El líder Ricardo Aguilar atribuyó la desbandada a sus alianzas con el PAN.

El sol azteca se ha desdibujado ideológicamente, dijo.

Y no lo dijo, pero se prepara el tricolor para la posible alianza PAN-PRD en el estado el próximo año.

Barrales por el GDF

Alejandra Barrales anduvo por los cielos como azafata, ahora apunta al GDF.

Ha dado pasos en ese sentido: secretaria de Turismo, lideresa del PRD-DF y ahora presidenta de la ALDF.

Tiene carácter y experiencia y se enfrentará a duros perredistas.

No es por desanimarla, pero la candidatura para el GDF formará parte de la negociación para la nominación del candidato a la Presidencia.

MEC teme pagar alianzas

Festejó los triunfos de las alianzas en Oaxaca, Sinaloa y Puebla.

Y ahora Marcelo Ebrard teme que en los presupuestos para 2011 el PRI le cobre a lo chino esas alianzas.

Y que la mayoría priista le asigne menos recursos al GDF y le reduzcan el techo de endeudamiento.

El problema sería que en un año casi electoral, él reciba menos recursos.

Se blanquean los arrecifes

La UNAM alertó que al subir temperatura en el océano, se “blanquean” los arrecifes de coral en todo el país.

El investigador Roberto Iglesias señaló el riesgo de la viabilidad de esos ecosistemas.

¿Ahora quién apoyará a los expertos para que busquen la solución?

¿O esperarán para informar que los arrecifes se acabaron?

Vida Nacional
• César Duarte y Cué visitan al Presidente
-Pablo Hiriart-
EXCÉLSIOR

El gobernador electo de Chihuahua planteó revisar la estrategia contra la delincuencia.
El priista César Duarte, de Chihuahua, y el postulado por la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia en Oaxaca, Gabino Cué, fueron los primeros gobernadores electos en acudir ayer a Los Pinos, donde cada uno sostuvo una reunión privada con el presidente Felipe Calderón.
Mientras Duarte le pidió revisar la estrategia de seguridad en su entidad, a fin de conseguir resultados inmediatos, particularmente en Ciudad Juárez, el oaxaqueño manifestó que en esta materia encontró coincidencias con el Ejecutivo federal para fortalecer la coordinación correspondiente.
Por la mañana, al concluir la entrevista, Duarte, ex presidente de la Cámara de Diputados, resumió así el planteamiento hecho a Calderón: “Le pedimos al Presidente una comunicación institucional, un respaldo adecuado a lo que corresponde a las responsabilidades de la Federación y la colaboración del estado para que juntos, en una coordinación plena, establezcamos una mejor estrategia que dé resultados más inmediatos.
“Planteamos seguridad democrática, que es un planteamiento integral de seguridad, que es combate a la impunidad, con pleno respeto a las garantías individuales, a los derechos individuales de los ciudadanos y los derechos humanos”, abundó.
En las reuniones de Calderón con Duarte y Cué participaron el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y el secretario particular del mandatario, Luis Felipe Bravo Mena.
En la residencia oficial se difundieron comunicados sobre la conversación.
Calderón le dijo a cada uno de los futuros mandatarios que el combate al crimen organizado “es una tarea de los tres órdenes de gobierno, las instancias legislativas y judiciales”, y que toda autoridad debe desempeñarse “con total compromiso en el marco de la corresponsabilidad”.
De acuerdo con el reporte del encuentro matutino, Duarte le habría expresado “su lealtad institucional al Presidente de la República, el interés de sumarse al diálogo y el esfuerzo por la seguridad pública al que ha convocado el Ejecutivo federal, así como fortalecer, en coordinación con la Federación, las instituciones del estado de Chihuahua”.
En la entrevista a la salida de Los Pinos, el priista reconoció el apoyo federal en Ciudad Juárez, pero consideró que hacen falta ajustes.
“Nosotros buscamos que esa coordinación genere resultados más eficaces; vamos a revisarla, precisamente en Chihua-
hua hace falta ajustar algunos temas en los que queremos conocer el planteamiento integral del gobierno federal. Ciudad Juárez merece ponerlo de pie”, pormenorizó.
Duarte se dijo convencido de que la dirigencia de su partido participará en el diálogo convocado por Calderón, y reseñó haber recibido una atención “muy grata, abierta”, por parte de un Presidente “franco y decidido a apoyar a Chihuahua”.
En cuanto al encuentro vespertino, Gabino Cué comentó en entrevista telefónica que le había ido muy bien con el mandatario federal, en la reunión que calificó de “amena e institucional”.
Contó el próximo gobernador de Oaxaca que le ofreció un panorama detallado de la situación que guarda la entidad en materia social, en salud, pobreza y en cuanto al rezago de la misma en materia de obras.
“Me deseó suerte en el arranque. Le dije que ojalá pueda pronto visitar Oaxaca. Me voy muy satisfecho y muy agradecido”, expresó Cué.
“Le externé mi preocupación por el desarrollo del estado y que no deje de apoyarlo”, contó quien hace seis años ya había disputado la gubernatura como candidato de la oposición.
El gobernador electo de la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia comentó que sobre seguridad hay con el Presidente “coincidencia de que puede haber una relación institucional y de trabajo bien coordinado”.
En el comunicado sobre la conversación con Cué se notificó el compromiso recíproco de “estrechar la relación de colaboración de las distintas dependencias de los órdenes federal y estatal, con el fin de dar un impulso a las acciones de orden social, la generación de infraestructura y la mejora de la seguridad”.

Juegos de Poder
• Sobre la nueva cadena televisiva del Estado

-Leo Zuckermann-
EXCÉLSIOR

El Conaculta, institución del gobierno federal en materia cultural, tiene un canal de televisión: el 22.
La UNAM, la más grande universidad pública del país, también cuenta con su propio canal.
El Poder Legislativo Federal tiene el canal del Congreso y el Poder Judicial Federal otro más.
Por su parte, los gobiernos de los estados disfrutan de su propia señal televisiva en cada uno de sus regiones.
Finalmente, el Instituto Politécnico Nacional, la segunda institución de educación superior pública más grande del país, trasmite el Canal 11 desde hace muchos años.
Todos estos canales los pagamos los mexicanos con nuestros impuestos.
¿Cuánto nos cuesta? No lo sé.
El proceso de averiguarlo es difícil ya que la información se encuentra desagregada en varias fuentes.
Sin embargo, se trata de muchos millones de pesos al año con cargo a los contribuyentes.
Y muchos de estos canales trasmiten el mismo tipo de programas.
Compiten entre ellos.
Se arrebatan al pequeño segmento de la sociedad que busca una televisión más educativa que de entretenimiento.
Ahora el gobierno federal ha anunciado la ampliación de la señal del Canal 11 a una mayor parte del territorio nacional.
La idea es convertirla en una cadena nacional de televisión pública que ya no dependa del Politécnico sino de la Secretaría de Gobernación.
De acuerdo al presidente Calderón, se trata de “una televisión del Estado mexicano pública, gratuita, abierta y plural [.]
Una televisión del conocimiento, con producciones del Estado, producciones que puedan ofrecer y diversificar la oferta de televisión educativa, científica, tecnológica, artística, cultural e informativa [.] una televisión pública que promueva el debate democrático de las ideas, una televisión que aliente a la reflexión serena, profunda y madura de los retos y problemas que tiene el país”.
Perfecto. Si entiendo bien, el gobierno calderonista está pensando en una cadena pública como la BBC en el Reino Unido o PBS en Estados Unidos.
Ambas televisoras cuentan con contenidos excelentes.
La diferencia es que, en la Gran Bretaña, la BBC se financia con un impuesto especial a los que tienen televisión y, en la Unión Americana, PBS se mantiene mayoritariamente de donaciones y venta de artículos (sólo 24% del financiamiento proviene del subsidio del gobierno federal).
Pero aquí en México, todo indica que la nueva cadena pública se financiará con los impuestos de la gente y, además, que continuarán al aire la gran cantidad de canales de otras instituciones públicas que también le cuestan al contribuyente.
Yo me pregunto:
¿Por qué no consolidar todos los canales públicos que hoy existen en uno solo?
¿Por qué mantener muchos canales que pocos ven y que compiten entre ellos?
¿De verdad se justifican los canales 11, 22, de la UNAM, del Congreso, del Poder Judicial y de los gobiernos estatales?
Hacer buena televisión cuesta mucho dinero.
En este sentido, es una mala decisión tener tantos canales públicos que, si se consolidaran en uno solo, con una red nacional, tendrían más recursos para producir mejores contenidos.
Finalmente, por lo que toca a la decisión de pasar al Canal 11 al mando de la Secretaría de Gobernación dentro de un organismo a cargo de un funcionario que antes trabajaba en el Cisen, el órgano de inteligencia del Estado, y que al parecer no sabe nada de la producción de contenidos televisivos, pues me lleva a pensar que la nueva cadena tendrá un fuerte componente político.
Ojalá los contenidos noticiosos y de análisis sean lo “plurales, independientes, objetivos y veraces” que prometió el Presidente en el anuncio sobre la ampliación de la cobertura del 11.
En este sentido, bienvenida la competencia.
En los hechos veremos si el gobierno federal hace televisión de calidad con el dinero de nuestros impuestos.

Día con Día
• Seguridad: la fuerza pública
-Héctor Aguilar Camín-
 
Ningún replanteamiento de la estrategia de seguridad nacional puede emprenderse sin responder preguntas claves sobre el tamaño de la fuerza pública necesaria para la tarea.
¿Cuánta fuerza pública —Ejército y policías— hace falta?
¿Qué inversión y cuánto tiempo requiere construirla?
¿En qué fase vamos del proceso?
¿Cuánto hemos puesto, qué hemos conseguido y cuánto nos falta?
Tiendo a pensar que la fuerza pública de México es pequeña para un territorio de nuestra complejidad geográfica, demográfica y criminal.
La fuerza pública total de México es de unos 615 mil efectivos.
El Ejército y la Armada tienen 190 mil, las policías federales 45 mil, las estatales 220 mil y las municipales 160 mil.
No puede contarse mayor cosa con el grueso de las policías locales, pues comprando y amenazando a esas policías fue como se perdieron los territorios donde se libran hoy las dos guerras del narco que hay en México: la de las bandas entre sí y la del Estado contra las bandas.
Suponiendo que todas las fuerzas militares y todas las federales estén libres de una contaminación equivalente a las policías locales, lo cual es mucho suponer, México tiene un total de 235 mil efectivos para dar su batalla por la seguridad nacional.
Sólo una fracción de esas fuerzas, sin embargo, son efectivamente trasladables a las ciudades o zonas en conflicto.
En el año 2008, me informa el especialista Eduardo Guerrero, sólo unos 65 mil efectivos del Ejército o de la Armada participaron en operativos contra el crimen organizado, aparte de cumplir con sus tareas de vigilancia.
De manera que el país empeña realmente en su estrategia activa de seguridad unos 65 mil militares y unos 45 mil policías federales: un soldado o policía por cada mil habitantes.
Se dirá que descontar del todo las policías estatales y municipales es una exageración, y lo es, pues no todo en ellas está mal ni todo está bien en las corporaciones federales.
Pero tocamos ahí la puerta de la gran grieta institucional de la batalla por la seguridad pública: la descoordinación de las fuerzas de la Federación y las estatales, que han sido eximidas hasta ahora de la obligación de combatir al crimen organizado, tema que abordaré mañana.

El Asalto a la Razón
• ¿Y los millonetas regios?
-Carlos Marín-

 
Si a cada uno de los 20 mil damnificados de la zona metropolitana de Monterrey se le apoyara con 5 mil tristes pesos para que reponga aunque sea su refri o el televisor, se agotarían los 100 millones de pesos que donó un nuevoleonés que ha hecho su vida en la Ciudad de México: Roberto González Barrera, presidente de Maseca y Banorte.
Algo más de eso aportó ya el Fondo Nacional para Desastres.
Telmex está dando plantas potabilizadoras y, al igual que Telefónica, servicios de telecomunicaciones; Cemex, maquinaria y material, y tanto FEMSA como Soriana le han entrado con su cuerno.
¿Y qué con los no regiomontanos que tanto le deben a Nuevo León: Germán Larrea, del Grupo México; Alberto Baillères, de Peñoles y el Palacio de Hierro, o Carlos Fernández y María Asunción Aramburuzabala, del Grupo Modelo?
Pero sobre todo, ¿qué han hecho Ternium y Julián Eguren, o los grupos Alfa, de Armando Garza Sada; Villacero, de Julio César Villarreal, o Xignux, de Eugenio Garza Herrera, y el restante chingo de empresarios de la devastada “Cataluña de México”?

El Búho no ha Muerto
• Elecciones sin consenso
-Pedro Ferriz-
EXCÉLSIOR

El PAN hizo un reconocimiento tardío de la falta de certeza en la elección de 2006, cuando hubo casi un millón de votos nulos.
Uno de los propósitos básicos de las elecciones democráticas es producir autoridades con plena legitimidad, para lo cual se requiere consenso electoral, es decir, que todos reconozcan que quien ganó lo hizo en buena lid y, por tanto, es el gobernante legítimo, se haya votado por él o no.
Sin plena legitimidad se reduce el margen de maniobra y capacidad de buen gobierno, como hemos visto con Felipe Calderón.
De las elecciones del “superdomingo” algunas tampoco lograron ese consenso.
VERACRUZ. De alguna manera, con algunas de sus quejas, los panistas implícitamente reconocen que la elección de 2006 no gozó de certidumbre.
¿Por qué? Porque señalan que con un margen estrecho se requiere el recuento voto por voto, pues de otra manera no se logrará certeza sobre cuál fue la voluntad del electorado.
El margen en 2006 fue seis veces menor que el de Veracruz, y sólo se abrieron 18 % de las 84 mil casillas que legalmente (según el TEPJF) tenían que recontarse para dar certeza a la elección.
Por otro lado, el PAN acusa al Instituto Electoral veracruzano de anticiparse a dar ganador (debe ser el Tribunal estatal quien lo haga), lo que consideran un sesgo a favor del PRI.
Pero fue lo mismo que hizo Luis Carlos Ugalde en 2006.
Miguel Ángel Yunes, por su parte, solicitó un recuento voto por voto a partir de lo estrecho del resultado.
Pero la ley de hoy resulta más restrictiva que la de 2006.
El recuento exige un margen entre los punteros de 1% o menos y la solicitud de quien quede en segundo sitio; en Veracruz, la diferencia fue de 3%.
Pero aun suponiendo que ese margen hubiera sido igual o menor a uno por ciento como especifica la ley, el recuento es permitido sólo en los distritos donde prevalezca ese margen (cuando de lo que se trata es de transparentar la elección de gobernador y no la de los diputados).
Con tal norma, en 2006 sólo se habrían recontado tres de los 300 distritos en la elección presidencial.
Eso y nada es lo mismo.
En Veracruz, sólo cinco de los 30 distritos tienen un margen menor a 1% entre primero y segundo lugar, pero de ellos, en cuatro, Yunes es el puntero, por lo cual, sólo es susceptible de recuento total.
Un solo distrito.
Es una burla.
Es el mismo principio que vale para los comicios presidenciales.
Es necesario modificar la ley electoral antes de 2012, si queremos tener certeza en caso de un nuevo empate técnico.
DURANGO. Ahí el margen de triunfo fue más estrecho aún que en Veracruz.
La petición del PAN en este caso era recontar los votos nulos, pues superaron la distancia entre primero y segundo lugar, y prevalecía la duda de si algunos de esos votos no habrían sido emitidos por el candidato panista, José Rosas Aispuro, y anulados artificialmente.
De no hacerse, decía con razón el PAN, tampoco habría certeza sobre la voluntad de los electores.
De nuevo, el PAN hizo un reconocimiento tardío de la falta de certeza en la elección de 2006, cuando hubo casi un millón de votos nulos, mismos que superaban en cuatro veces la ventaja con que ganó Calderón. La diferencia fue que en Durango el PRI sí aceptó revisar esos votos, algo a lo que el PAN se negó rotundamente en 2006.
HIDALGO. Ahí no fue posible remontar una auténtica elección de Estado, como sí lo fue en Oaxaca, Sinaloa y Puebla.
Xóchitl Gálvez encabezó una cruzada moral que no pudo cristalizar.
Si bien vimos en varias entidades elecciones de hace 20 años, ésta en particular parece surgida de las memorias de Gonzalo N. Santos, el cacique de San Luis, quien describe la rudimentaria forma en que se ganaban elecciones en su tiempo, y de las que se ufanaba, como seguramente lo hace hoy el gobernador Miguel Osorio Chong.
En aquella época se robaban urnas a mano armada; hoy en Hidalgo se puede allanar la casa de campaña de la oposición y, también a mano armada, confiscarle su sistema de cómputo, lista de representantes y simpatizantes, y con esos datos amenazar telefónicamente a los opositores para que no se presenten a las urnas.
Si el TEPJF deja pasar esta elección, propiciará una grave regresión, una validación implícita de prácticas cavernarias.
En suma, los comicios que no logran el consenso representan un fracaso del sistema en general.
Y la principal responsabilidad de ello no es, como suele hacerse creer, la falta de espíritu democrático de los derrotados; son las condiciones de falta de limpieza, irregularidades verosímiles, un resultado estrecho y la ausencia de (o la negativa de aplicar) mecanismos para transparentar el resultado, que le den plena certeza y legitimidad.